AMOR GITANO #GRUMPY & SUNSHINE

Narra Isa

Con Héctor nos fuimos a una hamaca que había en la galería del fondo del hotel, me acuno entre sus brazos contemplando el firmamento.

-¿Te sientes mejor?. Me consulta dándome un beso tierno en la frente.

-Contigo se me pasa todo. Le respondí.

-Son buenas noticias. Me dice posando besos en mi hombro.

-Siempre y cuando seas delicado. Le respondo sintiendo un cosquilleo.

-Cuando no lo fui. Me dice en el oido.

-Debo describirte. Le comento.

-Me gustaría que lo hagas... Será una de mis mejores historias directa de tus labios. Me dice posando un beso tierno en mi boca, recorriendo un cosquilleo en ellos.

Su mano derecha cuela por mi escote acariciando mis lomas, mientras su beso se vuelve más intenso, y con la izquierda me eleva de apoco la falda y su mano me acaricia formando círculos en mi zona sur, mientras siento que su hombría crece golpeando mis glúteos a través de sus pantalones, de manera delicada lo extraigo, me giro despacio dejando que me invada.

-Mmmm... Eso se siente bien. Expresa en un tono grave ahogado.

Me acuesto sobre él, moviendome despacio, sus manos recorren mi figura, estrujando entre sus manos mi piel, como masilla, que moldea a su antojo.

Nos comemos a besos, entre jadeos intensos.

Me acuesto de costado, dejando que él continúe.

-Dejame a mi... No te canses. Me susurra, quemando mi piel con sus besos y sus manos llenas de mis lomas.

Gruñe agudo, retirándose.

-Eres maravillosa. Expresa besándome sin soltarme. -Es mi primera vez en una hamaca... En realidad... Todo lo que disfruto contigo es por primera vez. Me confiesa agitado, tomando aire.

Me giro recostándome sobre su pecho.

-Quisiera que esto no termine. Le digo abrazada a él.

En eso escuchamos que hablan, es la voz de Anto con Enzo.

Héctor me hace gesto que haga silencio, estamos bien camuflados en la hamaca, no se nos ve, sumado a la poca luz del lugar.

Me sorprendió oír que Anto beba del pico de una botella.

Héctor me tiene abrazada, estamos quietos escuchando su charla, hasta que se marcharon.

Mire a Héctor apretando los labios, no podía creer que ella en la noche de bodas pase con Enzo, en vez de su esposo.

-Isa... Escuchaste lo mismo que yo. Me dice Héctor sorprendido.

-No es nuestro problema... Pero reservaré está información por si se le ocurre hacerme una de sus tretas. Le digo a Héctor

-Isa ... Se que tendrás tus diferencias con tu hermana... Pero está Enzo... Si revelas lo que descubrimos... Él será afectado... Tu hermana no ... Y a la vez indagaran como lo sabes ... Perderé mi trabajo... Enzo perderá su trabajo... No podemos seguir así... Debemos pensar bien las cosas. Me dice angustiado.

-Esta bien... Entiendo tu preocupación ... Y por cómo lo dices ... Temes lo que mi padre haga contra ti ... Y yo no valgo la pena para que luches por estar conmigo ... Solo fui un pasa tiempo ... Un premio mientras estabas aquí ... Creí en ti ... Tantas veces que me preguntaste si te tomaba en serio ... Siendo que para vos yo no lo era. Le digo indignada incorporándome.

-Isa ... No dije eso...

-No con esas palabras... Pero se leer entre líneas. Le aclaró interrumpiéndolo.

-ENTIENDE... MI TRABAJO ES MI VIDA ... TRABAJE MUY DURO PARA LLEGAR HASTA DONDE LLEGUE ...

-Y por un metejon no lo perderás ... Fui útil mientras te sentías pleno... Alimentando tu ego porque una joven se fijo en ti... Pero sabes porque lo hice... Porque me fijé en ti ... Creí que un hombre de tu edad ya sabe lo que quiere... Qué es maduro en sus decisiones ... Pero al parecer no es así... Fui una ingenua al creer que me tomabas en serio. Le digo parandome para irme.

-ISA ... NO ... NO ES ASI... NO DES VUELTA LAS COSAS ... DAME CREDITO... YO ME DEBERIA SENTIR USADO...

-Esto es el colmo... Si quería solo perder mi virtud... Elegiría un consolador ... No quieras mentirme... No me gusta la hipocresía... Ya pase por esto. Le digo.

-Pasaste por esto ... ¿Cómo?. Me indaga.

-Ya no importa... Y no te preocupes ... No diré nada... Seguirás conservando tu trabajo. Le dije alejándome.

Cuando estaba por llegar al ascensor veo que suben Cristina con Sergio.

Suspiré hondo, al parecer todas mis hermanas tenían más acción que yo.

Deje que se fueran y me fijé en qué piso pararon, fue en el segundo.

Llame al ascensor para ir a mi piso. Llegué dirigiéndome a mi cuarto.

Me quité el vestido e ingresé a la ducha, quería sacarme esa sensación de desazón que sentía.

Al parecer el amor no era para mí.

Cierro los ojos dejando que el agua me enjuague el rostro.

Al salir me encuentro con Héctor.

-¿Cómo ingresaste?. Indagó.

-Dejaste tu cartera en la hamaca... Estaba el otro juego de llaves... Y ahora se porque me dijiste que pasaste por esto... Te llegó un mensaje de Daniel. Me comenta.

-No debes revisar los celulares de los demás. Le digo.

-Debe ser doloroso para ti... Después de todo lo que te prometió... Regresar y saber que se casa con tu hermana. Me dice.

-¿Leíste los mensajes?. Le consulto.

-Él te envio un audio. Me dijo entregándome el celular.

Lo mire y lo borré sin escucharlo.

-No lo vas a escuchar. Me consulta.

-Él hizo su elección... Diga lo que diga el daño está hecho. Le respondo.

-En eso no te voy a contradecir. Me dice suspirando. - ¿Tienes hambre?... Vi que no comiste nada. Me consulta cambiando de tema.

-No... Solo quiero descansar. Le digo.

-Te acompaño hasta que duermas. Me dice.

-Y luego te irás sin decírmelo... Y todo esto quedará como un sueño. Le comento.

-Isa... Esto es difícil...

-Eso lo hace atractivo... Se valora más lo que te costó... Y no lo fácil... Lo predecible. Le digo.

Él sonríe negando con la cabeza

-Tienes una respuesta para todo. Me dice

-Debe ser que me importas... No deseo olvidarte... Pero a la vez soy consiente que elegirás tu trabajo... Y a mí me dejarás en un segundo plano... Tal vez sea lo mejor. Reflexiono.

-Para mi no es tan fácil... Te clavaste aquí... Cómo una astilla difícil de quitar... Y aunque te saque... La sabía de la misma se mezcló en mi sangre... Volviéndose parte de mi... Qué me marea... Quita el sueño... Qué todos los recuerdos solo me llevan al mismo punto de partida... Qué eres tu... Se lo que es correcto... Se lo que debo hacer... Y hacerlo me provoca sufrimiento... Agonia... Siendo solo tu el antídoto que necesito... Y esto me está volviendo loco... Me hace decir una cosa... Pero a la vez hago otra. Me confiesa estando muy próximo a mi.

Lo miro a los ojos.

Me alza entre sus brazos estrechandome en un beso desesperado, caemos en la cama, sus manos cuela bajo mi camisón de seda y nuevamente me pierdo en su aroma, al cual me acostumbré, a su calor, a sus caricias, no puedo negarme, me juro que será la última vez.

Me invade de manera enérgica haciendo que de mi boca broten jadeos intensos, me quema con su mirada, sus labios forman la O mayúscula llenandola con mis lomas que succiona, sus manos en mis glúteos hundidas como si un acero se fundiera por el calor incesante.

Ambos jadeamos agudo, él se sale girandome a que le de la espalda, sus manos no dejan de apretar cada parte de mi, se vuelve a hundir, nos balanceamos de manera rítmica. Su cuerpo se sacude de manera brusca y gruñe agudo pincelando mis glúteos al juntarlos con su esencia caliente.

-OH ISA... ME VUELVES LOCO. Me dice besándome el cuello y manteniéndome cerca de su cuerpo.

Nos quedamos dormidos, fundidos del cansancio, se me había pasado el mal estar, no se si por el remedio, o por el tratamiento particular que me brindo Héctor.

Sin esperarlo, la mañana nos descubrió durmiendo abrazados.

Sentí que él se levantó, se dirigió al baño, pude oír la ducha, desee acompañarlo, pero el cansancio me tenía pegada a la cama.

Ese rato reflexione sobre lo que hablamos anoche.

Al rato regreso, las gotas de agua formaban surcos en su torso, su cuerpo tan firme y tonificado, sus músculos bien marcados, ese abdomen trabajado. Solo una toalla cubría sus partes nobles.

Tenía a un hombre atractivo ante mi, por él que se te cae la baba y solo crees ver en la tapa de las revistas.

Poso una rodilla en la cama, beso mis labios.

-Eres importante para mí... Nunca lo dudes. Me susurro.

Se vistió y se fue. No me moví de mi sitio, si lo detenía sería egoísta, después de pensarlo mucho, sabía que tenía que dejarlo ir.

Recibí un mensaje de mi padre que me quería en su despacho.

Suspiré hondo, con gran esfuerzo me incorpore, tome un baño, me vestí y salí para ir a verlo.

Cuando me dirigía al despacho de mi padre ví a Héctor abrazado a esa rubia oxigenada, el le acariciaba la espalda, se alejó sosteniendo su rostro dándole un beso en la mejilla, se veían tan confidentes, siendo que no hace ni una hora estuvo conmigo, sentí un sabor amargo recorrer mi garganta.

Cerré mi puño conteniendo la bronca y me encaminé hacia donde debía ir. Al estar próxima escuché a mis hermanas hablar, enterándome que son gemelas, pero que fueron creadas en un laboratorio e introducidas en el útero de nuestra madre de manera separada.

Eso fue una gran sorpresa y a la vez comprendía la bronca que me tenía Anto. Yo fui la única creada de manera natural y que nací estando mi madre de solo siete meses de embarazo.

Ingresé a ver a mi padre que estaba bebiendo su café mientras respondía unos mensajes.

-Toma asiento. Me indico.

-¿Para qué me querías ver?. Le digo.

-Tengo los resultados de tus analisis... Expuse que era urgente tenerlos cuanto antes... Y tú mal estar se debía a tu alergia por las pasas... Así que debo reconocer que me precipite al decirte lo que te dije... Por lo que me disculpo. Me dice serio, hasta su manera de hacerlo se siente frío.

-Asi que no me enviaras lejos... Ocultandome como una vergüenza para la familia por embarazarme fuera del matrimonio. Le digo sería.

-Exagere ... Me preocupo por ti ... Ya me disculpé. Me dice.

-Tus palabras me atravesaron como dagas... Eso no se borra con un simple lo siento. Le aclaró.

-Ya no sufrirás a costa de los actos de los demás... Irás a realizar tus prácticas con mi amigo... Qué acepto tenerte bajo su ala... Así estaré mas tranquilo al saber que todos te cuidan. Me dice.

-Me quieres tener lejos de Anto y su marido. Le digo.

-Ellos irán a un crucero de luna de miel... No estarán... Así que... Si te quedas o te vas... Será lo mismo... Mejor que vayas... Alimenta tus conocimientos... Adquiere experiencia. Me dice.

Cambiar de ambiente no me haría mal, mejor otro lado que aquí, porque recordaría a Héctor en cada rincón.

-Me parece bien. Le respondí.

-Puedes retirarte. Me indico y salí.

Me dirigí al restaurante para desayunar un te de manzanilla.

-Isa... Héctor me pidió que te dé esto. Me dijo Sergio pasandome una nota.

"LAMENTO NO DESPEDIRME, SURGIO ALGO QUE REQUIERE MI PRESENCIA, POR SIEMPRE TUYO HL".

Suspiré hondo arrugando esa nota en mi mano, lo ví con esa tal Julieta, en la nota no lo menciona, de seguro se fue con ella, la sangre me hierve de la bronca que siento, esa lo convenció con lágrimas de cocodrilo para llevarlo.

Por todo esto será mejor que me vaya, no soportare los recuerdos, ni ver dónde estuve con Héctor.

Me dolía el alma, más de lo que me dolió por lo que me hizo Daniel.

-Isa recibiste mi mensaje. Apareció Daniel.

-No... Y no me interesa nada viniendo de ti. Le dije.

-Isa... El casamiento fue un arreglo que vence en dos años... Espérame hasta entonces... Y estaremos juntos.

-Ja... Ja ... Ni loca. Refute molesta.

-No tengo nada con Anto. Me dice

-No me interesa y no me vuelvas a buscar, ni mensajear, ni nada. Le dije molesta.

Cada vez me convence más que es mejor irme.