Emma Varela, una joven de 18 años, ha pasado los últimos cinco años de su vida intentando olvidar el trauma de un accidente automovilístico que no solo dejó cicatrices físicas, sino que también le arrebató a su mejor amiga, Sofía. Emma se ha refugiado en los estudios y la natación, evitando a toda costa recordar aquella noche fatídica.
Su mundo comienza a tambalearse cuando Gabriel Muñoz, un joven misterioso y reservado, llega a su escuela. Gabriel, con una mirada cargada de secretos y una actitud distante, se convierte en el centro de atención de todos, pero es a Emma a quien él parece observar más detenidamente.
A medida que Emma y Gabriel se van conociendo, ella descubre que él también tiene su propio pasado doloroso. Ambos empiezan a apoyarse mutuamente, y una conexión profunda surge entre ellos. Sin embargo, emma pronto se da cuenta de que Gabriel sabe más del accidente de lo que el admite.
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Capitulo 16: Más Allá De Las Apariencias
La revelación de Gabriel sobre el diario de su madre había encendido una llama de determinación en Emma. Sabían que encontrar el diario sería crucial para desentrañar el misterio que rodeaba la muerte de su hermana. Sin embargo, también comprendían que no sería fácil. Las apariencias podían engañar, y sospechaban que había más en juego de lo que inicialmente pensaron.
La casa de la familia de Gabriel estaba situada en un barrio tranquilo, rodeada de árboles y flores bien cuidadas. A primera vista, parecía un hogar perfecto, pero Emma y Gabriel sabían que detrás de esa fachada había secretos oscuros esperando ser descubiertos.
Gabriel había decidido que era mejor ir solo a la casa de sus padres para buscar el diario. No quería arriesgar la seguridad de Emma, y además, pensaba que sería menos sospechoso si lo hacía solo. Sin embargo, Emma insistió en acompañarlo.
—No voy a dejarte solo en esto, Gabriel. Estamos juntos en esto, y juntos encontraremos la verdad —dijo Emma con determinación.
Gabriel asintió, agradecido por su apoyo.
—Está bien, pero debemos ser cuidadosos. Mis padres no deben sospechar nada.
Llegaron a la casa un sábado por la tarde, cuando sabían que los padres de Gabriel estarían fuera por unas horas. Entraron con cuidado, cerrando la puerta detrás de ellos.
—El diario debería estar en el estudio de mi madre —dijo Gabriel, guiando a Emma por el pasillo.
El estudio estaba impecablemente ordenado, con estantes llenos de libros y una gran mesa de escritorio en el centro. Gabriel comenzó a revisar los cajones, mientras Emma examinaba los estantes.
Después de unos minutos de búsqueda, Gabriel encontró una caja de madera en uno de los cajones inferiores del escritorio. La abrió con cuidado y dentro encontró un diario antiguo, con la cubierta de cuero desgastada.
—Lo encontré —dijo Gabriel, sosteniendo el diario con manos temblorosas.
Emma se acercó, observando el diario con curiosidad y aprensión.
—Ábrelo. Veamos qué hay dentro.
Gabriel abrió el diario, pasando las páginas con cuidado. Las primeras entradas eran normales, describiendo eventos cotidianos y pensamientos personales. Sin embargo, a medida que avanzaban, las entradas comenzaron a volverse más preocupantes.
—Mira esto —dijo Gabriel, señalando una entrada en particular.
"Hoy recibí una llamada inquietante. Me dijeron que la muerte de mi hija no fue un accidente. Que hubo alguien más involucrado. No sé qué pensar, pero no puedo ignorar esto. Debo investigar más."
Emma leyó la entrada en silencio, sintiendo una mezcla de miedo y determinación.
—Esto confirma lo que tu hermana te dijo en el sueño. No fue un accidente. Alguien más estuvo involucrado.
Gabriel asintió, su rostro pálido pero decidido.
—Tenemos que descubrir quién fue. Mi madre debió haber encontrado algo más.
Continuaron leyendo el diario, buscando cualquier pista adicional. Finalmente, encontraron una entrada que parecía revelar más detalles.
"Después de semanas de investigación, descubrí algo alarmante. Una figura influyente en la comunidad, alguien en quien confiábamos, estuvo involucrado en la muerte de mi hija. No puedo creerlo, pero las pruebas son claras. Debo decidir qué hacer con esta información."
Emma y Gabriel se miraron, sabiendo que estaban cerca de descubrir la verdad.
—¿Quién crees que es? —preguntó Emma, su voz apenas un susurro.
Gabriel frunció el ceño, tratando de recordar cualquier detalle relevante.
—Hay varias personas influyentes que podrían estar involucradas, pero hay una en particular que siempre me ha parecido sospechosa. El jefe de mi padre. Siempre ha sido muy cercano a nuestra familia, pero había algo en él que nunca me gustó.
Emma asintió, sintiendo que estaban en el camino correcto.
—Debemos investigar más sobre él. Encontrar pruebas que confirmen su implicación.
Con una nueva dirección en su investigación y la determinación de ir más allá de las apariencias, Emma y Gabriel se prepararon para enfrentar la verdad, sin importar cuán oscura o peligrosa pudiera ser. Sabían que estaban a punto de descubrir secretos que habían permanecido ocultos durante mucho tiempo, y estaban listos para enfrentarlos juntos.
