Frío Distante

Los minutos pasaban lentamente esperando que Demian bajara, todos en esa sala se encontraban tensos, la espera lo hacía peor, no querían decepcionarlo aún más y mucho menos llevarse un regaño más de ese hombre. Tras casi cuarenta minutos de espera lo ven bajar las escaleras, Javier quien revisaba su computadora se puso de pie y los demás hombres se enderezaron en señal de respeto.

Aquel hombre en cuanto comenzó a bajar las escaleras se tornó oscura su aura, su rostro estaba serio, sin expresión aun así todos se daban cuenta del enojo de ese hombre, bajo las escaleras y saludo a Javier, se colocó frente a su esposa y no dijo nada por unos minutos, la observo de pies a cabeza fulminante con la mirada.

-váyanse todos!!— ordeno sin dejar de ver a kora a los ojos.

—si señor—

Ninguno perdió el tiempo e inmediatamente se fueron del lugar nadie quería de alguna manera molestarlo aún más de lo que estaba. Kora también quiso seguir a los demás pero el no lo permitió.

—a dónde crees que vas?—cuestiona tomándola del brazo.—a ti nadie te dijo que te podías ir.—regresándola su lugar.—estás feliz de hacer tu mierda aquí irte y después regresar como si nada?—

Kora no se atrevía ni siquiera a verle a los ojos, sabía que estaba en su derecho de reclamarle y no sabía que decirle, así que decidió guardar silencio.

—así es como se comporta una mujer casada? Huyendo!!!, no tolero estás tonterías, hiciste perder el tiempo a todos mis hombres buscándote por días!!!, soy una burla para ti EHH? Lo soy?, o crees que puedes pasar sobre mí cómo si nada... Te equivocas AQUÍ SE SIGUEN MIS ORDENES TE GUSTE O NO!!!—Da un paso colocándose a pocos centímetros de ella, le toma la mandíbula para que lo vea directamente.— por más enojada que estuvieras hay maneras de hacer las cosas y por si no te diste cuenta, tu chiste sito afecto a muchas personas, tu berrinche estúpido afecto a muchos de mis hombres... Estás consiente ahora de lo tonto que fue irte así?—alza la ceja.

— Demian, y que más podía hacer si no me iba así, te lo pedí y te negaste rotundamente... Para qué me buscaste si te desagrada tanto hasta verme para qué me buscaste...—busca la respuesta en los ojos de aquel hombre.

— se te olvida nuestro pequeño acuerdo—suelta haciendo una pequeña pausa.—no sé que fregados me reclamás si tú aceptaste por decisión propia, no me vuelvas a reclamar porque no te lo dejaré pasar otra vez, te queda claro?—

—si señor!!!— replicó, cerrando los ojos.—olvidaba que solo era farsa para usted...no conocía mi lugar, me disculpo—asiente y se dirige hacia las escaleras.

Demian la obliga a parar su paso sosteniéndola del brazo, ambos entrelazan miradas, mirada que no dicen nada la furia de aquel hombre estaba contenida.

—a partir de ahora compórtate como esposa, así que a tu esposo le debes dar las cuentas, no me gusta repetir he sido demasiado blando contigo, que me acueste contigo no te da derecho de creer que tienes oportunidad conmigo te queda claro!!!!.—la suelta abruptamente y se separa un poco advirtiéndole.— no tienes permitido ir a ningún lado sin mis hombres y tampoco sin mi autorización ahora no sales de esta casa, tenías esa libertad y te largaste por supuesto que la perdiste, ve a tu habitación ahí te llevarán la comida.

— Demian!!!!, ni siquiera piensas dejarme salir de la habitación!!!— se regresa a la dirección de Demian colocándose frente a él.—se que hice mal en irme así, pero no crees que te estás excediendo??—cuestiona devastada, casi a punto de soltar en llanto.

—Vete a tu habitación— ordeno con voz fuerte—no me causes más problemas, que ya tengo suficientes.—suelta entre dientes y se va de la sala.

Kora alterada sube a su habitación pensando que pudo haber sido peor, la pudo haber lastimado por fugarse así, se lamentaba haber caído en la amabilidad que fingió hacia ella días atrás, lamentaba hacerse ilusiones de creer que podría pasar algo más que discutir entre ellos.

Después de unos días Demian salió de viaje esta vez solo, la casa la dejo custodiada casi en cada pasillo ella sabía que lo hizo por ella para evitar que se fuera de nuevo, se iría por un largo tiempo tal vez un mes o dos jamás daba explicaciones a nadie y mucho menos a kora a quien aprecia detestar de alguna forma. Los días pasaban kora y Alicia pasaban los días tranquilamente la una con la otra cocinando, hablando y acompañando sé.

Dos meses transcurrieron kora estaba acostumbrada a despertar tranquilamente sin el temor de escuchar gritos, disfrutaba de la tranquilidad que emanaba estar dentro de lo que se podría decir la casa sola, estaba muy tranquila y feliz este día, después de desayunar algo paso un rato en el jardín tomaba fotografías a las flores del jardín también vestía un hermoso vestido color azul.

Mientras admiraba el jardín el sonido de unos gritos la atrajo parecían gritos instintivamente corrió a ver qué estaba pasando, se fue de espaldas y un escalofrío la recorrió al ver cómo cargaban a Demian y traía la camisa manchada de sangre solo quedó paralizada no podía asimilar lo que veía, unos que la vieron indiferente se posaron frente a ella en una fracción de según volviendo en sí para enfrentar la situación.

—que pasa por...— dijo asustada intentando acercarse.—que pasa??, que paso??.—

—señorita debemos atenderlo rápido no tenemos tiempo de explicar está perdiendo mucha sangre—explico el hombre.— ALICIA, ALICIA!!!!, VEN ACA COMO UN CARAJO.!!!—

—sí que paso? —responde Alicia asustada.

—llama al doctor inmediatamente y dile que el señor lo necesita urgentemente.—

El hombre ordenaba a Alicia mientras llevaban a Demian a su habitación colocándolo sobre la cama donde inmediatamente le presionaron la herida después de romper la camisa para descubrir, kora los siguió hasta la habitación paralizada sin saber que hacer, veía como los hombres de su esposo iban de un lado al otro mientras Demian se retorcía de dolor, no sabía que hacer o decir solamente estaba en shock.

—que p-puedo hacer—pregunta a los hombres, acercándose a la cama.

—!!!largate de aqui¡¡¡¡—contesto Demian ahogándose en su dolor.—saquenla!!!!—ordeno.

Los hombres de Demian obedecieron y sacaron a kora ella no hizo ninguna objeción y salió acompañada de uno de ellos, preocupada se quedó frente a la puerta por un rato veía entrar y salir personas de esa habitación hasta finalmente ver cómo todos salían.

—¿cómo está?—pregunta al hombre encargado.—¿dígame qué fue lo que pasó, porque...????—

—señorita...—agacha la cabeza sin saber qué decir, haciendo un silencio por unos cuantos minutos.

—acaso tiene prohibido decirme?, no mejor dicho tengo prohibido saber no. Al menos podría decirme cómo está él?—

—señorita, solo hubo un inconveniente no debe preocuparse, el señor fue atendido de inmediato, solo le queda recuperarse.—

—bien, me alegro de que al menos este fuera de peligro, estaré en mi habitación...—asiente a desánimo y se va a la habitación.

Ciertamente de manera triste se resignó a su papel ante Demian, acepto que no era requerida ni siquiera en una situación así, acostándose sobre la cama a suspiros se quedó dormida, todo en la casa estaba quieto, silencioso pero extrañamente el ambiente dentro era sombrío. Al abrir los ojos ante el murmullo detrás de la puerta la hizo darse cuenta de que ya había amanecido el sol se encontraba alto, kora decidió levantarse, quiso dirigirse a la cocina ni siquiera estaba a un paso de la puerta de su habitación cuando se percató de la presencia de varios hombres a lo largo del pasillo y dos exactamente en su puerta custodiando.

—que pasa??—lanza al aire a manera de sorpresa, observando a su alrededor a todos esos hombres.

—señorita buenos días, nos han ordenado custodiar la aún dentro de la casa, por seguridad.—responde un guardia.

—entonces se equivocaron vayan a la habitación de su señor no a la mía —responde kora molesta.

Kora se dirige a la habitación de Demian entrando sin siquiera tocar en la habitación donde se encontraba Javier y Demian quién ya se encontraba despierto, los dos se quedaron observándola ante lo abrupto de su inesperada entrada.

—Javier—saluda.—no sé que fue lo que pasó, pero no quiero perros guardianes siguiéndome todo el día eso no Demian, por favor avísales que no me sigan, deberían estar aquí contigo no en mi habitación.—reclama.

—es por tu seguridad señorita kora la casa está completamente custodiada, lo que pasó no podemos pasarlo por alto—responde Javier.

Demian solo la observaba como Iba de un lado al otro, no decía nada...kora decidió irse antes que Demian de nuevo la sacará de su habitación, en su mente se preguntaba si estaba o se sentía mejor, si le dolía o necesitaba algo, pero nada de eso expreso solo quería salir de esa habitación, apenas pudo dar tres pasos antes de que la voz ronca y áspera de Demian la parara.

—a dónde vas???, vienes y entras sin siquiera llamar a la puerta y luego te quieres ir como si nada..., mocosa grosera si quiera sabes disculparte por tu falta de modales???—

—a donde voy?, dios tan solo podrías centrarte en descansar.—responde retomando su camino.

—Javier déjanos a solas y no quiero que nadie interrumpa—ordena

—si señor, señorita... compermiso.—obedece.

kora trataba de mantener la calma mientras los ojos de Demian la observaban, cosa que la inquietaba y de cierta manera le daba miedo, decidió hablar primero.

—primero me manda sacar y ahora me llama grosera, que ahora me va a ordenar que lo cuide??—

—y acaso no es tu deber?, eres mi esposa es natural que todos esperen eso no?.—se acomoda, cierra los ojos y agacha la cabeza hacia atrás.— no vuelvas a entrar sin tocar te queda claro!!—

—ahora me está regañando, cuando ayer me saco de aquí!!!!, —

—y hubieras soportado ver todo esto, cuando no estás acostumbrada???, apuesto que no habías visto una herida así en tu maldita vida... crees que no vi como estabas pasmada.—

kora lo observaba recostado en la cama con los ojos cerrados, decide acercarse y se sienta al borde de la cama sin decir nada, Demian al sentir movimiento en la cama alza la mirada viendo a su esposa.

—que haces?—pregunta

—tienes razón no podía haber aguantado ver cómo sufrías de dolor, estaba muy asustada estabas.... Lleno de sangre.... Esperabas que no me importará?—le mira a los ajos con pena.

—y que ibas a hacer eh?, no pienses tonterías acostúmbrate a tu lugar, vete a tu habitación me molesta tu hipócrita cara de preocupación, me molesta tu maldita cara, solo dices tonterías...—exhala pesado recargando se a la cabecera de la cama.

Kora sin palabras solo se queda observándolo pensando en miles de cosas en un intento, quería dejarlo ahi pero su preocupación no la dejaba, entonces penso en rendirse, se levantó de la cama y se fue a su habitación.