¿Ella? Se casó y su esposo no es quien ella creía, ¿El? No recuerda nada ambos están atrapados en este matrimonio pero tal vez fue lo mejor que les pudo pasar a ambos
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LA CENA
...Elliot: ...
-Señorita ¿podría hacer una excepción, solo por esta ocasión?- Dije susurrando para que las demás personas alrededor no escucharan.
-Lo lamento Señor, no sería justo para los demás comensales, que tampoco tienen reservación.
Sonreí levemente y di las gracias.
Nos hicimos aún lado para que las demás personas pudieran pedir su mesa.
-No puedo creer que no haya hecho una reservación- Elena se veía algo molesta.
-Cuando me lo recomendaron no me dijeron que no dejaban entrar sin reservación.
Me sonrió falsamente y suspiré frustrado.
-Creo que es mejor irnos.
-Creo que si.
-Elliot- Escuche detrás de mi. Me giré para ver quien era.
-Hola, ¿cómo estás? - Le di la mano, improvise tratando de recordar quien era el hombre frente a mi. La única vez que lo recuerdo, es del baile.
-Bien. Me alegra que hayas decidido venir a cenar. Señorita Elena un gusto volver a verla- Le dio la mano a ella.
-Señor Oscar, un placer verlo de nuevo.
¡Claro¡ Oscar es su nombre.
-¿Ya les asignaron mesa?
-Es que no tenemos reservación- Dije
El se río como si de una broma se tratase y la mirada de Elena y la mía se encontraron.
-Sabes que solo debes dar tu nombre- Dijo apenas por la risa- Acompáñame, ya sabes que tu mesa siempre está disponible.
-Claro.
El nos guió hasta una mesa privada donde ademas tenia vista a la playa.
-Debo decir Elliot que el matrimonio te ha sentado bien. Eres cuidadoso con tu esposa y ahora hasta bromista.- puso una mano en mi hombro pero se dirigió a mi esposa- Imaginatee Elena, negarle la entrada a uno de los dueños de la cadena restaurantera.
Eso me sorprendió, tendré que verme hablar con el abogado y con Santos debo hacer una recapitulación de bienes.
-¿Que te puedo decir? El amor cambia a las personas- Contesó ella sonriendo con una pizca de sarcasmo casi imperceptible.
-Pues me alegro que con Elliot sea para bien era un amargado.
Sus comentarios me hacían sentir incómodo.
-Oscar muchas gracias por guiarnos, te llamaremos si necesitamos algo.- Interrumpí.
-Por supuesto. - Dio media vuelta y se retiró.
Me giré a una de las sillas, le ofrecí el asiento a Elana me observo un momento.
-¿Que pasa?
-Ni siquiera te acordabas de el.
-Es cierto, pero el fin justifica los medios, además tu lo oíste, soy dueño de este restaurante también.
Negó con la cabeza y al final tomó la silla. Quedamos en silencio jo por un momento.
-¿Te gusta el lugar?
Me di cuenta de que si no fuera por el fuerte impulso de tener sexo con esta mujer, no había tema de conversación, por lo que me sentí pésimo, tal vez se sentía sola y por eso decidía dejarme.
-Si - Fue cortante, mientras toma una servilleta para colocarla en sus piernas.
El mesero se hizo presente proporcionándonos el menú.
-Dama, Señor Elliot, muy buenas tardes,un gusto tenerlo aquí, me presento ante la dama, mi nombre es Liam- Colocoó la mano derecha en su pecho.- Por favor si gustan indicarme con cuál bebida les gustaría comenzar el día de hoy.
-Hola mucho gusto, Para mi una limonada, por favor - Pidió Elena.
-Una copa de vino
-Enseguida caballero- El chico se retiró,
Nosotros continuamos viendo el menú para saber que ordenar.
-Estoy indeciso por ordenar.
Ella solo levanto un poco la vista del menú y me vio unos segundos.
-¿Que me recomiendas Elena?
-Solo pide lo que quieras- Dijo muy seria.
Se encontraba cerrada al diálogo, era obvio que buscaba que todo saliera mal para poder pedir el divorcio.
-Me gustaría que me ayudaras.
-Es la primera vez que vengo aquí, obviamente no sabría que recomendarte. - Dijo en tono molesta.
Supiré.
-Elena, no tenemos por que pasarla mal.
-No quiero que te confundas y pienses que por que me lleves a cenar no me divorciaré, eso es un hecho.
-En definitiva es un hecho que nos vamos a divorciar.
Me vio fijamente.
-Solo quería que cenaramos como agradecimiento por ayudarme con lo del testamento de mi padre, solo para pasar un rato agradable es todo.
Ella pareció dudar.
-¿Sólo eso?
-Si, sea lo que sea que pase hoy, mañana mismo hablaré con el abogado para el divorcio.
La tensión en su cuerpo pareció irse y me sonrió un poco.
-Bien, entonces, había estado pensando en probar los medallones o el Tomahawk.
-Bien, pediremos uno de cada uno.
-No creo que sea necesario, sería mucha comida, podría desperdiciarse.
Parecía incómoda incómoda con la idea de pedir dos platillos para cada quien.
-Entonceses pediré uno de cada uno y compartirémos.
Me sonrió en aprovacion.
-Esta bien.
Llame al mesero y este nos tomo la orden.
-Debo decir Elena que tienes una voz maravillosa.
-Pero si lo dice el hombre que toca el piano como un profesional- Ella juegaba con el popote de su bebida.- Tal parece que tienes dedos y manos mágicas.
Si supiera lo que puedo hacer con estos dedos y estas manos.
- Gracias, la vez que te escuche en el lago, no te escuche muy bien pero el día de ayer sin duda brillaste.
Se tensó ante mis palabras.
-¿El lago? - Tragó saliva- ¿Tu me viste en el lago. El día que fui a nadar ?
-Si bueno, me fui pero si te vi.-Su rostro se ruborizó de imadiato.- Pero no hay nada de que avergonzarse, digo incluso ayer…
Hice referencia a lo que paso en casa después del baile y sentí una punzada en mi entrepierna.
-Será mejor hablar de otra cosa. - Dijo desviando el tema.
El mesero llegó con los platos, se veían realmentee bien.
Estábamos frente a frente pero opté por ponerme a lado de ella. Me observo extrañada.
-Es para poder compartir- Me escude y Se rió.
Cada uno provo lo suyo y ella hacía cara de estarlo disfrutando, el mío también era bastante bueno pero al parecer yo tenía un paladar exigente.
-Es realmente delicioso- Come un poco más.
-Me alegro que te guste.
-¿Que tal el tuyo? - Pregunta.
-No esta mal.
-¿Puedo? -Ella quiere probar de mi plato.
-Adelante- Hice una seña con la mano.
Tomo un trozo de carne y le coloco un poco de gravy de la misma carne.
-Ambos son realmente deliciosos, prueba un poco del mío- Toma un trozo de carne de su plato con un poco de puré.
Acerca el tenedor hacía a mi boca y yo la abro un poco apenado. Menos mal estábamos solos.
Me ve fijamente a los ojos.
Desliza el tenedor por mis labios y saboreó la comida. Ella esperaba mi opinión.
-No está mal.
-Nada mal, muchas gracias por tráeme aquí.
-Un placer.
Continuamos comiendo y compartiendo nuestros platillos.
Pedimos el postre y continuamos conversando de cosas triviales. Yo trataba de buscar indicios de su relación con Franco pero no había nada.
-En la universidad había una chica que siempre competía conmigo, lo cierto era que yo nunca buscaba ganar simplemente daba lo mejor de mi, ella era fabulosa, su trabajo lo era pero creo que su obsesión por ser la mejor no la dejaba disfrutar de lo que hacía.
-Así hay algunas personas, conozco una persona también obsesionada por superarme pero es más que evidente que eso solo lo lastima- Recordé a mi hermano Franco.
-Si, ojalá encuentren paz en sus corazones- Suspiró.
-¿Pero sabes que es lo que no entiendo?
-¿Que?
-¿Por que estudiaste Diseñoo de interiores, si es obvio que te encanta cantar?
-Mi madre era diseñadora de interiores, cuando era niña ella me llevaba a su trabajo y yo le ayudaba a decidir de vez cuando como decorar, aprendí algunas cosas. Ella hacía su trabajo con mucho esmero, decía que cada espacio tenía alma y que las personas que estuvieran ahí tenían que sentir esa alma por que sería un lugar donde debían ser felices- Lebrillaban los ojos cuando hablaba de su madre- Al diseñar el interior de un espacio, siempre recuerdo lo que mi madre me enseñó y el amor con el que ella hacía su trabajo. Se que mientras decore con la devoción y pensamiento de mi madre, ella seguirá viva en cada espacio.
-Mientras la ames y recuerdes, siempre seguirá viva.
-¿Mas vino señor? - Me pregunta el mesero.
-Por favor- Moví un poco mi copa hacia el para que sirviera.
-No deberías beber tanto- Me dice ella.
-Tranquila, lo controló bien.
Pude notar su nerviosismo.
-¿Pasa algo?-Niega con la cabeza- ¿Por que no bebes ?
-Por mi madre. - Dijo.
-¿Tu madre tampoco lo hacía?
-No es eso, es solo que- Le costó trabajo decir - Ella tenia un problema de alcohol.
La observé con un poco de confusión.
-Mis padres tenían problemas, ellos no nos decían nada pero yo me daba cuenta. Mamá entro en depresión, aveces abusaba del alcohol y aunque me daba cuenta ella nunca actuaba inapropiadamente. La cosas empeoraron cuando después de muchos años de no verse llegó Gema una supuesta amiga de toda la vida, descubrimos que le daba la bebida a escondidas. Papá trataba de ayudarla pero aveces era sumamente difícil. Hubo un tiempo en que ella parecía estar mejor, su actitud había mejorado.
-¿Pero? -Me atreví a preguntar.
-Yo estaba saliendo de mis clases en la preparatoria, le llame para que me recogiera, ella dijo que venía enseguida- Sus ojos comenzaban a cristalizarse- Ella nunca llegó por mi, tuve que llamar a mi padre y él lo hizo. -Le tome la mano dándole apoyo y limpie una lágrima que logró escapar de sus ojos. - Al llegar había policías en casa, mi hermano aún no era mayor de edad tampoco y exigían hablar con mi padre. Los policías dijeron que ella había tenido una accidente. El tenía que ir a reconocerte el cuerpo, pero era más que obvio que era ella. Los doctores dijeron que tenía un 0.35 % de alcohol en la sangre. Ella había bebido demasiado. Al poco tiempo mi padre también tuvo un accidente pero el quedó mal de su columna. Mi hermano dejó de estudiar para trabajar y para que yo no tuviera que dejar la escuela. Mi padre enfermo hace poco, justo después de que termine la carrera y el resto ya lo conoces.
-Lo siento mucho.
-La extraño muchísimo, a pesar de todo se que nos amaba. Nuestras vidas cambiaron por completo en el momento en que ella murió.- Sus lágrimas ya eran evidentes.
-Se que ella estaría orgullosa de ti donde quiera que este.
-Gracias- Se limpió las mejillas.
-Es más yo tampoco beberé ya- Aleje la copa de mi.
-Ay no, por favor, no tienes que hacerlo.
-Quiero hacerlo.
-En verdad no tienes que hacerlo, sé que muchos pueden disfrutar de él sin caer en excesos.
-Solo quiero complacer a mi esposa.
Ella ríe.
-Entonces la beberé yo por ti- Tomo la copa.
-¿Que haces? - Quise quitarle la copa pero hizo su mano hacia atrás.
-Algún día tendré que probar el alcohol o crees que no me di cuenta que ayer en el baile en lugar de champagne me dieron jugo de manzana gasificado.
Me sorprendí creí que ella no se había dado cuenta de que pedo qie le cambiarán la bebida.
-No he probado el alcohol pero he probado el juego de burbujas - Rió -Ahora si me permites.
-No hagas eso- Por fin pude quitarle la copa.
-Por favor tú me acompañas, solo será un trago.
-Si pero escupirás este de imadiato, debes comenzar con uno muy dulce y afrutado con poco alcohol para que no lo escupas en mi cara cuando lo bebas.
-De acuerdo- Dijo sonriendo.
Le pedí al mesero una copa del vino más afrutado y dulce que tuvieran y la trajo enseguida.
-Bien, estoy lista- Suspiró, bebió un poco y lo saboreo. -No está mal, es rico.
-Lo es, lo es- Bebió otro trago de golpe.
-Traquila, debes hacerlo despacio, saborear cada sorbo. Así- Tome mi copa y bebí .
Ella me imitó, terminó su copa y pidió otra.
-Me alegra haberme animado hacer algo como esto contigo, creo que eres una buena persona y que no te aprovecharás de mi.
-No prometo nada.- Levante ambas manos.
Seguimos conversando un rato más, comenzaba a estar más risueña.
Observa detrás de mi.
-La vista aquí es muy hermosa, puede verse el mar y más allá las luces de la ciudad, parecen estrellas, es realmente lindo.
-¿Sabes que es más hermoso? -Me mira- Tu- Se ríe y estrecha sus ojos- ¿Que?
-Ya estás empezando a coquetearme.
-Tal vez un poco.
-Esta bien te perdono, solo por que eres lindo.
-¿Soy lindo?
-Si- asiente con la cabeza.