Casate Conmigo...

Me separé de sus brazos y me dirigí a preparar un té, lo estoy necesitando y él lo necesitará, y tome valor para contarle lo que estaba ocurriendo. Hace muchos años que no tengo contacto con mi familia, incluso no se que ha sido de ellos, me fui de esta ciudad dejando todo atrás, jamás pense que mis decisiones terminarán afectando tanto el curso de mi vida.

Desde pequeña mi familia, London y la familia de Dante Brito han estado unidas por los negocios, desde pequeños crecimos juntos, nuestro matrimonio estaba arreglado incluso desde antes que nacieramos, nunca tuvimos la oportunidad de oponernos a esto y crecimos con esta idea, durante mis años de estudio fui muy sobresaliente por lo que me convertí en una estudiante de intercambio, el último año del colegio lo realice en la Ciudad Soñada, desde que llegué a aquella ciudad me enamoré de todo lo que había allí, lejos de mi familia todo tenía otro color, respiraba libertad, en las clases conocí a Máx Lubo, descendiente de una familia de arquitectos, ese muchacho si que era un sueño, sobresalía en todo, solía verlo desde lejos ya que por ser recién llegada aún no me integraba muy bien a los grupos de estudiantes.

Un día de lluvia salí de aquel colegio y me dirigía al lugar donde estaba quedando y se detuvo un coche junto a mí y bajo la ventanilla y se ofreció a llevarme quede roja de la vergüenza pero acepte, desde entonces nos hicimos muy amigos, casi inseparables, conocí a su familia los frecuentaba varios días a la semana, conocí la empresa de sus padres y de ellos aprendí a amar la arquitectura tal como él lo hacía, nadie lo obligaba a seguir los caminos de sus padres pero ellos habían inculcado el amor por esta profesión en él y ahora yo también quería esto para mí. Aquel año pasó muy rápido, la libertad de estar lejos de mi familia me permitía soñar con ser parte de otro mundo, tanto que comencé a amar a aquel joven, mi corazón se sentía seguro entre sus brazos, disfrute de aquel año como si nada más importará, como si no existiera nada más, incluso había olvidado aquel compromiso al cual me encontraba encadenada incluso desde antes de existir.

Por aquellos días me llamó mi padre para darme la noticia de que ya existía fecha para la boda, la familia Brito London por fin iba a sellar su unión, me sentí devastada aquel día, mi castillo construido en el aire se derrumbaba de un sólo soplido, mi padre era muy frio y terco, siempre todo se hacía como él quería, mi madre había fallecido al darme a luz por lo que él era mi única familia, me crió para sellar la unión de las empresas, ese era su único interés en mi. Me quedaban dos meses para terminar el intercambio por lo que debía hablar con Máx, él debía saber la verdad, no podía seguir ocultando todo y crear en él falsas esperanzas, porque mi padre jamás permitiría que yo decida que hacer con mi vida. Aquel fin de semana fuí con Máx a la casa de campo de su familia, donde solíamos pasar bastante tiempo, tomé el valor necesario para contarle mi historia, hablarle de aquel absurdo compromiso con el cual debía cumplir, sentí gran desilusión en su mirada, y prometió que en el tiempo que nos quedaba encontraría una solución si era lo que yo quería, él era la razón para luchar por mi libertad, transcurrieron aquellas semanas y se acercaba el día en que volvería a aquella ciudad.

Esa noche me invitó a cenar con sus padres y luego de la cena les expuso la situación, sus padres comprendían lo difícil de esta situación, dado que el matrimonio ya estaba arreglado pero también comprendían lo que sentiamos y si nosotros estábamos decididos a luchar contra aquella situación ellos nos brindarían su apoyó, ellos amaban a Máx sobre cualquier cosa y sabían cuánto me amaba él, su madre hablo conmigo en privado para conocer sobre mis sentimientos, jamás había sentido algo así por nadie, desde el primer día que lo vi soñaba con unir mi vida a la de él.

Por pedido de su familia debíamos ser prudentes y hacer bien las cosas, llegó la última clase del colegio y luego de ahí nos fuimos juntos unis días a la cabaña, aquel fin de semana debía regresar a casa y hacer frente a aquella situación, él quería acompañarme pero esto complicaría aún más las cosas, intentaré arreglar todo y volveré para estar con él. Junto a sus padres me llevaron al aeropuerto y juró que estaría esperándome, su madre me abrazó y me dijo que sabía que tomaría la mejor decisión que fuera cual fuera ellos nunca me juzgarían, sentía que mis piernas me pesaban al subir a aquel avión, aquellas horas de vuelo fueron eternas, no quería bajar, espere que todos bajarán y luego lo hice, pude ver a lo lejos a mi padre agitando la mano, a su lado se encontraba Dante, este año ni siquiera había tenido comunicación con él pero según él este era nuestro destino desde siempre.