Esta es la historia de Cora Smith una joven desdichada que vive su vida como bailarina en Babel, ella quiere huir de allí y tener un nuevo comienzo. Pero su vida está por dar un giro dramático, cuando es raptada por Alejandro Balem el jefe de la Mafia, de este territorio. Él queda totalmente deslumbrado por Cora, desde la primera vez que la vio y la quiere solo para él. ¿Podrá Cora aceptar esta clase de vida? ¿podrá darle Alejandro lo que ella merece, algo como amor?
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Capítulo 16
Martina Huertas:
(Veinticuatro horas antes...)
Desde que esos rufianes se robaron a la estrella de este lugar, Babel había sido un completo caos. Los hombres estaban enfurecidos porque no la veían y ya habían pasado dos días y no sabía como soportaría esto. Miguel Balem había puesto su administración en mis manos y cuando viera que los números habían bajado se molestaría y bien sabía que deberle y molestar a un mafioso era peligroso. Lo sabía de sobra...
(Ese día en la mañana...)
--- Martina te busca George Orlok--- dice unos de mis hombres algo nervioso.
Mi cuerpo se tensó y también me contagié del mismo sentimiento cuando lo dijo. Ese hombre George era un hombre escalofriante y su propio apellido ya describía perfectamente lo que era.
Orlok, también llamado en el bajo mundo como el cadáver viviente o también llamado el pájaro de la muerte. Según lo que había sabido de este mafioso ruso era qué había matado a un gran número o de personas desde los quince años y lo hacía sin remordimiento.
--- Está bien Steve, dile que pase --- dije hacia él y cuando salió acomode mi vestuario. La última vez no le importó darse un festín conmigo en este escritorio y porque no volver a repetirlo.
Después de todo a pesar de mis cuarenta años aún podía disfrutar de este tipo de hombres deliciosos y tal vez también así lograría ganar tiempo...
No tardo en llegar y la imponente presencia de George Orlok, cruzó el umbral de la puerta y me recibió con una sonrisa.
--- Señor Orlok --- le sonreí con coquetería apesar de la cicatriz que atravesaba toda su cara, eso no le quitaba el atractivo. Su tez era oscura, y sus ojos eran verdes como la hierba fresca y su sonrisa era perspicaz y seductora.
--- Martina Huertas --- dice quitándose el sombrero para saludarme --- qué gusto volver a verla Madam --- dice mirando mi cuerpo con lujuria.
Le sonreí --- por favor siéntese --- le dije y fui al minibar que tenía en mi oficina y le sirvo un whisky. Lo puse en la bandeja y también sobre esta puse un encendedor y un puro.
Se lo llevé y él lo acepto con gusto. Volví a mi asiento y noté que su trago ya no estaba, seguro lo bebió pensé, no podía saberlo. Pero supe que no era el caso tal vez lo había regado en el piso, porque no toco el puro ni lo fumo.
Simplemente, rebusco en su chaqueta y sacó de allí un habano, lo encendió y comenzó a fumar.
Alcé mis cejas había dicho de una forma amable que no confiaba en mí y eso no era bueno.
Él se pone nuevamente su sombrero y tapa su mirada con este, pero pude ver sus dientes sonreír --- comprenderá que en este ambiente es mejor prevenir que lamentar, espero lo entienda Madam ---
--- Por supuesto, no es problema--- dije temerosa de lo que venía a continuación... venía por lo que pago.
--- No quiero alargar esto, vengo por la muchacha--- dice --- espero la haya cuidado bien por mí ---
Tragué fuerte. Cuando Cora cumplió quince años este hombre la había visto bailar y quedó completamente encantado como todos los que venían a verla. George Orlok había invertido en Babel que en ese tiempo no era muy sofisticado, pero gracias a su ayuda económica, se había convertido en un bar de lujo y uno de los mejores, a cambio de este beneficio quería a Cora para él.
Me negué nadie era tonto para saber que aún a sus quince años era hermosa y en el futuro seria toda una preciosidad y ella seria, por tanto, mi única y la mayor fuente de mis ingresos.
Pero este hombre sabía como negociar, me amenazo, pero aun así me dio una ventaja. Él dejaría que Cora siguiera bailando, por misericordia a mí, porque como dijo él, se arrepentiría si un talento así como el que tenía ella en el baile se desperdiciaba.
Así que la dejaría bailar para mí, pero ella seguiría siendo suya y no me quedo de otra que aceptar. Pero al final fue un buen acuerdo, puesto que no perdería mis ingresos y Babel seguiría siendo próspero.
No me importó aceptar y entregarla después de todo Cora no me interesaba en lo absoluto y estaba segura que estaba haciendo algo bueno por ella. Nadie le daría la vida de una reina como George Orlok un mafioso rico y acaudalado
Volviendo al momento presente dije una mentira piadosa --- la familia vino a verla, y ella quiso pasar un tiempo con ellos. Usted entenderá a pesar de lo que ellos le hicieron a una niña tan inocente como Cora, ella siempre va a anhelar en el fondo el amor fraternal, así que permití que viajara --- dije probando suerte.
George suspiro molesto --- cuando volverá, mejor dicho dígame dónde está yo iré por ella ya ha pasado el tiempo pactado y dije que vendría cuando fuera una mujer. Además, necesito casarme pronto y ella es la mujer perfecta --- dice
Sentí un poco de celos, pero que se le va a hacer Cora es hermosa, joven y ella tiene más oportunidad que yo de tener una gran vida.
---Solo le pido una semana y ella volverá, tómelo como un regalo de despedida para ella --- dije con una sonrisa
--- Está bien vendré dentro de una semana --- dice levantándose. Suspire aliviada, pensé que ya se iba pero, en cambio, rodeo el escritorio y sabía lo que vendría después...