Shopia estudiante de enfermería es engañada por su gran amor, sin querer conoce a un familiar de su ex, con quien conocerá la otra cara del amor.
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Consuelo
Con ternura mi madre me subía el cierre de mi vestido blanco. El día de la boda había llegado, quedamos con Derek vernos directamente en el registro civil, mis padres lo conocerían ahí, siempre soñé con este día, pero no así, ahora la realidad estaba muy fuera de todas las fantasías que había tenido.
— Me hubiese gustado detener el tiempo y que siempre fueras mi pequeña princesa— me dijo mi madre algo triste, porque sabía que esta noche ya no dormiría en mi cama y bajo su cuidado.
— Hay muchos momentos que hemos marcado y que siempre estarán en mi corazón mamá, tengo algo de miedo, porque sé avecina muchas cosas nuevas, pero llego el momento de seguir a mi destinó. Pero aun así espero contar siempre con tu apoyo mamá— le dije abrazándola muy fuerte.
— Mi hija se va a ir de la casa, y ya no hay vuelta atrás, pero mamá siempre estará aquí para quererte y guiarte en tu nueva vida mi amor.
Fue un momento muy emotivo con mi madre, la abracé tan fuerte que me sentí como una niña. Mi padre vino a ver si ya estábamos listas, al vernos su corazón se estremeció y nos abrazo. A pesar de la exigencia de mi padre, era alguien que tenía muy grande el corazón, extrañaría estos momentos con ellos.
El sol me acompañaba con su hermoso brillo, acaricié mi abdomen, para sentirme acompañada, amaba con todo mi corazón al pequeño ser que se formaba dentro de mi. Tenía miedo, pero sabía que con su compañía las cosas serian más llevaderas.
Cuando llegamos al registro civil, Derek ya estaba ahí, tenía puesto un traje oscuro, ahora que lo veía con mucha atención era hermoso, sus ojos grandes y sus labios muy carnosos hacían que de alguna manera me atrajera, en su rostro no había felicidad solo responsabilidad, cuando estaba por acercarme a él, alguien por la espalda me empujó y caí al suelo.
— ¡Eres una puta traicionera!, cerraste muy bien las piernas a mi hijo, pero te abriste con el enemigo— Me gritó la madre Ezequiel.
Derek al ver la situación corrió hacía mi eh intento ayudarme, pero la mujer no se le permitió, también le empujó y le dio una gran cachetada en el rostro, mi madre y mi padre intentaron calmarla.
— ¿Cómo pueden ser cómplices de esta cochinada y permitir que estos dos se casen?— grito la señora a mis padres.
— ¡Nora!, por favor cálmate, mi hija solo está asumiendo su responsabilidad— dijo mi madre.
— ¡Tú!... solo apareciste para arruinar mi vida, le quitaste todo lo que le pertenecía a mi hijo, no conforme con eso le quitaste ahora la novia— le apunto a Derek la mamá de Ezequiel.
Derek solo la miró, y no le contestó nada, sabía que se había equivocado, pero ya no había marcha atrás, todos los errores ya cometidos solo tenían que ser asumidas.
— Nunca serás un verdadero Rivero, solo eres el hijo de la criada. De ahora en adelante me encargaré de hacerte la vida infeliz, jamás mi padre debió reconocerte, solo eres una desgracia humana.— no paraba de hablar la señora Nora a Derek.
La mamá de Ezequiel estaba muy molesta con nuestra unión, al ver triste a su hijo le preguntó que había pasado, y él le contó lo que había sucedido y vino a encararnos, jamás imagine que la mamá de Ezequiel odiaba tanto al padre de mi hijo para decirle muchas cosas feas, siempre vi su lado amable.
— Shopia, te vas a arrepentir por haber hecho llorar a mi hijo, nunca voy a olvidar tu traición— fue lo último que me dijo y se marchó.
Mi madre me abrazo, para darme algo de consuelo.
— Todo estará bien mi amor, no te preocupes— murmuro mi madre.
Derek, se disculpó con mis padres.
— No sé cómo disculparme con ustedes, palabra que diga nada justificara mi error, pero quiero que sepan que asumiré con mi responsabilidad, cuidaré de Shopia y de mi hijo.
Mis padres solo asintieron con la cabeza, entramos al registro civil porque ya estábamos retratados con la hora, el drama que la madre de Ezequiel nos armó retraso la ceremonia.
Mi papá me entregó al padre de mi hijo, y no al amor de mi vida, jamás olvidaría este día, donde la ruleta de la vida terminaba de mostrarme sus imperfecciones. La noticia de mi boda llegó a muchos oídos, después de la ceremonia mi padre me entregó mi regalo de bodas en un sobre, antes de irme con Derek, le di el último abrazo a mis padres y me fui con Derek.
El rostro de Derek se mostraba frío, se notaba que no tenía ganas de hablar, toque su mano para intentar tener alguna conexión, pero solo la apartó de la mía, se sentía muy avergonzado y dolido a la vez.
Me distraje viendo la ciudad, para no incomodarlo, cuando llegamos a su departamento, otra sorpresa nos esperaba ahí.
Ezequiel había bebido demasiado, cuando vio que salíamos de ascensor le dio un golpe a Derek en la cara, me asuste con tal situación.
Derek no se defendió, se dejó golpear, me puse en medio para detener a Ezequiel.
— ¡Basta!...— Le grité a Ezequiel.
— ¿Por qué defiendes a este perdedor?— respondió.
— Bebiste mucho Ezequiel, solo vete a casa.
— Shopia mi amor, no puedo aceptar esta situación, me estoy volviendo loco, este tipo no solo era mi tío, sino que también le entregué mi confianza, mi madre nunca quiso que me acercara a él, a pesar de eso lo hice porque lo vi como una verdadera familia, como un amigo y como muchas otras cosas más.
— Ezequiel, no todo es mi maldita culpa ni de él, ya sé que es difícil salir de esta maldita pesadilla, pero también es culpa tuya, jamás debiste ocultarme que Diana te estaba chantajeando, de haberlo sabido nos hubiésemos ahorrado estos disturbios. Asume que también te equivocaste, no intentes solo echarnos los trapos sucios a nosotros. ¿Crees que este matrimonio es por amor?, pues no, hay un bebé en medio, solo estamos asumiendo nuestra responsabilidad.
Derek ya no soportaba escuchar ninguna palabra más, me tomó del brazo y me metió al departamento, dejamos a Ezequiel solo.
ojo...no estoy diciendo que te da la paz que el alma necesita...pero si te calma la furia encendida que no deja ni respirar