El Alfa Caído

Capítulo XIII:

Subí a la superficie con el corazón agitado. Las palabras de los prisioneros resonaban en mi mente como un tambor de guerra. ¿Kael, el alfa que soñaba con la paz, ahora convertido en un líder que usaba el nombre de su hermano muerto para sembrar miedo?

No. No podía aceptarlo. Caelum me esperaba fuera del calabozo, su mirada preocupada.

Caelum: ¿Qué dijeron?

Aeris: Que Kael ordenó todo. Que usa el nombre de Raegon para expandir su legado. Que... está con el Omega que fue suyo. —Caelum frunció el ceño, pero no dijo nada.

Aeris: Voy a ir a verlo. No puedo quedarme con esta versión. Quiero escuchar su verdad.

Caelum: ¿Y por qué te importa? — Me pregunta aún más confundido

Aeris: solo necesito saber

Caelum: ¿Que relación tenías con ese tipo? — Yo lo veo sorprendido por el tono tosco con el que me habló. Tomo su mano

Aeris: No es nada de lo que crees — Digo tratando de calmarlo y alejar los malos pensamientos de su mente — Solo que los conocí y por eso me sorprende la información que esos alfas me dieron — Veo como su mirada me evalúa y luego asiente

Caelum: Entonces iré contigo mandaré a alguien a informar que estaremos de visita — yo asiento y siento como Caelum me jala del brazo y me pega a él — Haré esto porque en verdad me preocupa lo mal que te veo, pero si veo alguna actitud sospechosa de parte de ese tipo no dudaré ni un minuto en largarnos de allí

Aeris: Lo entiendo — Digo poniendo mi rostro en su pecho y tratando de calmar este sentimiento de opresión. Mi hermano era alguien increíble no creo que se haya vuelto malo, no lo acepto

Si Kael había cambiado, si algo lo había corrompido, necesitaba saberlo. Y si no... entonces alguien estaba manipulando su imagen.

A la mañana siguiente partimos hacia el territorio de la tribu donde alguna vez yo fui líder. Una tribu que levanté con gran esfuerzo y ahora está siendo llevada al caos a crear tantos problemas. Al llegar, los centinelas nos detuvieron. Y nos pidieron que esperará mientras notifican sobre nuestra llegada

Entramos al salón principal. Kael estaba allí, de pie frente al fuego, con la mirada perdida en las llamas.

Aeris: Kael — Mi voz era grave y mi mirada seria — Necesito que me des respuestas. —Se giró lentamente. Su rostro me evaluó unos segundos y luego se levantó para acercarse a mí

Kael: ¿Qué quieres saber?

Aeris: ¿Por qué usas el nombre de Raegon? ¿Por qué permites que se cometan actos en su nombre? ¿Por qué dicen que estás con su Omega? — Kael cerró los ojos por un momento. Mirándome con confusión, no entendía nada. Y lo entiendo un extraño llega de la nada solo para reclamarle cosas que no tienen nada que ver conmigo

Kael: Porque el mundo no escucha a los pacíficos. Porque cuando Raegon murió, entendí que su legado solo sobreviviría si se volvía temido. Y porque... el Omega merece un castigo por lo que hizo.

Aeris: no es cierto — Le reprochó molestó — Además no eres así

Kael: ¿Tu que sabes? No estuviste allí cuando todo paso. No eres parte de este lugar ¿Por qué te involucras en algo que no te incumbe? ¿Quien te crees que eres? — Tenía ganas de decirle quien soy de contarle que después de mi muerte desperté en este cuerpo y estoy aquí para hacerlo entrar en razón

Aeris: Hermano — Digo bajito para luego abrazarlo — ¿Aún conservas la piedra que te di en tu cumpleaños número 7? — Él me empuja, sino hubiera sido porque Caelum estaba cerca y me sostiene hubiera caído rudamente al suelo

Kael: ¿Cómo sabes eso? Nadie sabe de eso — Yo miro de reojo a Caelum

Aeris: ¿Caelum podrías dejarnos solos?

Caelum: Eso no. Y no está a discusión

Aeris: Solo serán unos minutos — Veo como duda y está receloso de obedecer — Por favor

Caelum: Solo dos minutos — dice serio mientras sale de la sala, yo dirigo mi mirada a mi hermano. En este momento se ve tan vulnerable como cuando era niño y se escondía detrás de mí tratando de evitar ser regañado por mi padre

Aeris: Es obvio que iba a saber eso. Yo misma te la dí cuando tenías 7 años. Era tu cumpleaños y padre se le olvidó tu fiesta, así que hice un pastel y te lleve al lago para cantar cumpleaños; pero como pase mucho tiempo haciendo el pastel olvide el regalo, así que te di la piedra como una promesa que siempre cuidaría de tí — Kael se acerca a mi y toca mi rostro, se queda unos segundos mirándome a los ojos

Kael: ¿Raegon? — Yo sonrió y recuesto mi rostro en su mano — ¿Cómo?

Aeris: Yo tampoco lo sé, después de mi muerte termine en este cuerpo. Ahora soy un Omega ¿Lo puedes creer? — Acaricio el cabello de Kael — Mi dulce hermanito menor. Ahora eres más grande que yo — Escucho como ríe y me abraza

Kael: No vuelvas alejarte nunca — Yo asiento mientras correspondo el abrazó

Aeris: Ahora explícame lo de Isma — Siento como sus feromonas se vuelven tensas — No te regañare así que puedes contarme lo que desees

Kael: Tenía una relación con mi primo, se pusieron de acuerdo para acabar contigo. Pensaban que yo era un débil y que nunca haría nada, estaban equivocados tu eras la única persona que me hacía ser bueno. Y perderte fue algo duro para mí, hermano me vengue por ti y por mí — Escuchar a mi dulce hermano hablar de esa manera hizo que mi corazón doliera — Ya nadie te lastimara

Aeris: ¿Dónde están? — Él toma mi mano con una gran sonrisa

Kael: Te gustará lo que hice, te lo aseguro — Me lleva a una habitación donde estaba Isma atado de pies y manos en la cama, su boca tenía un trapo haciendo imposible que gritara y su cuerpo estaba lleno de moretones — Y nuestro querido primo está aquí — Dice girandose para mostrarme como arriba de la puerta Por dónde entramos estaba la cabeza de Federico — ¿Lo hice bien? — Me pregunta esperando ser felicitado por mí, pero me siento un poco mal que él haya tenido que ensuciar sus manos

Aeris: Lo hiciste bien, solo que me molesta que te hayas adelantado — Digo riendo, veo al Omega atado en la cama — Acaba con la escoria esa no deseo que siga viviendo — Él asiente y yo salgo de la habitación seguido de Kael el cual me abrazaba por la espalda. Al llegar a la sala me encuentro con Caelum el cual me buscaba con la mirada — Aquí estoy — Digo con una sonrisa, Pero sus ojos se posan en los brazos que rodeaban mi cintura — Kael ya suéltame

Kael: No quiero. Tengo miedo de que te vuelvas a ir — Mierda hará que Caelum malinterprete todo

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Kael 24 años. Actual líder de la tribu Garras de Hierro