Entre Dos Mundos: El Encanto De La Mitad Y Mitad

Al llegar al baile, las luces y la música llenaban el ambiente de una alegría contagiosa. El gimnasio de la prestigiosa preparatoria Mox-A había sido transformado en un lujoso salón de baile digno de una gala. Al cruzar las puertas dobles, los estudiantes eran recibidos por una alfombra roja que conducía al interior, dándoles la sensación de estar entrando a una noche de estrellas.

Las paredes del gimnasio, normalmente austeras, estaban ahora cubiertas con elegantes cortinas de terciopelo azul marino y dorado, creando un ambiente de opulencia y sofisticación. Hileras de luces centelleantes estaban colgadas desde el techo, formando un techo estrellado artificial que iluminaba suavemente el espacio con un resplandor cálido y acogedor.

En el centro del salón se encontraba una pista de baile amplia y reluciente, hecha de parquet pulido, que reflejaba las luces y el brillo de las decoraciones. A su alrededor, mesas redondas adornadas con manteles blancos y centros de mesa elaborados con flores frescas y velas flotantes, ofrecían a los invitados un lugar para descansar y conversar. Cada mesa tenía sillas elegantemente vestidas con fundas de satén y lazos dorados.

Un escenario al fondo del salón albergaba a una banda en vivo, cuyos músicos vestidos de traje interpretaban una mezcla de clásicos y éxitos contemporáneos, llenando el aire con melodías que invitaban a bailar. A un lado del escenario, un DJ estaba preparado para continuar la fiesta con ritmos modernos una vez que la banda terminara su actuación.

En una esquina del salón, se encontraba una mesa de buffet adornada con una variedad de exquisitos platillos, desde delicados canapés hasta postres decadentes, todos presentados de manera artística y apetecible. Un bar sin alcohol ofrecía una selección de cócteles y refrescos decorados con frutas y sombrillas coloridas.

Además, un fotomatón decorado con cortinas brillantes y accesorios divertidos estaba disponible para que los estudiantes capturaran recuerdos de la noche, mientras que una zona lounge con sofás cómodos y cojines decorativos proporcionaba un lugar para relajarse y charlar lejos del bullicio de la pista de baile.

El ambiente estaba lleno de risas y conversaciones animadas, con los estudiantes luciendo sus mejores galas, desde vestidos de alta costura hasta trajes bien cortados. La emoción y la alegría eran palpables en el aire, haciendo que la noche de graduación en la preparatoria Mox-A fuera una experiencia inolvidable para todos los presentes.

Cuando Liz llegó al lugar se mezcló con sus compañeros, saludando y recibiendo cumplidos sobre su atuendo. A pesar de todo, no podía dejar de pensar en Demian e inconscientemente lo buscaba entre la multitud, como esperando que estuviera ahí solo por ella.

Mientras caminaba por el salón, vio a Mel acercarse. "¡Liz! Te ves increíble," exclamó Mel, dándole un abrazo.

"Tú también, Mel," respondió Liz, tratando de mantener una actitud positiva. "¿debía haber invitado a Demian?"

Mel asintió con la cabeza. "Quizá debiste hablar con él. ¿No le dijiste que viniera contigo?"

Liz suspiró. "No tuvimos la oportunidad de hablar después de aquella noche. No sé qué pensar, aunque tampoco es que el supiera que hoy seria mi baile de graduación"

"Pues deberías disfrutar la noche de todas formas. Aquí estamos para divertirnos," dijo Mel, tratando de animarla.

Liz asintió y decidió dejar de preocuparse por un momento. La música cambió a una canción animada, y Mel la llevó a la pista de baile. Por un rato, se dejaron llevar por el ritmo, riendo y disfrutando del ambiente.

Sin embargo, en el fondo de su mente, Liz seguía confundida y con ganas de ver a Demian. La noche era joven, y aún había tiempo para que las cosas cambiaran.

"¿Y si le mando un mensaje?", pensó Liz. Realmente quería que Demian estuviera allí, pero ¿cómo se suponía que él supiera qué día era hoy si ella nunca se lo había dicho? La culpa la abrumaba, y la espera de que apareciera mágicamente le parecía cada vez más absurda.

Decidida, sacó su teléfono y escribió un mensaje rápido: "Hola! Hoy es mi baile de graduación y me encantaría que estuvieras aquí. Siento no habértelo dicho antes. ¿Podrías venir? Esta es la dirección".

Después de enviarlo, se quedó mirando la pantalla, esperando una respuesta. En ese momento abrió los ojos como platos, se había confundido de numero, con todos los pensamientos que llevaba en la cabeza no se dio cuenta que escogió el número de Kai en vez del de Demian, asi que borro rápidamente el mensaje y lo envió nuevamente al número correcto. Los minutos pasaron lentamente, y el nerviosismo aumentaba con cada segundo. Finalmente, decidió que no podía dejar que esto arruinara su noche. Guardó su teléfono y trató de disfrutar el momento.

Mientras Liz bailaba con sus amigos, notó una figura familiar en la entrada del salón. Era Demian, vestido con un elegante traje negro, buscando a alguien entre la multitud. Su corazón dio un vuelco y sintió una mezcla de alivio y emoción.

"¡Demian!"- gritó Liz, corriendo hacia él. Cuando sus miradas se encontraron, una sonrisa se dibujó en sus rostros. -"No puedo creer que hayas venido."

"Sabía que hoy era importante para ti, así que decidí venir.- dijo Demian, acercándose.

"Gracias por estar aquí."-dijo Liz, sintiendo que todas sus preocupaciones se desvanecían. Justo en ese momento, Mel apareció detrás de Liz, observando la escena con curiosidad, de la misma manera apareció Kai con una elegante chaqueta de terciopelo negro, una camisa de seda blanca, un chaleco de brocado en tonos plateados, pantalones de lana negros a juego con la chaqueta y botas de cuero negro brillante, parecía todo un conde.

Kai!! ¿Qué haces aquí?- dijo Liz muy sorprendida.

"Hola, Demian. No esperaba verte aquí", dijo Mel con una sonrisa, aunque sus ojos mostraban un destello de celos.

"Hola, Mel. Decidí acompañar a Liz", respondió Demian, tratando de parecer relajado.

"Me enviaste un mensaje, para que viniera."- respondió Kai a Liz.

"Muchas gracias por invitarlo Liz."- Le susurró Mel a Liz por hacer que llegara Kai.

"Tienes razón, yo te envié un mensaje. Espero que no te moleste acompañar a mi amiga Melissa hoy..." dijo Liz, algo nerviosa por involucrar a Kai con Mel.

Mel miró a Liz, esperando que le presentara a Kai, y luego volvió su atención a Demian. "¿Cómo te va, Demian? Nunca hemos hablado, pero seguro que has estado ocupado últimamente."

"Sí, la universidad me ha mantenido bastante ocupado", dijo Demian, sonriendo amablemente.

Liz, sintiendo la tensión en el aire, intervino. "Kai una disculpa, pero te presento a Demian, y también quiero presentarte a Melissa.

"Mucho gusto, Demian. Soy Kai Nectaria. ¿Nos hemos visto antes?" dijo Kai, algo desconcertado. Luego miró a Mel y agregó: "También es un gusto conocerte, Melissa. Creo que puedo acompañarte esta noche, a petición de Liz."

"Mucho gusto, Kai. Soy Demian Duat. Tu cara me suena de algo, pero no sé de dónde."- respondió Demian, tratando de recordarlo.

"Encantada de conocerte, Kai. No seas tan formal conmigo, puedes llamarme Mel."- dijo Melissa, muy emocionada.

"Vamos a bailar, ¿te parece, Demian?"- dijo Liz tratando de huir de ese embrollo.

"Claro."- dijo él, tomando la mano de Liz y llevándola a la pista de baile. Sin embargo, Mel no los perdió de vista. Algo en la manera en que Demian se movía y su mirada alerta le parecía extraño.

Mientras bailaban, Liz susurró a Demian: "Mel me parece un poco sospechosa. Y estoy preocupada por Kai. Por error le mandé el mensaje que era para ti y lo enredé con Melissa."

Demian frunció el ceño ligeramente. -"No lo sé, pero debemos ser cuidadosos, especialmente después de lo que me contaste sobre ella. Aunque, no entiendo por qué te preocupa tanto Kai. ¿Acaso hay algo entre ustedes que no me has dicho?" - preguntó, recordando el día en que los vio abrazados.

"¡Por supuesto que no! Es solo que... no sé cómo decírtelo. Le prometí a Kai que protegería su secreto. Lo único que puedo confesarte es que no es humano, y por eso corre mucho peligro junto a ella." -dijo Liz, angustiada y dudosa por compartir esto con Demian.

"Esto es un problema, Liz. Tal vez no fue buena idea que viniera ninguno de los dos. Sin embargo, prometí apoyarte en todo, como un buen amigo," - dijo Demian, preocupado por lo que sabía de Mel.

Las palabras de Demian se sintieron como cuchillos afilados atravesando el corazón de Liz. La palabra "amigo" no era algo que ella quisiera escuchar de su boca, y eso le dolía demasiado.

"Entonces, ¿solo viniste a apoyarme como lo haría un amigo, para que no esté sola en el baile?"- preguntó Liz, con la voz entrecortada y conteniendo las lágrimas.

Demian no entendía qué estaba mal ni por qué Liz se comportaba así de repente, por lo que su respuesta fue automática.

"Sí, tú me lo pediste y yo quería mostrarte mi apoyo en un día que parecía importante para ti." -dijo Demian sin pensar.

Esa respuesta le dolió aún más a Liz, dejándole claro que solo ella sentía algo por Demian. Era una tonta ilusión de su parte creer que él sentía lo mismo, al menos desde su perspectiva.

De repente, una música lenta comenzó a sonar y las luces se atenuaron. Liz se puso algo triste, y Demian se acercó más, sintiendo que su corazón iba a estallar de nervios. Pero justo cuando estaba tan cerca de Liz, ella decidió separarse.

"¿Qué sucede?"- preguntó Demian, desconcertado.

"No es nada, solo que debés disculparme un momento, debo ir al tocador."-dijo Liz, girándose mientras una lágrima se le escapaba.

"Entiendo, te esperaré aquí,"- contestó Demian, notando la lágrima en la mejilla de Liz cuando se dio la vuelta.

Demian se fue frustrado a una esquina del salón de baile, donde nadie más podía verlo. Se preguntaba a sí mismo en qué se había equivocado. ¿Qué hizo mal para hacer llorar a Liz? ¿Acaso mencionó algo sin darse cuenta? Fue entonces cuando recordó el momento en que la conversación cambió y Liz dejó de sonreír.

"¡Ahhh! ¡Soy un tonto! ¿Por qué le dije que como amigo? Pude haberle dicho que me gusta y que quería verla, esa fue la razón por la que vine."- Se lamentó Demian, lleno de rabia, golpeando levemente la pared sin pensar en las consecuencias.

¡Pow! Se escuchó un leve estruendo que todos ignoraron rápidamente debido al alto volumen de la música. Todos, excepto Melissa, quien siempre estaba alerta debido a su entrenamiento como cazadora. Vio a Liz cerca de los baños y a Demian en la otra esquina. Cuando él se alejó para encontrarse nuevamente con Liz, Melissa aprovechó para investigar. Se acercó a la pared y notó algo extraño: estaba claramente deformada por un golpe, como si hubieran usado un martillo. Sin embargo, no había ninguna herramienta a la vista, y solo Demian había estado allí recientemente, lo cual levantó sus sospechas.

Demian y Liz se encontraron nuevamente en la pista; ella ya parecía estar mejor, pero Demian no podía sacudirse la inquietud.

"Liz... yo... quiero decirte que lamento haberte hecho sentir mal. Tal vez dije algo que te lastimó sin darme cuenta. Tú realmente... me..."- dijo Demian, con la mirada fija en los ojos de Liz, su voz cargada de una angustia palpable y nervios por estar apunto de confesarle sus sentimientos.

Justo cuando estaba a punto de terminar, Mel apareció, interrumpiendo abruptamente a Demian.

"Liz, ¿puedo hablar contigo un momento?" -preguntó Mel con una voz suave pero firme.

"Claro, Mel"- respondió Liz, algo nerviosa.- "¿Podemos hablar luego, Demian?"

"Por supuesto"- dijo Demian, un poco decepcionado y observando con cautela cómo Liz seguía a Mel hacia un rincón más tranquilo del salón.

"Liz, necesito preguntarte algo"- dijo Mel, mirándola directamente a los ojos. -"¿Sabes algo sobre Demian que no me hayas contado?"

Liz sintió un nudo en el estómago.- "¿A qué te refieres, Mel? Además, ¿por qué te interesa Demian de repente? Pensé que te gustaba Kai."

"No me mal intérpretes Liz, no es lo que piensas, no siento nada sobre Demian, creo que Kai es muy amable y te agradezco por invitarlo, definitivamente es mi tipo, pero ese no hes el punto, vi algo raro hace rato y he estado investigando un poco después de saber que ya sería la líder de los cazadores, descubrí algo inquietante."- dijo Mel, sacando un pequeño libro antiguo de su bolso.- "Encontré esto en la biblioteca de mi padre. Habla sobre criaturas sobrenaturales y... creo que Demian es uno de ellos."

Liz sintió que su corazón se detenía, comenzando a sudar frío. -"¿Qué estás diciendo, Mel? ¿Como puedes decir semejante ridícules, acaso no prometiste dejar eso de tu herencia de lado."

"Hay algo en él que no es humano, Liz. Y tengo pruebas" -dijo Mel, abriendo el libro en una página específica que mostraba un dibujo de un ser con habilidades extraordinarias.- "Mira esto. La descripción coincide con lo que he observado en Demian el dia de hoy, estoy segura que el dejo ese golpe en la pared del gimnasio y eso es algo que definitivamente no pueden hacer los humanos."

Liz miró el libro, su mente corriendo a mil por hora.- "Mel, esto es ridículo. Demian es solo... Demian, igual que el resto de las personas que están aqui."

"¿Estás segura, Liz?" -preguntó Mel, con una expresión de preocupación e incredulidad.- "Porque si estás en peligro, necesito saberlo, como amiga y como alguien que te quiere proteger, mira la descripción del libro, coincide con lo qué acabo de ver de Demian."

Antes de que Liz pudiera responder, Demian apareció detrás de ellas. -"¿Qué está pasando aquí?"

Mel lo miró fijamente. - "Creo que sabes exactamente lo que está pasando, Demian. ¿Qué eres realmente? Admite que tu golpeaste esa pared."- dijo Mel sin basilar, llena de determinación.

Demian tomó un profundo respiro, buscando las palabras para salvar la situación.- "En verdad no se que tienes en mi contra, pero yo solo vine aqui por Liz, a ti apenas te conozco Melissa."

"Por favor, Mel, ya basta,"- dijo Liz, tratando de mantener la calma.- "Demian es igual que nosotros. No entiendo por qué de pronto sospechas de él. No lo conoces bien. Solo porque tu padre tenía un libro con una descripción que aparentemente coincide con Demian, no significa que él sea ese ser. Debes pensar esto mejor, Mel. Sé que después de hoy serás la líder de los cazadores que mencionaste, pero eso no te da derecho a actuar así con gente que apenas conoces."

Liz miraba a Mel con firmeza, tratando de desviar sus sospechas y proteger a Demian. Ella sabía que estaban en peligro si Mel descubría qué ambos son seres mágicos, sin olvidar al pobre de Kai que llego ahi por error.

"No lo entiendes, Liz," -susurró Mel con urgencia, frente a Demian. -"Si este libro tiene razón, Demian podría ser un mago muy peligroso para ti, para Kai y para todos los que estamos presentes. Si es así, debo deshacerme de él a como de lugar."

"¡Ya basta, Mel!" - exclamó Liz, al borde de las lágrimas.- "Deja de pensar que todos son peligrosos y que quieren hacernos daño. No conoces a ningún ser sobrenatural como para decir eso. Solo te basas en tu legado sin saber la verdadera verdad."

"¿No te entiendo, Liz?" -dijo Mel, su voz llena de incredulidad.- "Eres mi mejor amiga. Deberías saber que solo quiero hacer lo mejor para este mundo, y voy a probarlo."

"Debemos irnos."- dijo Liz, tomando la mano de Demian y alejándose hacia la entrada del lugar.

"¿Estás bien?"- preguntó Demian, preocupado.

"Sí, pero no entiendo. Ella cree que eres un mago, y Mel puede ser peligrosa. No quiero un enfrentamiento... tengo miedo de que te pase algo o a Mel. ¿Por qué todo esto es tan difícil? Si tan solo ella no fuera una cazadora, nada de esto sería así, y podríamos evitar una nueva era oscura, y quizás hasta hubiera considerado contarle en algún momento mi verdadera naturaleza"- dijo Liz, muy triste.

"Tranquila, no debes preocuparte por mí. Recuerda que soy casi un dios. Aun incompleto, puedo cuidarme y protegerte si fuera necesario."- respondió Demian, intentando consolarla.

"¡No quiero otra era oscura, Demian! Hay muchos seres a los que quiero proteger y que no merecen esto." -dijo Liz, su voz llena de desesperación, mientras los seres mágicos que había conocido hace poco se le venían a la mente, pero principalmente Kai que estaba dentro.

Demian la tomó en sus brazos y, con un gran salto, levitó lejos de la vista de los humanos, dirigiéndose a casa.

Para su mala suerte, Demian no se dio cuenta de que alguien los estaba observando. Mel, al salir del baile, los vio justo cuando despegaban del suelo. Kai, que llegaba al lugar buscando a Liz, también se dio cuenta de que Melissa los había visto. Aunque quedó desconcertado al ver a Demian levitar, Mel estaba tan enojada que solo se fijó en los dos que acababan de irse volando, olvidando por completo a Kai e ignorando su presencia allí.

"Liz, ¡cómo pudiste engañarme! ¡Confié en ti! Pero estás cegada por Demian. Él solo quiere hacerte daño y no te das cuenta. ¡Voy a destruirlo y protegerte!" - gritó Mel, enloquecida de poder. Su linaje como cazadora había salido a flote, y se apresuró a regresar a su casa para iniciar el ritual como sucesora.

Kai al escuchar las palabras de Melissa, decidió advertirle a Liz, pero no estaba seguro de a donde se dirigieron. Así que no tuvo más remedio qué enviarle un mensaje advirtiendo y preguntando donde se encontraba, para ir en su ayuda.

Mientras tanto, Demian y Liz llegaron rapidamente su casa, Demian le habría la puerta de su hogar a Liz, invitándola a entrar. Liz aceptó y se dirigieron a la sala.

"Creo que por hoy logramos evitar a Mel, pero... No sé qué pasara si descubre la verdad de lo que soy, ella podrá cambiar de opinión o intentara matarme?" - dijo Liz algo confundida y nerviosa.

"Tranquila Liz, en verdad todo estará bien solo necesitas calmarte un poco, entiendo tu preocupación, pero por ahora no hay nada que hacer." - Dijo Demian tratando de calmar la situación.

"Me llegó un mensaje de Kai. Dice que Mel nos vio volando. Esto no podría empeorar. Voy a enviarle la dirección a Kai; puede que necesitemos su ayuda, aunque una parte de mí no quiere involucrarlo más." -dijo Liz a Demian, algo desconcertada.

"Entiendo. Aunque tal vez no sea necesario meterlo en esto, si te hace sentir más segura tenerlo aquí, deberías decirle que venga." - respondió Demian, con un toque de celos en su voz.