ELEGIR AL INDICADO

...

Unos segundos después Maite llega a su lugar de trabajo y saluda a Norma, ella le pregunta si lleva los documentos que Patricia le pidió.

— Aquí los tengo. — Responde Maite. — Se los llevaré.

— Está bien. — Maite entra a la oficina y saluda a Patricia, ella no se ve de buen humor. — Buenos días señora, traje lo que me pidió.

— Siéntate. — Maite deja los documentos sobre la mesa y toma asiento.

— ¿Sucede algo?

— ¿Te quedaste con mi esposo toda la noche? — A Maite le parece raro que le haga esa pregunta, ¿acaso siente celos de ella?

— No. Yo sólo fui a ver qué estuviera bien. Después Daniel y yo regresamos a casa.

— Me alegra escuchar eso. No me gustaría que tú empezarás a ver con otros ojos a mi esposo.

— Señora yo no haría algo así. Me ofende que piense eso de mi.

— No quiero ofenderte. Sólo te dejo las cosas claras, puedes volver a tu trabajo.

— Con permiso señora. — Maite se levanta y vuelve a su lugar.

— ¿Pasó algo con la señora Patricia? — Pregunta Norma curiosa.

— Me dijo algo que... — Maite piensa que sería una indiscreción contarle eso. — Olvídalo, no fue nada.

— Yo la vi de muy mal humor. En el tiempo que llevó trabajando con ella sólo se ha puesto así una vez.

— ¿Y por qué fue?

— Una modelo andaba detrás de el señor Leandro. — ¿La señora Patricia pensará que yo ando detrás de el también? Se pregunta Maite preocupada. — No sabes el pésimo humor que tuvo durante días. Por suerte la modelo empezó a salir con otro hombre y la señora regreso a su ánimo habitual.

— Me alegró.

"¿Debería salir con alguien para que ella esté de buen humor?"

— ¿En qué piensas?

— Nada. ¿Ésto es lo que debo revisar?

— Si.

— Okay. — Maite se pone a leer los documentos.

A la hora de la comida Maite baja a comer, le dice a Norma si se va con ella, está responde que bajara en unos minutos, la señora Patricia la llamó y tiene que ver qué quiere.

— Te veo abajo.

— Está bien. — Maite baja a comer y Norma se va a la oficina. Toca la puerta y al recibir la autorización entra. — Señora, ¿necesita algo?

— ¿Le dijiste a Maite lo que te pedí?

— Si señora. Le di a entender que debe empezar a salir con alguien.

— ¿Y ella que dijo?

— Nada. Se quedó pensativa, seguro que el primero en su lista será su hermano.

— Perfecto. Es justo lo que necesitó. Te puedes retirar.

— Gracias señora. Con su permiso.

"Amor perdón por meterte en esto. Pero tengo que conseguir que Maite y David se enamoren."

...

En el comedor Maite se encuentra con el gerente que antes la invitaba a salir. Ella piensa que el es una buena opción, lo que necesita es alguien que salga con ella por un tiempo, de ese modo la señora Patricia estará tranquila, y dejará de tratarla cómo si fuera una roba maridos.

— Maite, ¿cómo estás?

— Muy bien. Gracias.

— Te ves pensativa. ¿Qué sucede?

— Tengo un problema. Y creó que tú puedes ayudarme.

— ¿Yo? ¿Cómo?

— ¿Quieres salir conmigo? — El está tan impresionado que su botella de agua se le cae de la mano. Todos los voltean a ver por el ruido que eso causó.

— Lo siento. — Dice el y recoge su botella. Luego vuelve la mirada a Maite. — ¿Estás hablando enserio?

— Sólo necesito que salgas conmigo para calmar a una persona, será una salida de amigos. ¿Puedes?

— ¿Me quieres utilizar para calmar a una persona?

— Es un favor. ¿Me lo puedes hacer?

— ¿De quién se trata?

— No te lo puedo decir. ¿Puedes o no?

— Lo haré con una condición.

— ¿Cuál?

— Qué no sea algo de amigos. Quiero salir contigo en plan de galán.

— ¿Y si no funciona?

— Si no funciona seguimos tan amigos cómo siempre. ¿Qué opinas?

— Está bien. — "Supongo que ya es momento de que salga con alguien." — ¿A dónde quieres ir?

— A dónde tú quieras.

— Yo te invite. Tu escoge.

— Mm, ¿qué te parece ir al cine?

— Está bien. ¿El viernes?

— Claro. ¿Pasó a recogerte? — "Si me pasa a recoger la señora vera que ya empecé a salir con alguien, estará más tranquila. Pero no sería adecuado, esa no es mi casa."

— No. Te veré en el cine.

— Está bien.

Norma ve que Maite está hablando con ese hombre y le parece sospechoso, ella espera que Maite no esté pensando en salir con el. De lo contrario se armaría todo un lío.

Al terminar la hora de comida, Maite regresa a su lugar de trabajo, le pregunta a Norma por qué no la vio en el comedor. Norma responde que ella si la vió, pero se dió cuenta de que estaba ocupada, así que no quiso interrumpir.

— ¿Ese hombre con el que hablabas es tu novio?

— No. El es un buen amigo. Lo conocí desde que trabajaba en el café. — Norma da un suspiro de alivio. Si a Maite se le ocurre salir con otro que no sea David, la señora no estará muy contenta.

...

En su oficina David está conociendo a su nueva secretaria, una mujer alta, delgada, de ojos marrones grandes, un rostro fino, piel blanca y cabello rubio.

— ¿Cuál dijo que era su nombre?

— Soy Melisa Favela.

— Señorita Melisa. Su currículum se ve muy bien. Espero que todo lo que diga aquí sea verídico.

— Por supuesto lo es.

— Muy bien. Puede empezar su trabajo hoy mismo.

— Le agradezco. — Melisa sonríe. — Haré mi trabajo lo mejor que pueda. — Dice ella en un tono un poco insinuador.

— Puedes retirarte. — Contesta David con su amargura habitual.