NovelToon NovelToon
Encuentro Improbable II "Vísperas Del Ocaso"

Encuentro Improbable II "Vísperas Del Ocaso"

Status: Terminada
Genre:Completas / Malentendidos / La Vida Después del Adiós / Reencuentro / Apoyo mutuo / Pareja destinada / Amor eterno
Popularitas:1.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Matías Duarte Sager

La historia de Zander y Yoriko continúa en esta segunda parte llena de misterios, acción y mucho romance

NovelToon tiene autorización de Matías Duarte Sager para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo VII

El momento más difícil llegó cuando por fin estuvo frente a la puerta. La madera vieja y desgastada parecía susurrar una advertencia silenciosa, un presagio de lo que lo esperaba en el interior. La última vez que había sentido así fue horas antes de la muerte de la joven Aiko, un sentimiento de premonición que lo había dejado con una sensación de vacío y de tristeza.

Ante la mirada incrédula de Kendo, Zander tomó aire y se decidió a golpear. La puerta se abrió sin más y un silencio escalofriante invadió la entrada. Era muy extraño, ya que siempre estaba cerrada, así que de inmediato tuvo un mal presentimiento.

Zander se adentró a la casa, la sensación de mal presentimiento se intensificó con cada paso. El aire se sentía pesado, como si la misma casa respirara un silencio opresivo. Las paredes crujían con el viento, un sonido que le recordaba los gemidos de un fantasma.

La humilde casa, que alguna vez había sido un refugio de calidez y de amor, estaba destruida por dentro. Los muebles se encontraban volcados, las alfombras desgarradas, los libros tirados por el suelo. Era como si un torbellino de violencia hubiera atravesado la casa, dejando tras de sí un rastro de destrucción.

Zander se apuró en llegar a la habitación de Kyo, su corazón latía con fuerza en su pecho, como si quisiera salir de su jaula de costillas. La sensación de miedo se apoderó de él, la oscuridad le parecía más intensa, los gemidos del viento más amenazantes.

Al entrar a la habitación, se encontró con Hana, sentada en una vieja reposera de madera. Su rostro estaba pálido y demacrado, sus ojos rojos e hinchados, sus labios temblaban ligeramente. Sus manos, que alguna vez habían preparado tantos platillos deliciosos, ahora estaban apretadas en su regazo, como si quisieran agarrarse a algo para no perder la esperanza.

Se la notaba triste, como si hubiera estado llorando hace no mucho tiempo. Su cabello canoso estaba despeinado, sus vestidos desgarrados, sus pies descalzos estaban cubiertos de polvo. La violencia que la había atravesado se notaba en cada detalle de su aspecto.

Sobre su rostro se veían marcas rojizas, huellas de los golpes que había recibido. Zander no podía creer lo que veía. La anciana vulnerable, la mujer que los había acogido con cariño en su humilde casa, estaba golpeada. La furia lo invadió, un dolor profundo se apoderó de su corazón.

¿Quiénes habían sido tan desalmados como para hacerle daño a una mujer tan inocente? La pregunta se clavó en su mente como una espina que no podía sacar.

- ¿Qué pasó, Hana? - Zander preguntó con un tono preocupado, su mirada buscaba algún signo de explicación. Las palabras se le atragantaron, la sensación de impotencia lo invadió.

- ¡Zander! ¿Dónde estabas? - Hana respondió con un tono de voz triste, sus ojos rojos y hinchados delatan su sufrimiento. Su voz era un susurro roto por el llanto, un lamento que le destrozaba el corazón.

- Lo siento, tenía algo muy importante que hacer, algo que cambiará nuestras vidas, pero lo importante no es eso, ¿Qué pasó? ¿Dónde está Kyo? - Zander preguntó con un tono de voz insistente, su mirada buscaba algún signo de esperanza. La sensación de urgencia lo impulsaba, la necesidad de saber qué había sucedido lo atormentaba.

- ¡Se lo llevaron! ¡No pude hacer nada! - Hana exclamó con un tono de voz desesperado, sus manos temblaban sin control. La desesperación se apoderó de ella, las lágrimas se deslizaron por sus mejillas como ríos de dolor.

- ¿Quiénes? - Zander preguntó con un tono de voz firme, su mirada era de determinación. La furia comenzó a invadirlo, la necesidad de justicia lo impulsaba a actuar.

- ¡No lo sé! Estaban cubiertos, no los pude ver. - Hana respondió con un tono de voz quebrado por el dolor, su mirada era vacía, como si hubiera perdido toda esperanza. La incertidumbre la atrapó, el miedo la ahoga.

- Tranquila, no pueden haberlo llevado lejos, lo vamos a encontrar. - Zander dijo con un tono de voz firme, su mirada era de esperanza, un rayo de luz en medio de la tormenta. Las palabras eran una promesa, un pacto con ella, con él mismo.

Zander se acercó a Hana, la tomó de las manos con un gesto tranquilizador, tratando de transmitirle fuerza y esperanza.

- No te preocupes, vamos a hacer todo lo posible para encontrar a Kyo. - Zander dijo con un tono de voz convincente, su mirada era de determinación.

- No debemos perder la esperanza. - Zander dijo con un tono de voz firme, sus palabras eran un canto de esperanza en medio del desastre.

Zander se dio la vuelta, su mirada se fijó en Kendo, que observaba la escena con una mezcla de curiosidad y preocupación. La tristeza de Hana y la desesperación en sus ojos lo habían conmovido, pero la responsabilidad lo obligaba a actuar con rapidez.

- Kendo, tenemos un problema. - Zander dijo con un tono grave, sus palabras se tornaron más frías que el aire de la noche.

- ¿Qué ha pasado? - Kendo preguntó con un tono inseguro, la sensación de que algo grave estaba sucediendo lo invadió.

- Nos han cambiado el plan, tenemos que hacer el trabajo de Lord Van ya. - Zander respondió con un tono de voz firme, la determinación lo impulsaba a seguir adelante, a pesar de la incertidumbre.

- Pero no estamos preparados. - Kendo respondió con un tono de voz preocupado, la sensación de que algo iba mal lo atormentaba.

- Lo sé, pero no tenemos opción. - Zander respondió con un tono de voz firme, sus palabras eran un edicto, un mandato que no admitía discusión.

- ¿Y Kyo? - Kendo preguntó con un tono de voz preocupado, la sensación de que algo terrible había sucedido lo invadió.

- Tenemos que encontrarlo. - Zander respondió con un tono de voz firme, su mirada se tornó fría e implacable.

- Pero no sabemos a dónde ni quiénes se lo han llevado. - Kendo respondió con un tono de voz inseguro, la incertidumbre lo atrapó, el miedo lo ahoga.

- Sospecho de unos antiguos socios míos, unos esclavistas que secuestraban niños para luego venderlos. - Zander respondió con un tono de voz grave, sus palabras fueron como un rayo que atravesó el silencio.

- ¿Cómo vamos a encontrarlos? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la sensación de estar atrapado en una trampa mortal lo invadió.

- Primero tenemos que hacer el trabajo de Lord Van. - Zander respondió con un tono de voz firme, su mirada era de determinación. - Luego nos ocuparemos de encontrar a Kyo. - Zander dijo con un tono de voz firme, sus palabras eran una promesa, un pacto con él mismo.

Zander observó a Kendo con atención. El joven era valiente, pero no tenía la experiencia necesaria para enfrentarse a esta situación.

- Tenemos que actuar con cuidado, Kendo. - Zander dijo con un tono de voz grave, su mirada era de advertencia. - No podemos permitirnos ningún error.

- ¿Qué debemos hacer? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la incertidumbre lo atormentaba.

- Primero tenemos que obtener la información. - Zander respondió con un tono de voz firme, su mirada era de determinación. - Necesitamos saber dónde están escondidos esos esclavistas.

- ¿Cómo vamos a hacerlo? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la sensación de estar atrapado en un laberinto sin salida lo invadió.

- Tenemos que buscar en el lugar menos probable. - Zander respondió con un tono de voz grave, su mirada era de intriga.

- ¿A qué te refieres? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la curiosidad lo impulsaba a saber más.

- Tenemos que ir a la corte. - Zander dijo con un tono de voz firme, su mirada era de determinación.

- ¿La corte? ¿Qué buscamos ahí? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la sensación de que algo iba mal lo atormentaba.

- Los esclavistas no son tan tontos como para operar sin protección. - Zander respondió con un tono de voz grave, su mirada era de advertencia. - Deben tener un aliado en la corte, alguien que les permite operar con impunidad.

- ¿Pero cómo vamos a encontrar a ese aliado? - Kendo preguntó con un tono de voz inseguro, la sensación de estar atrapado en un laberinto sin salida lo invadió.

- Tenemos que buscar entre los más poderosos, entre los que tienen más para perder. - Zander respondió con un tono de voz firme, su mirada era de determinación.

- Eso significa que tenemos que infiltrarnos en la corte. - Kendo dijo con un tono de voz inseguro, la sensación de que algo iba mal lo atormentaba.

- Exactamente. - Zander respondió con un tono de voz firme, su mirada era de determinación. - Y lo vamos a hacer. - Zander dijo con un tono de voz firme, sus palabras eran una promesa, un pacto con él mismo.

Zander sabía que el camino que los esperaba era peligroso, pero no tenía opción. El destino los había conducido a un cruce de caminos, un lugar donde el futuro era incierto, un lugar donde la decisión podía ser fatal.

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play