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Una Sirena Para El Ceo Y Sus Hijas Gemelas

Una Sirena Para El Ceo Y Sus Hijas Gemelas

Status: Terminada
Genre:CEO / Completas / Amor prohibido / La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Sirena
Popularitas:24.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Mckasse

En la mágica isla de Santorini, Dylan Fletcher y su esposa Helena sufren un trágico accidente al caer su automóvil al mar, dejando a Dylan ciego y con las gemelas de un año, Marina y Meredith, huérfanas de madre. La joven sirena Bellerose, que había presenciado el accidente, logra salvar a las niñas y a Dylan, pero al regresar por Helena, esta se ahoga.

Diez años después, las gemelas, al ver a su padre consumido por la tristeza, piden un deseo en su décimo cumpleaños: una madre dulce para ellas y una esposa digna para su padre. Como resultado de su deseo, Bellerose se convierte en humana, adquiriendo piernas y perdiendo su capacidad de respirar bajo el agua. Encontrada por una pareja de pescadores, se integra en la comunidad de Santorini sin recordar su vida anterior.

Con el tiempo, Bellerose, Dylan y sus hijas gemelas se cruzarán de nuevo, dando paso a una historia de amor, segundas oportunidades y la magia de los deseos cumplidos.

NovelToon tiene autorización de Mckasse para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Imaginación o locura.

Esa noche, Dylan tuvo pesadillas y volvió a despertarse por el canto. Se quedó de pie en el balcón y cuando la melodía se detuvo, su corazón volvió a agitarse. Entró en su habitación, dejando que la puerta se cerrara suavemente tras él, pero el eco de la melodía que había escuchado aún resonaba en su mente. Aquella voz, tan hermosa, tan etérea, lo perseguía. Estaba convencido de que algo extraño estaba ocurriendo en la mansión, pero, al mismo tiempo, algo dentro de él se resistía a aceptar esa realidad. Se preguntaba si, en su fatiga, había sido víctima de su propia mente inquieta. El canto había sido tan claro, tan real, pero al regresar al jardín y encontrar todo en silencio, se había sentido desorientado, como si no hubiera ocurrido nada en absoluto.

Sin embargo, lo que más le extrañaba era el comportamiento de las gemelas. Había notado que algo escondían, casi no se escuchaban las risas y las peleaderas entre hermanas como antes, como si ocultaran algo que no quería ser descubierto. No podía dejar de pensar en ellas. Desde la muerte de su esposa, las había comprendido más detenidamente, buscando señales de felicidad o tristeza, tratando de saber si el dolor del pasado las afectaba. Pero ahora sentía que había algo más, un secreto en el aire que él no lograba desentrañar. La fecha de su cita con la terapeuta de sus hijas casi se acerca.

Mientras él se perdía en sus pensamientos, las gemelas, en la cueva, aún se mantenían en silencio. Bellerose había dejado de cantar por largo tiempo para no llamar de nuevo la atención. Sus ojos seguían fijados en la oscuridad del bosque, con el corazón acelerado, preguntándose si la magia de su voz había sido suficiente para atraerlo ese día. Pero cuando lo vio alejarse, sintió una mezcla de alivio y tristeza. Ella no estaba lista para enfrentarse a Dylan, no aún. Aunque las gemelas confiaban en ella, ella sabía que, en el fondo, su existencia seguía siendo un riesgo.

Marina fue la primera en romper el silencio.

—¿Crees que papá nos descubrió ayer? —preguntó en voz baja, casi temerosa, mientras se asomaba tímidamente por detrás de un árbol.

Meredith negó con la cabeza, pero su rostro también estaba marcado por la preocupación.

—No, no creo que nos haya visto. Pero... estuvo demasiado cerca esta vez. No podemos seguir arriesgándonos. Si papá se entera de que Bellerose está aquí... —suspiró, no terminando la frase, pero las dos sabían a lo que se refería.

Bellerose se acercó lentamente, mirando a las gemelas con una mezcla de agradecimiento y culpa.

—Lo siento, no quise causar problemas ayer. —Su voz era suave, como un susurro, llena de arrepentimiento. Aunque la alegría de haber cantado en libertad la había llenado, también había una sensación de peligro al saber lo cerca que había estado de ser descubierta.

Marina la miró con cariño y le puso una mano en el brazo.

—No es tu culpa. Si alguien tiene que ser responsable de lo que ocurrió, somos nosotras. Te prometo que, pronto, todo será diferente. Solo tenemos que tener más cuidado, eso es todo.

—Sí... —dijo Bellerose, pero su expresión seguía preocupada. Sabía que no podía seguir viviendo en las sombras. Al menos, no por mucho tiempo. Pero al mismo tiempo, no sabía si podría soportar otra pérdida como la que había sufrido al abandonar el mar.

Las tres permanecieron en la cueva durante un largo rato, hasta que la noche comenzó a dar paso al amanecer. El cielo se iluminaba lentamente, y el aire frío del bosque se suavizaba con la llegada del día. Finalmente, las gemelas y Bellerose se levantaron, preparándose para regresar a la mansión.

—Vamos, es mejor que volvamos antes de que nos encuentren. —Meredith se adelantó, tomando la mano de Marina, que la miró con una sonrisa tímida. Luego se dirigieron hacia el sendero que las llevaría de vuelta a la mansión. Bellerose las siguió, pero no sin un último vistazo a la cueva. La melodía de su canto, aunque silenciada, seguía resonando en su mente.

A la siguiente mañana, las gemelas estaban más calladas de lo normal, las tensiones entre ellas y la necesidad de ocultar el secreto de Bellerose se estaban volviendo cada vez más pesadas. Ninguna de las dos sabía cuánto más podrían mantener el secreto. Y mientras sus corazones se llenaban de ansiedad, Dylan, en su propia habitación, también luchaba con sus pensamientos.

El día pasó sin que nada más ocurriera. Las gemelas fueron a clases, y Bellerose permaneció en su habitación, como siempre, ocupándose de lo que las niñas le habían dejado. Sin embargo, una parte de ella estaba perdida en sus recuerdos, en la lejanía del mar que ya no podía alcanzar. Cada vez que veía el jardín desde la ventana, sentía una punzada en su pecho. Quería volver a nadar, a sentir el agua fresca rodeando su cuerpo, pero más que nada, quería encontrar un propósito en este nuevo mundo. Un propósito que no estuviera ligado al miedo constante de ser descubierta.

Pero esa noche, una vez más, el canto de Bellerose volvió a llenar el aire. Esta vez, no fue un canto suave, sino una melancólica canción llena de anhelo. La sirena, ahora humana, se permitió llorar mientras cantaba, dejando que sus sentimientos fluyeran en cada nota. No sabía si alguien la escucharía esta vez, pero su necesidad de expresarse era más fuerte que cualquier otro temor.

Lo que Bellerose no sabía era que, mientras ella cantaba en la cueva, Dylan no estaba durmiendo. Esa misma noche, como había hecho días antes, se despertó en medio de una pesadilla. Pero esta vez no fue la memoria del accidente lo que lo perturbó. Fue la voz. Esa misma voz que había escuchado en el viento días atrás. La reconoció de inmediato. Se levantó rápidamente, sin pensarlo. Su corazón latía con fuerza mientras caminaba hacia el balcón.

Abrió la puerta de su balcón y ll sonido del canto le llegó más fuerte que nunca. No podía ignorarlo. Algo dentro de él lo impulsó a salir nuevamente, atraído por esa melodía que parecía resonar en lo más profundo de su ser. Pero, al llegar al jardín aún sin poner un pie en el denso bosque detrás de la mansión, el canto cesó al instante. Buscó por todas partes, pero no volvió a escuchar nada. Fue entonces cuando algo extraño ocurrió. El aire parecía vibrar con una energía desconocida. Sintió la presencia de algo, o alguien, cerca de él, pero al girar sobre sus talones, todo estaba vacío.

Intrigado y confundido, Dylan se quedó allí un momento, en medio de la vegetación. No entendía lo que estaba pasando, pero algo le decía que no era una casualidad. Alguien estaba ahí, en el bosque, cantando para él aunque él no podía ver a nadie.

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Lourdes Mencia
Bueno
Esmeralda Bacelis
hermosa..me encanto. directa y sin tantos rollos..felicidades autora..
Oriannys Semeco
Excelente me encanto la historia
Mckasse Escritora: gracias por leer
total 1 replies
Mckasse Escritora
❤️🎊🎉
Mckasse Escritora
❤️
Mckasse Escritora
gracias mi corazón por leer
Ana Gonzalez
un maratón 🙏
Mckasse Escritora: gracias por leer mi corazón
total 1 replies
Andrea Pardo
Es tan maravillosa esta novela, llena de tanta historia mítica y mágica con Amor desbordante mil gracias escritora
Ana Gonzalez
más capitulos 🙏
Andrea Pardo
Pobre Tritón Mirael está enamorado, pero ella ya tiene quien ocupe su corazón ❤️❤️❤️
Andrea Pardo
Hay pobre Bellrouse, se merece toda la felicidad junto a Dylan y creo que ella quedó embarazada
Andrea Pardo
Una historia fascinante llena de magia, gracias Escritora por cada capítulo
Andrea Pardo
una Historia mágica llena de tanto Amor y seres transparentes, sentimientos puros
Andrea Pardo
fantástico, ya me intrigaba cuándo aparecería laboriosa de Fabiola y viene Bellrouse y la pone en su lugar
Andrea Pardo
Mágica historia llena de desafíos y secretos, mucho Amor puro y sincero, maravillosa, llena de transparencia una familia extraordinaria y ella un ser puro. Cada capítulo es sorprendente
Fantástica y Unica
Luz Gomez
mas capitulos
Mary Molina
me atrapó desde su inicio , lo amo ....más capitulos por favor 😍
Luz Gomez
otro capítulo
Luz Gomez
otro capitulo
Luz Gomez
que bno que escribieran toda la novela de una vez.es maluco tener que esperar quita las ganas de seguir leyendo
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