La vida en la época victoriana años después de la segunda revolución industrial y de las dos guerras del opio. Está es la vida de un profesor con su hija y la maldición del vestido azul.
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La familia de Philip
Poco después de rendir el examen, Philip escribe una carta a sus padres y expone.
“Queridos padres
Les escribo por primera vez desde Oxford, me estoy habituando a la nueva cuidad. La universidad es increíble y los maestros también, hoy es mi examen, he estudiado mucho y me siento algo cansado. Hay mucha tarea que hacer todos los días, la biblioteca está cerca al igual que el bar donde voy a desayunar y almorzar.
Espero que ustedes, mis hermanos, mis cuñadas y cuñados y mis sobrinos estén bien.
Los primeros días me fueron algo difícil pero una linda joven me ayudó, es muy gentil, la conocí en el bar, pero también, ella va a leer en la biblioteca, le gusta leer, además ella es la hija de mi profesor.
También les quiero contar que ella ayuda a su padre con el cuidado de sus hermanos, Alexander tiene unos cinco años por su tamaño del otro ha nacido el día de ayer, es prematuro.
Quiero confesar también que ella me gusta, le robé un beso, fue rápido pero sentí cosas muy raras en mi corazón, hace muy poco hemos empezado a salir, ella me gusta y pensar que nuestra primera conversación fue ruda.
Papá, mamá, tienen que conocerla, es linda y me gusta de verdad. Por favor no vayan a buscar mujer para mí, quiero que le convenzan al profesor Lauren para que Sophia sea mi novia y luego mi esposa.
Los quiero mucho Philip”.
Los padres de Philip Michaels están atónitos con la carta de su hijo.
- No lo puedo creer, mi hijo sólo lleva estudiando un mes y ya se enamoró. – el señor Michaels no puede soltar la carta de su mano.
- Imposible, él debe estar confundiendo las cosas ¿Qué le vamos a decir a los Smith? ¿Qué va a pasar con Paisley? Ella es encantadora, bien portada. – la señora Michaels está preocupada.
- Un matrimonio arreglado no siempre funciona – razona Arthur – pero si nuestro hijo está conociendo a una mujer es bueno, eso quiere decir que contraerá matrimonio con alguien que conoce.
- Tienes razón, pero debe estar confundiendo las cosas ¿Cómo puede ser posible que se tenga pareja en sólo un mes y en un lugar que no conoce? Ella debe tener malas mañas. – supone la mujer.
- Aquí en la carta, Philip dice que la conoció en el bar donde va a comer, y que han tenido encuentros en la biblioteca, y otro dato interesante es que es la hija de su profesor, ahora ella cuida de sus hermanos.
- Eso es raro. Debemos investigar el asunto, pongamos un detective privado y que nos traiga fotos de ella.
- Aquí en la carta dice que ya han compartido un beso.
- ¡Philip esta embrujado!
- Nuestro hijo nos pide conocerla y convencer al profesor para que acepte el noviazgo para luego tomarla por esposa.
- De ninguna manera, Philip esta embrujado. – se enterca.
- Iremos a Oxford como visitantes, no nos vendría mal y es un corto viaje de 80 kilómetros.
- ¿Estás seguro de ir hasta allá por una bruja?
- Cariño, las brujas no existen. Con la excusa de visitar a nuestro hijo, vamos a conocer a la joven Sophia y su hermano de cinco años.
- Esta mujer quiere engañar a nuestro hijo pasando un niño como hermano, esa mujer es madre soltera.
- Investiguemos personalmente el asunto y luego sacaremos conclusiones. Responderé a la carta y le diré que estaremos en Oxford este fin de mes, pero que nos quedaremos por una semana, así como también que aceptamos conocer a la joven.
A los tres días, Philip recibe la carta de sus padres, quiere compartir las noticias con su enamorada, así fue a su casa después del almuerzo.
- Sophia – dándole un beso en el cuello – tengo buenas noticias.
Sophia se estremeció con el beso en el cuello, pero cuando Philip terminó su frase, él le roba otro beso, los labios de Philip acarician los de Sophia. Ella se queda muy quieta, su corazón da vuelcos y medio.
- ¿Qué noticias son? – intenta mantener la calma.
- Mis padres vendrán este fin de mes, te van a conocer.
Eso es un balde de agua fría para Sophia, la noticia no es muy buena.
- No tengo ropa decente para recibir la visita de tus padres.
- Yo te lo puedo pagar, es cuestión de tener tiempo para hacer la compra.
- Será la próxima semana, pero no puedo exponer a la calle a Iván. Es muy pequeño. Dejémoslo así.
- Mis padres ya saben que tienes dos hermanos pequeños.
- De seguro querrán hablar con mi padre. Me gustaría que hablen con mis abuelos. A mí padre nunca le he importado.
- Mis padres pueden hablar con tu papá y luego podrían hablar con tus abuelos.
- Escribiré a mis abuelos para que sepan que tendrán visita y el motivo de la visita.
- Perfecto, yo te ayudo con tus hermanos mientras tú escribes.
- Sí aceptan ir a Cambridge, sería conveniente abordar el tren de la mañana, esto permitiría llegar durante la mañana y poder almorzar con tranquilidad.
En estos momentos, Thomas hace su ingreso a casa. Ver a su alumno tan cercano con su hija lo incómoda un poco.
- Señor profesor, ya me iba. Solo quería decirle que mis padres vendrán a hablar con usted este fin de mes.
- Me parece muy bien.
Sophia desaparece con los niños para dejar a su novio y su padre a solas.
- Ahora que Sophia se ha ido con los niños. Me gustaría hablar contigo.
Philip traga grueso la saliva, teme que se oponga a su relación con Sophia.
- Sí, dígame. – está muy nervioso.
- Te veo muy cercano con mi hija.
Philip baja la cabeza.
- Me gusta su hija. – era una voz casi melodiosa.
- ¿Desde hace cuánto tiempo es que están juntos?
- Dos semanas. – sin levantar la cabeza.
- Soy tu profesor, no un extraño. Cuénteme ¿Qué tiene mi hija para que te fijes en ella? Mírame no tengas miedo. – su voz es amigable, pero con un trasfondo amargado.
- No sé por qué, empecé a frecuentarla en el bar y en la biblioteca y de repente se sentí atraído.
- ¿Cuándo empezaste a sentir atracción por mi hija?
- No sé, no me di cuenta.
- Poco antes del nacimiento de mi segundo hijo te vi con ella, la tomabas de la mano
- ¿Yo?
- Eres el único que estaba con ella en ese momento.
- No lo recuerdo. – esta pálido, está mintiendo.
- Bien, de seguro fue un movimiento involuntario ¿Ésta es la razón por la que tus padres vendrán a conversar conmigo?
- Creo que sí, no lo sé.
- ¿Les has dicho sobre el asunto?
- Sí, pero lo más probable es que ellos ni siquiera lo tomen en serio.
- Es probable, apenas ha pasado un mes. Por lo tanto, estar enamorado de alguien en un mes en un lugar donde uno no es resistente, se presta para malos comentarios.
- Lo siento. No pensé en eso.
- Eres muy joven, estás en aprendizaje y es normal que cometas errores. Sólo te puedo aconsejar que para pensar no lo hagas el corazón, hazlo con la razón.
- Gracias por el consejo, con su permiso me retiro.
La semana pasó y llega el día en que llegan los padres de Philip, ellos son recogidos por su hijo en la estación. Ambos padres abrazan a su hijo, un mes que no se ven.
- Mamá, papá, aquí. – levanta su brazo y agita un pañuelo – Aquí.
- Mi niño – mamá corre para abrazar y besar su frente - ¿Cómo está mi bebé?
- Mamá, pronto cumpliré dieciocho años.
- Hasta tus veintiuno serás mi bebé.
- ¿No vas a saludar a tu padre? No estoy pintado. - reclama el señor Michaels.
- Papá, lo siento, hablaba con mamá.
El abrazo entre su hijo es fuerte, papá golpea el omóplato de su hijo.
- Llévanos a una casa de hospedaje, necesitamos un lugar donde pasar la noche.
Philip los lleva a una casa albergue, una vez instalados y con contrato de arriendo pagado salieron con su hijo.
- ¿Dónde almuerzas? – papá preguntó.
- Síganme, es cerca. Cuando Sophia cocinaba, la comida era más rica.
- De modo que esa mujer cocina. - la señora aún tiene prejuicios sobre Sophia.
- Mamá, ella es más joven que yo.
- ¿De verdad?
- Ella tiene dieciséis. Es linda, te va a gustar. – Philip está emocionado.
Caminando y conversando llegan al bar y Philip pide el menú para sus padres. Al terminar de comer, Philip los lleva de paseo por la facultad y la residencia estudiantil. Al atardecer Philip guía a sus padres cuando se encuentran con Thomas Lauren paseando a Alexander, quien lo reconoce de inmediato.
en palabras, que dan por resultado tantas historias. Felicitaciones.