Las Tentadoras Curvas De Nico

Lanzar, según el diccionario es una acción física que consiste en acelerar mecánicamente un proyectil y luego soltarlo en una trayectoria balística, normalmente con el objetivo de impactar en un objetivo lejano.

En un lenguaje mucho más claro y con un vivido ejemplo

Proyectil, el zapato de tacón de Nicolina que tenía como objetivo impactar en la cabeza de Luka que corría alrededor de la mesa, del gran comedor de Alonso.

Era una escena épica, digna de admirar, que Alessandro, Dante y el mayor de los Greco, disfrutaban.

El motivo, la renuncia de una bailarina a quien todos adoraban en la familia y que a pesar de los ruegos de la italiana no acepto regresar.

Nico no quería forzarla, se imaginaba lo difícil que habría sido para su amiga ver al hombre que le interesaba pavonearse con otra mujer y encima aguantar los desplantes de esta ultima

Y como todo juicio se llevaba adelante en casa del patriarca fue allí donde en una reunión que pretendía desarrollarse en paz, desato a una enana furiosa disputa a arrancarle la cabeza a su hermanito adorado.

Luka intento explicar lo inexplicable lo que se hizo más difícil porque Nicolina ni bien lo vio se lanzó con furia.

El resultado, él corriendo alrededor de la mesa, gozando del beneficio de tener piernas largas, por lo que a la italiana se le complicaba alcanzarlo; pero con la desventaja que le daba 1,90, pues era un poquito más fácil atinarle.

El primer zapato impacto entre los omóplatos, haciendo que chille por el dolor y el segundo se alzaba con imputo direccionando a la cabeza.

-Voy a corregir tus neuronas lujuriosas de una vez- aseguro Nico tan agitada como si llevara mil kilos sobre los hombros, y es que un paso de su hermano, eran tres de ella, y la mesa no era pequeña.

-Debes calmarte, soy tu hermano, el tierno y dulce Lu- Imploró del otro lado de la mesa agitando su cuerpo de lado a lado para evitar el objeto.

-¿Papa no vas intervenir?- murmuro Dante aguantando las ganas de reír, junto al mayor, en la puerta que daba a la cocina.

-No, creo que necesita un poco de escarmiento, seguro hizo llorar a nuestra Cleo. - explico tranquilo y cruzo los brazos con una sonrisa en los labios. Verlos así le recordaba cuando eran pequeñitos.

Nico avanzo hacia la izquierda y Luka huyo a la derecha.

-Te quedas quieto o no puedo atinarte- rugió señalándolo con el zapato.

-Hermanita no creo que tenga intenciones de quedarse quieto, pero no anticipa tus movimientos así no sabe hacia dónde vas - Ale movió los hombritos como un arquero riéndose y Nico asintió concentrada en lo que debía hacer.

-¿Ustedes van a dejar que me maltrate?- grito desesperado, viendo a su padre y hermanos que se divertían con la situación

-¡¡Si!!- contestaron al unisonó-

-Aucht , ¡¡maldición Nico!!- se quejó al recibir el impacto en la frente, todo por desatraerse buscando ayuda.

-Ahora si me siento mejor- suspiró la italiana y estiro los brazos con una enorme sonrisa- Estoy lista para hablar pacíficamente- se sentó en la mesa señalando los lugares para que se sumen los demás.

Luka restregó su frente y se ubicó en el lado opuesto a su hermana-

-Esto va dejar marcar- refunfuño -¿Estas feliz?- sus ojos verdes fueron a la mirada divertida frente a él

-Mucho, gracias por preguntar. - respondió recostando su cuerpito en la silla y cruzando los brazos.

Alonso negó esos dos eran un caso y entendió que era hora de intervenir.

-Listo, se desahogaron y…

-Papá yo no me desahogue, fui agredido y… ¡¡Ey!!- protesto al recibir un chipa en la nuca, cortesía del hermano mayor que lo miro y llevo el dedo índice a la boca pidiendo silencio.

- Luka tienes que entender que estuviste mal\, y espero que seas hombres y busques solucionarlo- explico Alonso con calma.

El italiano asintió y el nudo en su garganta no obligó a aclararla.

- No quería lastimarla…

-Pero lo hiciste – ataco Nico

-Ya sé- se defendió- ella es importante para mi yo…

-¡¡¡Por fin!!!- aplaudió Dante- al fin aceptas que gusta y te importa-

-Yo no dije eso…- frunció el ceño y Alessandro exhalo cansado

-Y ahí va el burro al trigo- agregó el rubio viendo con reproche a su hermano.

-No soy un burro- se defendió, era el contra tres no lo sentía justo.

-Si lo eres, pero ya no importa, Cleo tiene a alguien que la esta atendiendo muy bien- afirmo Nico disfrutando de como su hermano cambiaba la cara.

-¡¡Esaaa!!- exclamo, Dante y choco los cinco con su hermanita

-Ese imbec…- el dedito arriba de Nicolina lo hizo callar y entrecerró los ojos al ver como esta leía un mensaje de texto muy concentrada

- Nico yo…-

-Shhh- lo volvió a callar, termino de testear guardo el teléfono- Ahora sí que decías-

Alonso rio ante el descaro de su princesa

-Nico yo no quise-….

Otra vez el celular y nuevamente lo ignoro

-Así no se puede hablar, papá dile algo- protestó como un nene chiquito, acusando a su hermana

-Cariño tu hermano tiene razón, escúchalo-

-Papi- armo un pucherito y derritió al mayor- no es intencional, pero es importante- sacudió su teléfono al aire- me dejas resolver esto, así puedo irme- señalo a Luka que la mirada con la boca abierta.

-Claro corazón-  autorizo Alonso, le era imposible negarse ante esos ojitos cafés.

-Eso no es justo- protestó Luka cruzando los brazos

-Cierra la boca, nuestra princesa quiere hablar- intervino Dante- te portaste mal te toca escuchar. -

Luka resoplo y espero su condena

-Tú vas a ir a casa de Cleo- el italiano intento abrir la boca y otro golpecito aterrizo en su cabeza, Alessandro estaba atento a su tarea

- Vas a ir y le rogaras que vuelva\, luego vas a mantener cerrada tu bragueta\, no más bailarinas del BAR… tienes prohibido relacionarte con alguna o te castro- golpeo la misa y este se sobresaltó.

-Bien, ahora que tuvimos esta conversación sensata debo retirarme hay un asunto que debo atender.

La italiana se puso de pie y camino hasta su papá, mientras Luka se ponía de pie y levantaba los tacones de su hermana.

-Nos veremos en unos días, hay algo que quiero compartir contigo, pero primero debo resolver unos cabos sueltos,  te amo papi- sostuvo el rostro de su padre y se inclinó para darle un besito en las mejillas.

-Claro cariño, pero …¿debo preocuparme?- los ojitos asustados de Alonso le dieron ternura-

-No papi, te va a encantar- mostro su hermosa sonrisa llevando calma en al mayor.

-Nico- Luka interrumpió tocando su hombro con cierta distancia, nunca sabia cuando esa enana podía atacar.

-Si- giro y lo observo fríamente

-Tus zapatitos-  movió el mentón marcando los piecitos descalzos.

Nico no se aguantó y colgó de su cuello- Te adoro, pero logras desquiciarme. Él rio y sus brazos la cubrieron

-Te adoro, princesa, y lamento lo sucedido- susurró cerquita del cuello.

-Bueno, si vas a darle abrazos a él, también quiero- pidió Alessandro con ternura.

Nico no podía negarle nada esos hombres, eran sus hermanos, amigos, confidentes y guardaespaldas. , Eran sus cuatro amores.

Después de despedirse de todos y salir sentada en las piernas de su padre; que insistió en llevarla hasta el coche. Emprendió viaje en busca de lo que determinaría un antes y un después en su vida.

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Cuatro de la tarde marcaba el reloj de Bruno, lo había revisado varias veces, sin entender el porqué.

Estaba inquieto y tenía una extraña sensación en el pecho como si algo estuviera por suceder.

Durante todo el día se ahogó con trabajo, buscando olvidar que el día anterior corrió como un loco en busca de la mujer que no abandonaba su cabeza.

-Te ves inquieto, ¿Qué te pasa? - interrogo Jeremy, que ojeaba unos documentos en el sillón, ese era su lugar favorito, cada que iba a la oficina de su amigo.

-No sé, siento algo aquí- señalo su pecho tratando de descifrar que era.

-¿Te hiciste un chequeo?, quizás tu corazón comenzó a funcionar y no estás acostumbrado- El abogado esquivo exitosamente la birome que bolo hacia él, mientras reía-

-Eres un idiota, sabes mejor lee el maldito contrato, si está todo bien citaremos al tal Greco mañana.

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Los hombres que estaban conversando en el despacho estaban ajeno a que afuera una linda italiana atravesaba el hall

Nicolina estaba hermosa, antes de ir a Altaarquitectura paso por su casa, calzo un jean blanco, con una blusa de seda que resaltaba sus exuberantes senos, esos que hacían ver su cintura pequeña y sus caderas explosivas.

Los tacones altos color nut daban contra el piso brillante atrayendo la atención de los hombres que estaban cargo de la seguridad

La italiana ignoro cualquier gesto o comentario respecto a su imagen y continuo camino, agitando su larga cabellera como toda una leona.

Subió al ascensor y saco de su bolso una carpeta.

-Tu puedes, esto solo durara unos minutos y no tendrás que verlo otra vez- miro su reflejo en el metal, y luego paso sus dedos corrigiendo el labial.

Las puertas del ascensor se abrieron y ella avanzo con una radiante sonrisa, a pesar de que moría de los nervios.

El solo imaginar estar nuevamente en un mismo espacio con Bruno la ponía ansiosa

María que estaba en su escritorio tomando un descanso la recibió con amabilidad.

-Buenas tardes, ¿en que puedo ayudarla? -

-Buenas tardes, necesito hablar con el señor Bruno Altamirano, es importante, soy Nicolina Greco - explico sin dejar de sonreír.

-Un segundo- la mujer presiono una tecla, levanto el teléfono y se comunicó con su jefe

- Señor\, la señorita- Mari la miro y Nico gesticulo su nombre- la señorita Nicolina Greco\, dice tener algo importante que tratar con usted

Nico asintió y observo el lugar mientras esperaba, no podía negar todo allí era elegante.

-Señor, me escucha…-

Ella volteo a ver a la mujer que después de un rato respondió-  Si, señor.

María volteo y de manera amable explico

- El señor Altamirano\, se encuentra muy ocupado y va a tardar\, si quiere puede esperar pero…

-No se preocupe, lo espero- respondió con gracia y María asintió- en su oficina- y sin darle tiempo a la mujer camino en dirección al despacho.

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- Eres muy infantil, ¿Por qué no la atiendes?, quiero conocer a la mujer que te tiene idiota- insistió el abogado. No lograba comprender como funcionaba la cabeza de su amigo.

- -No, ella no puede ir y venir como le plazca- respondió viendo el computador, sentado detrás de su escritorio- Que piensa que porque viene y se anuncia voy a salir corriendo- rio irónico, pero rogaba tener fuerzas para no salir como un loco a buscarla.

- Luego no te quejes si ella…

La puerta se abrió abruptamente sorprendiendo a Jeremy y dejando sin aliento al Bruno.

Nicolina como toda una reina ingresó seguida de María

- Buenas tardes- saludo simpática y buscando controlar el tono de su voz\, los nervios incrementaron al perderse e esos hermoso ojos azules- espero no te molesté\, pero pensé en esperar aquí.

-Esta malditamente hermosa

Jeremy se recostó en el sillón, estaba decido a disfrutar este encuentro. No daba crédito a la cara de tonto de Bruno

-Señor, lo lamento la señorita...

-Ve MARIA- Ordeno fríamente y esta salió cerrando la puerta.

-¿No te enseñaron modales?-  no iba a demostrar todo lo que generaba verla tan hermosa

-Oh sí, pero no iba a quedar como una tonta esperando afuera, y tienes suerte de tener una secretaria tan honesta, pobre no sabe mentir, su rostro la delato.

La risa de Jeremy llamo la atención de la italiana y la mirada asesina de Bruno.

-AY, perdón, no te vi, Nicolina Greco- extendió mano y este la recibió gustosos

-Jeremy, soy el abogado y amigo de Bruno

-Genial- dijo emocionada- porque justo traje unos papeles que quiero que revise tu jefe y quizás te necesite i-

-¿De qué hablas?- intervino Bruno, que estaba extremadamente celoso de su amigo. No podía soportar que la atención de la italiana se dirija a otro hombre.

-Veras- ella camino coqueta hasta el escritorio y las palmas de sus manos se apoyaron en la superficie fría, lo que llevo que se inclinara un poco sin dejar de verlo a los ojos

- Esa noche donde tu y yo\, ya sabes...- relamió los labios y Bruno parecía ahogarse de deseo con aquel gesto

.-  Bueno es que yo….- curvo sus labios y este asintió desesperado por oírla-

-Habla-  exigió ya no daba más.

Esperaba que le dijera que lo extraño, esperaba una cita, esperaba, y esperaba como los hizo hace diez años.

Pero jamás espero las palabras que vendrían después

-Estoy embarazada y eres el padre.

Y otra vez Nicolina Lanzo dando en el objetivo.

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