Logan

Empiezo con el aceite de almendras, pasándolo por el pecho de Logan, para que sea aún más delicioso paso el aceite a mis manos y las froto una contra otra para calentarlo, lo paso por el cuerpo de Logan para quitarle toda la tensión.

Froto los hombros, el abdomen, es un muchachito de dieciocho años, pero tiene un leve abdomen marcado, sigo masajeando el cuerpo de este joven que llega a ser blanquito como un lirio. Paseo por las piernas de Logan, manos y pies y le pido en un susurro que se ponga de espaldas a mí.

Él se da la vuelta y yo vuelvo a pasar el aceite de almendras, solo que esta vez, vierto el frasco en la espalda de mi amante adolescente, sí, es adolescente, a pesar de ser mayor de edad, la edad adulta es a partir de los veintiún años.

Concentro el masaje en los hombros de Logan que están tensos y siento que poco a poco se relaja.

Masajeo la columna vertebral, la cintura y las caderas, las piernas, de nuevo, y los pies.

Escucho a mi amante susurrar que está haciendo demasiado calor, la situación perfecta, para mí, girarlo hacia mí y besar su boca, y entre besos y caricias, le pregunto si puedo follarte con fuerza.

—Henrique, cállate y bésame.

Me callo, no soy yo quien dirige, es Logan quien ordena y yo ejecuto, solo que no voy a dejar que sepa que por un momento está en control.

Nos besamos de nuevo y separo las dos piernas y abro el bote de lubricante, lo pongo en mi dedo y voy a la zona de placer de Logan y paso el lubricante en buena cantidad, pues aunque no lo crea, Logan dijo que soy aventajado en tamaño y grosor.

Me coloco encima de Logan, beso su cuello.

—Pasa tu barba por mí, Henrique, por favor, quiero sentir la sensación maravillosa de los escalofríos en mi cuerpo.

No hay forma de negar la petición de Logan, paso mi barba por su cuello y no le doy la oportunidad de gemir y si gimió me bebí el gemido en un beso.

Me posicioné en la entrada de placer de Logan y le pregunté si podía entrar, si la locomotora podía entrar en la estación, llamada "follada placentera"

—Ya te dije que te calles y me folles, Henrique.

—Voy a callarme, Logan, pero en tus labios.

Pongo mis labios en los de Logan y beso ardientemente sus labios ardientes, simultáneamente fuerzo la entrada de mi "verga" en Logan que se desliza dentro de sus extrañas entrañas debido al lubricante. Gemimos juntos y yo susurro al oído de Logan:

—Voy a follarte rico, Logan, déjame mostrarte cómo estoy acostumbrado a follar.

—Cállate, Henrique, y fúllame de una vez, qué mierda, fúllame.

Obedezco y bombo con fuerza, el ruido parecido al de aplaudir empieza a resonar en nuestra habitación, altos gemidos míos y de él, podemos gemir y gritar si queremos.

—¡Ah! ¡Ah, Henrique, bombea más fuerte, con fuerza!

Aumento la intensidad de mis movimientos, y mi amante adolescente que gime más alto y dice que la sensación es buena, que está casi llegando allí.

—Ahhh, Logan, para qué dijiste eso.

Estimulo su "verga" con el movimiento de vaivén bombeado en el culo de Logan que gime y empieza a sudar de tanta excitación y calor que está sintiendo.

Mientras bombo en la follada salvaje, me masturbo la "verga" de Logan que grita, para que me detenga que va a correrse.

No, no me detengo, voy a sorprender a Logan.

Cuando suelta su semen por estarlo follando de frente, dejo de bombear y chupo el "helado" enterito y lo dejo limpiecito.

—Tu lechita es muy rica, Logan.

Mi aprendiz de mafioso se avergüenza, acaricio su rostro y lo beso con pasión, mi "verga" late en ese orificio apretado que parece que va a exprimir mi miembro, y me encanta eso, para mí, mi hombre será eternamente virgen.

—Me muevo de nuevo, ahora es mi turno de correrme y llenar ese culo ardiente.

Bombo con ganas, tengo ganas de tirar del cabello de Logan, pero es corto, antes no me importaba eso, tiraba aunque doliera, pero con Logan soy diferente, no quiero lastimar a este muchachito que tanto me mueve.

Solo acaricio la cabeza de Logan mientras bombo, ahora es mi turno de correrse, la próxima vez quiero agarrar a ese mocoso a cuatro patas.

Bombo con ganas, él gime y yo bombo, Henrique yo...

—¿Tú qué, bebé?

—Quiero que me beses mientras llenas mi culo.

Accedo a la petición, me encanta besar los labios bien dibujados de Logan.

Cuando llego allí, Logan siente mi "verga" bombear dentro de sí.

Suavizo el beso mientras salgo de Logan y me acuesto a su lado. Nos quedamos en silencio por algún tiempo, lado a lado, solo intercambiando miradas.

¿En qué lío me metí en mi vida?

—Henrique, ¿qué pasa?

—Nada, Logan, solo te estoy admirando a ti y a tu belleza, no la exterior, pues esa la veo, sino la belleza interior que veo con los ojos de mi corazón.

—¿De verdad crees eso?

—No lo creo, sé que es así, Logan.

Me levanto de la cama y ayudo a Logan a levantarse, caminamos hasta la ducha y tomamos esa ducha deliciosa, caemos en la cama y sin cenar siquiera dormimos.