En un mundo donde la cultura y el trabajo se entrelazan, Sofía Gómez, una joven y talentosa diseñadora gráfica colombiana, se aventura en la vibrante ciudad de Seúl, Corea del Sur, en busca de nuevos desafíos. Al unirse a una prestigiosa empresa de diseño, se encuentra con Ji-Hoon, el enigmático y atractivo presidente, cuya exigencia y misterio la intrigan.
Mientras Sofía se adapta a su nuevo entorno y se esfuerza por demostrar su valía en el competitivo mundo del diseño, comienza a sentir una conexión inexplicable con Ji-Hoon. Sin embargo, su relación se ve complicada por las barreras culturales, la jerarquía laboral y los secretos del pasado.
A medida que Sofía navega por las complejidades de la oficina y la cultura coreana, debe enfrentar sus propias dudas y temores. ¿Podrá superar los obstáculos y encontrar su lugar en esta nueva realidad? ¿Y qué pasará cuando su corazón se encuentre atrapado en una red de sentimientos prohibidos?
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Capítulo 23: “Rumores en la Gala”
El sol comenzaba a bajar, y la luz dorada del atardecer iluminaba la playa donde se llevaría a cabo la gala. Las olas rompían suavemente contra la orilla, y un fresco aroma a mar llenaba el ambiente. Sofía se sentía un poco abrumada mientras miraba el impresionante montaje que los organizadores habían preparado: mesas decoradas con flores frescas, luces colgantes que comenzaban a encenderse y un escenario al fondo, donde se presentarían algunos de los discursos de la noche.
Sofía, con su vestido azul noche, intentaba integrarse al ambiente, pero algo seguía rondando en su mente. Miró alrededor y se dio cuenta de que, a pesar de que la mayoría de los asistentes ya estaban ahí, el presidente Ji-Hoon todavía no había llegado. Frunciendo ligeramente el ceño, se volvió hacia Ji-Young.
"Es raro, ¿no?" comentó Sofía en voz baja. "Se supone que el presidente Ji-Hoon es el encargado de nuestro grupo en el evento... pero aún no ha aparecido."
Ji-Young arqueó una ceja y, con una sonrisa de picardía, miró a Sofía de una forma que le hizo sentir un ligero rubor en las mejillas. "¿Por qué tan preocupada, Sofía? No me digas que sigues pensando en nuestro querido príncipe azul después de aquel día en Insadong."
"¿Qué? No, no es eso," respondió Sofía, nerviosa. "Solo que es un poco extraño que no esté aquí. Él suele ser puntual, y como es el presidente, uno pensaría que... bueno, que estaría presente, nada más."
Ji-Young soltó una pequeña risa y cruzó los brazos, inclinándose un poco hacia Sofía. "Oh, claro, solo eso. Porque me imagino que no tienes absolutamente nada que ver con su retraso. Quién sabe, tal vez el presidente Ji-Hoon está ahorrando fuerzas para venir a rescatarte una vez más. ¿Sabes? Como en las leyendas antiguas, cuando el héroe se hace desear un poco antes de aparecer."
Sofía se quedó mirándola con ojos muy abiertos, sin saber si reírse o sentirse incómoda. "Ji-Young, ¿qué estás diciendo? Él solo me ayudó porque estaba cerca, no es como si fuera a... bueno, rescatarme."
"¡Oh, claro que no!" respondió Ji-Young, moviendo las manos en un gesto dramático, como si Sofía fuera la que estaba interpretando las cosas de forma errónea. "Es solo una superstición que me inventé. Algo sobre jefes guapos, vestidos elegantes y damiselas en apuros. Ya sabes, el típico cuento de hadas en la oficina."
"¡Para nada! De hecho, eres tú la que está imaginando cosas entre el presidente y yo," se defendió Sofía, intentando sonar casual, aunque el calor en sus mejillas la delataba.
Ji-Young se llevó una mano a la boca, fingiendo sorpresa. "¿Yo? ¿Cuándo dije yo algo de Ji-Hoon? Simplemente hablé de héroes y príncipes... y tú ya estás pensando en el presidente Ji-Hoon. Hmm, interesante, muy interesante."
Sofía, sintiéndose cada vez más expuesta, miró a su alrededor, tratando de encontrar una excusa para cambiar de tema. "Oye, ¿no crees que deberíamos ir a saludar a los demás? Seguro que el Sr. Min-Soo ya está aquí y nos está buscando. Además, me gustaría conocer a los otros invitados."
Ji-Young rió por lo bajo, divertida por el intento de Sofía de evadir el tema. "Está bien, Sofía, no diré más. Pero que conste, yo solo comentaba de príncipes azules en general. Tú fuiste quien empezó a pensar en alguien específico," concluyó, guiñándole un ojo.
Sofía sacudió la cabeza y trató de concentrarse en el evento, aunque no podía evitar sentirse un poco intrigada. Después de todo, era cierto que desde aquel encuentro en Insadong, había habido ciertos momentos en los que sentía una conexión inesperada con el presidente. Sin embargo, justo cuando comenzaba a perderse en sus pensamientos, la llegada de una figura conocida la devolvió a la realidad.
El presidente Ji-Hoon, vestido con un elegante traje oscuro y un aire de calma, entró al área de la gala, saludando a algunos de los invitados y dirigiéndose hacia el equipo. En cuanto sus ojos encontraron a Sofía, asintió levemente en señal de saludo, y Sofía sintió que el corazón le latía un poco más rápido.
Ji-Young, que había seguido la mirada de Sofía, volvió a sonreír con picardía. "Mira quién finalmente ha llegado. Parece que tu príncipe azul sí hizo su aparición."
"Ji-Young, ¡por favor!" susurró Sofía, dándole un codazo suave. "Es nuestro jefe, nada más."
"Ah, sí, claro," replicó Ji-Young, divertida. "Solo nuestro jefe… que parece estar especialmente atento a nuestra diseñadora estrella," añadió, levantando las cejas de manera significativa.
Sofía decidió ignorar el comentario, intentando concentrarse en el discurso de bienvenida que el Sr. Min-Soo estaba a punto de dar. Pero las palabras de Ji-Young no la dejaban en paz. Al mismo tiempo, no podía negar que el presidente tenía una forma de hacerla sentir especial, aunque fuera solo en los pequeños gestos.
Continuará...