Lionette es una de las Ángeles favoritas del creador pero un día es castigada por ser bastante curiosa e entrometida mandándola al mundo humano y reencarnando como Giselle Ladezma hija menor del duque Ladezma pero lo que lionette no sabe es que Giselle había sido una villana despiadada que había atormentado a su hermanastra mayor hasta que un día fue descubierta y ejecutada.
Lionette intentará cambiar su destino pero su curiosidad la llevará a tener una aventura que jamás olvidará.
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Capítulo 16
(¿Qué hago?) Pensó Giselle que sentía sus manos temblar mientras sostenía aquella hoja de papel, aquella carta era una declaración de amor ¿O de propiedad? Giselle dobló la carta tal cual estaba la guardo debajo del collar con sumo cuidado.
(Debo regresarlo) Fue el primer pensamiento que se le vino a la mente, se levantó y tapo el collar con su caja y miro a Lucia.
_¿Puedo pedirte algo? -pregunto Giselle sonriendo -
_ Claro qué señorita dígame.
_ No quiero que nadie sepa sobre la existencia de este collar, voy a regresarlo a su sueño pero en este momento no es posible
(No dudo que Beatriz pueda ver a quien le envío correo y quizás haga un drama si se entera de que le envié algo a Russell) pensó ella buscando donde guardar la caja, después de tanto buscar había encontrado un lugar apartado dentro de su clóset donde solo había ropa sin usar, sin dudarlo mucho la coloco en el fondo de aquel armario rezando por qué todo saliera bien, esa carta claramente era una declaración de amor que podría destruir la reputación de Giselle si se llegara a enterar la sociedad, la verían como la tercera en discordia y amante del esposo de su hermanastra.
(Padre, esto se está volviendo complicado, se que apenas llevo poco aquí pero juro que estoy aprendiendo mi lección) pensó ella pero en ese momento un pequeño flashback la golpeó con fuerza
"Mamá"
^^^"Mamá por favor no me dejes sola"^^^
"¡Me portaré bien!"
Giselle abrió los ojos y se agarró el pecho sintiendo que perdía el equilibrio, con las fuerzas que le quedaban se aferró al respaldo del sofá para no caer, Lucía quien había visto todo esto se acercó rápidamente a ella
_Señorita, ¿está bien? -pregunto con preocupación - debería de sentarse, le traeré una taza de Té.
Cuando Lucía salió de la habitación en ese momento ingreso Beatriz con el rostro iluminado y con aquellas intenciones ocultas que siempre la caracterizaban, Giselle se quitó la mano de la frente para mirarla.
_¿Ocurre algo Beatriz?
_ Hermana! Madre y yo iremos de compras, y pensaba que tal vez, podrías acompañarnos.
_ Ah ¿De compras?
Giselle dudó por un momento pero conocía a Beatriz y sabía que en cualquier momento podría ocasionar un accidente como el de la cena de hace dos meses donde casi la culpan de algo que no había hecho.
_ Claro, saldré con ustedes.
_¿De verdad? -dijo Beatriz algo sorprendida-
_ Lo pensé bien y creo que debo de pasar más tiempo con mi hermanastra y madrastra ¿No crees? -dijo Giselle poniéndose de pie, un poco de aire fresco no le haría daño aunque sabía que quizás intentarían humillarla.
Cuando Lucía regresaba con una bandeja de té Giselle iba saliendo de la habitación con Beatriz quien no dejaba de hablar (La señorita saldrá con la señorita Beatriz y la duquesa Camila, ¿estará bien?)pensó Lucia claramente preocupada por la seguridad de Giselle.
...…...
Cuando subieron al carruaje Giselle observo delante de ella a Camila y Beatriz quienes no dejaban de hablar sobre Russell y lo sofisticado que se veía, Giselle escuchaba pacientemente, pues no quería involucrarse.
_ Giselle -dijo Beatriz llamando la atención de Giselle - escuché que estabas enamorada del joven Calisto.
_Asi que espero que no haya rencores entre nosotras solo porque la archiduquesa me eligió a mí.
_ No te preocupes hermanastra, mi única relación con el joven Calisto es mera amistad -dijo Giselle sonriendo pero algo dentro de ella le obligaba a regresar a los recuerdos de esa mañana, el cómo había tomado aquel collar entre sus manos que parecía pesar una tonelada, no de peso, sino de emociones que ni ella lograba entender en los humanos. (ser un ser creado solo para amar y adorar a tu creador no es muy útil en estos casos) pensó Giselle suponiendo que el amor de Russell era familiar al amor de los serafines hacia su creador
_¡Bien! Me alegro de eso, de verdad estaba preocupada de que pasara algo que pudiera arruinar nuestra relación, tenía miedo que el día que nos casáramos no quisieras venir a la boda a felicitarnos.
_Aunque claro...aún falta para eso hasta que el joven Calisto esté preparado.
(Vamos Giselle, enfurece y golpéame, hazlo y dame algo de que hablar) Beatriz miro a Giselle quien se quedó en silencio.
_Claro que si hermana, con gusto iré a felicitarlos ese día, solo debes de ser paciente ya que aún faltan años para eso.
Beatriz sorprendida miro a Giselle mientras que la chica miraba por el ventanal del carruaje.
(Deberías de estar furiosa!, de golpearme, maltratarme por arrebatarte lo que te pertenecía por derecho y ahora aquí estás diciéndome estás palabras en lugar de volverte una perra loca?)
Beatriz frunció los labios sintiéndose derrotada, sentía que para Giselle ya ni siquiera valía la pena ponerle una mano encima y eso la molestaba.