El Duque Frío Y La Marquesa Reencarnada

Isabel quedó muy pensativa por lo que dijo la señorita Mendoza, solo camina por qué Kael la lleva de la mano Pero sus pensamientos están muy lejos de ahí.

-Isabel, estás bien?

-He? Si...

-Sube al carruaje, no me tardo debo encargarme de algo.

El la ayuda a subir y el entra nuevamente al hospital, en los pasillos se detiene.

-Estas ahí?

Un centinela sale de la oscuridad, pone una rodilla en el piso en señal de saludo

-Si mi señor.

-Vigila a esa mujer y a su familia, si ella intenta algo en contra de Isabel, MATALA!

-Como ordene.

Kael regresa al carruaje llevándose la sorpresa de que Isabel se ha dormido, al llegar al palacio la sube a su cuarto.

-Joven déjela en la cama, yo le quitó los zapatos.

-Si, está el marqués?

-No, de hecho no hay nadie, salieron a cenar, los señores mandaron recado al hospital Pero creo que no lo recibieron o llegó tarde el mensajero.

-Ya entendido, bueno espero afuera me quedaré un rato

-Pero joven...

-Tu estás aquí solo espera en la sala del cuarto y el caballero está en la puerta.

-Bueno, está bien.

Así Isabel duerme y Kael está a su lado, no quiere dejarla sola.

-Si pudiera te llevaría conmigo, no dejaré que nada te pase.

Él solo la ve dormida y acaricia su cabello, Isabel solo sueña con su vida anterior, ahora no está sola tiene una familia, esta Kael a su lado.

-No me dejes... Yo quiero estar contigo -Le decía entre sueños-

-Como?

Isabel dormida se acomoda en su pecho, en eso despierta y ve a Kael.

-Estoy soñando?

-No... -Decía un poco apenado -

Ella se levanta por la sorpresa

-Que haces en mi cuarto.

-Te dormiste en el carruaje, no te quise despertar, no están tus padres y no te quise dejar sola.

-Gracias

-Isabel no quiero que estés sola, debes salir con tu caballero siempre.

-Por la señorita Mendoza, no hará nada.

-Isabel... Los ojos de esa mujer eran de odio hacia ti, no quiero que te pase nada.

-Kael... Tú que sientes por mí?

-He? Bueno yo... Yo quiero que estés a mi lado, el solo hecho de pensar que puedes estar en peligro me asusta

-Tú me gustas.

-Tú también me gustas, me gusta como eres, tu rostro, tu cabello, todo de ti.

Un poco apenados los dos solo sonríen, ella acaricia el rostro

-Quiero ver tu forma de lobo, puedo?

-Si puedes Pero ahora no, creo que tus padres llegaron debo irme.

-Solo un momento

Ella lo abraza, el corresponde su abrazo y le da un beso en la frente, sale del cuarto, la doncella entra para ayudar a Isabel a cambiar su ropa

Kael baja y saluda a los padres de Isabel.

-Kael, que haces arriba.

-Marquez puedo hablar con usted.

-Heee?

La marquesa le da un codazo para que salga de su asombro.

-Solo será un momento

-Si claro vamos al despacho.

La marquesa solo se despide de él y sube, los dos van al despacho.

-Dime, que sucede?

-Primero a Isabel la va a cuidar un centinela, hoy sucedió algo en el hospital.

-Que paso?

Kael le cuenta todo lo sucedido con la señorita Mendoza, su padre también duda de que pueda hacer algo, pero Kael no piensa correr ningún riesgo.

-Está bien, si así estás más tranquilo que tu centinela la cuide.

-Gracias, también... Quiero que me permita seguir viniendo, yo... Yo tengo sentimientos hacia Isabel y ella también, quiero tener una relación con ella para que en un futuro sea mi esposa.

-Si está bien... Queeee? -El Márquez está sorprendido, aunque él ya se había dado cuenta de todo-

-Perdón si se lo digo así, Pero si interviene mi padre hará un compromiso y no quiero forzar las cosas, solo deje que nos conozcamos más.

-Kael, te conozco desde niño, yo solo quiero que mi hija sea feliz, si lo es contigo tienen mi permiso, sé que ambos son responsables, cuídala.

-Entiendo, no se preocupe yo sé respetarla, no pienso faltarle al respecto, se lo prometo.

Karl le da la mano al marqués y se despide, al llegar a su palacio también le comenta a su padre lo sucedido y los planes que tiene, él solo lo apoya y quiere que sea feliz.

Días después se nota que Kael va en serio pues llega con flores todos los días, deja a Isabel en el hospital y la va a recoger, la señorita Mendoza ha sido Dada de alta, se recupera en su casa

-Madre que dijo la Duquesa.

-Ella no me hizo caso, cuando llegue tu padre hablaré con él.

-Debo verlo otra vez ** esto no debe pasar, yo soy la protagonista de esta historia, él debe amarme**

-Te dejo dormir, debes descansar

Su madre sale y ella se quedó pensando

-Que demonios pasa? Es por ella, si es ella, esa estúpida intenta quitarme algo que es mío

-Mi señorita, de que habla?

Su doncella entraba, le traía la comida.

-Dolo déjala ahí y déjame sola.

-Bien -Ella sale a toda prisa-

-Debo hacer, esta vida debía ser perfecta, sin hospitales, sin medicinas, sin agujas, debo ser feliz, él es el amor de mi vida, yo debo tenerlo.

Aquella joven solo se ha obsesionado con lo que cree que es su vida, la vida que Isabel le está robando.

**Recuerdos**

-No puedes quitármela... es mi hija.

-La dejas sola todo el día, tuve que tirar la puerta para entrar.

-Tu nos dejaste solas, ella es mía si la quieres debes regresar conmigo.

-No, estás enferma, déjame ayudarte, dame a la niña, te llevaré al hospital, te prometo que la verás, Pero no puedo permitir que le hagas daño.

-Tu te fuiste con ella, esa maldita mujer te alejó de nosotros.

-Ella no tiene la culpa, no estamos juntos, si me fui fue por qué no te amo, cometimos el error de casarnos solo por qué te embarazarte, esa mujer como tu la llamas, jamás me aceptó por qué estaba casado, ni siquiera está en el país, yo fui el que se enamoró de ella.

-Eres un idiota, todavía me lo dices

-Raquel por favor, dámela.

-Nooo, tendrás que matarme si la quieres, ella es mía.

-Por favor, no quiero que la lastimes.

Aquel caballero solo se acerca y forcejea con ella, ella empieza a gritar y a pedir ayuda, los vecinos le hablaron cuando en varias ocasiones ha escuchado a la bebé llorar.

La llevan al hospital y el doctor confirma que no ha tomado sus medicamentos.

-Señor su esposa debe ser internada en el hospital psiquiátrico, su estado mejorará con el tiempo.

-Bien.

El intento por un par de años de llevarle a la niña, pero ella empezó a rechazarla y su condición empeoró, poco a poco se perdió en su cabeza, hasta que murió, reencarno en una pequeña niña que soñaba con su verdadero amor, le dieron la oportunidad de elegir su camino, pero ella estaba convencida de que llegaría el momento de conocer al amor de su vida.

**Fin del recuerdo**

-Ella no me robará lo que es mío, él es mío, mi vida perfecta no será arruinada por ella, está vez no.