Esta Vez No

Ingrid tras almorzar con su familia estuvo un momento con su hijo y fue a su habitación, donde encontró muchos vestidos en el lugar de distintos años que no había utilizado, en su mayoría extravagantes ya que dentro de su hogar utilizaba solo diseños sencillos enseguida llamo Alice.

- Me ayudaras a escoger algunos vestidos.

- Duquesa disculpe mi atrevimiento, usted es la Duquesa y si usa alguno de estos vestidos que están pasados de temporada las damas la criticaran.

- Me quedare con algunos que me parezcan agradables, los demás los venderemos, así estén pasados de temporada algunas monedas nos darán por ellos.

- En un solo carruaje no entraran.

- Lo intentaremos, además organizaremos una reunión de té. Si supieras que una mujer desea quitarte a tu esposo dejarías que entre a tu hogar… - cuestiona Ingrid.

- No, porque pondría en riesgo mi matrimonio.

- Claro, ayúdame a organizar esto.

- Me informaron que en la tarde tiene clase de magia, dentro de 2 horas.

- Entonces tendremos que apurarnos porque en ir y volver nos demoramos 30 minutos.

De esa manera Ingrid descarta algunos vestidos de inmediato, los cuales sacan y suben al carruaje con ayuda de Adel, al ir a la capital a venderlos los compran por la mitad del precio de los que el Ducado los adquirió e inesperadamente Ingrid es intervenida.

- Ingrid – dice un hombre alto de piel blanca y cabello rubio que al verlo la deja sorprendida y temerosa.

- Disculpe, no sé quién es usted … - Ingrid se aleja un poco de él y sus guardias se colocan a su lado.

- No me reconoces, soy Izan Butler de la academia – Ingrid trata de mostrarse calmada.

- Izan es un gusto encontrarte - menciona algo nerviosa.

- Me permites abrazarte... - pregunta Izan.

- No, no es apropiado, permiso tengo prisa por volver a mi hogar, mi esposo me espera – enseguida se va al carruaje.

- Ingrid, espera – ella no se detiene y él queda confundido por su comportamiento.

Cuando Izan se asegura de que ella a partido, va a un camino alejado del centro y se encuentra con una mujer que se encontraba encapuchada.

- No te tienes que esconder – menciona Izan.

- Nadie nos puede ver, no nos deben relacionar.

- Olivia – la agarra de la cintura -, nadie nos verá en este lugar – la besa -, nosotros estamos muy relacionados, demasiado - sonríe y le da un beso en el cuello.

- Lograste encontrarte con la Duquesita … - cuestiona Olivia.

- Si – se separa de ella.

- Por tu actitud no te fue nada bien.

- No me pude acercar tanto como quería.

- Debías insistir.

- Con los guardias que tiene a su lado si me acercaba demasiado no dudaban en atacarme.

- No podemos desperdiciar ninguna oportunidad.

- Ya habrá otra ocasión.

- Olvidas de quién hablamos..., cuantos años llevamos esperando esto, esa mujer es muy complicada, debes conquistarla lo más pronto que puedas y no debes desaprovechar ninguna oportunidad.

- Si dices que su matrimonio no funciona será sencillo, solo necesito unas cuantas palabras cariñosas y caerá.

- Hoy en la fiesta de té aseguro que tiene una buena relación con su esposo – dice molesta.

- No me dirás que esta celosa…

- Celosa no, será más complicado acercarse a él, lo bueno es que mi cuerpo ayudará mucho al principio, después él hará lo que deseemos.

- Recuerda algo, esto lo hacemos juntos – la pega a él -, si llego a darme cuenta que tienes algún sentimiento amoroso por ese Duquecito te mato, porque tu solo eres mía.

- Tú eres el único hombre que necesito – lo besa.

Ingrid al llegar a su hogar sube a su habitación y se encierra, mientras se cambia piensa en lo que debe realizar.

- Pensé que tenía más tiempo – se sienta en la cama -, ya me encontré con ambos con la amante o futura amante de mi esposo, no tengo ni idea de eso, hay que descubrirlo la invitare a tomar el té y estaré atenta a cada movimiento que haga, si en verdad le interesa llevare a Thiago lejos del reino, no voy a permitir que vuelvan a lastimarlo, no olvide lo que me hizo Izan, no tuvo piedad, yo tampoco tendré piedad de él, lo importante ahora es conseguir dinero, aprender defensa y magia por lo menos de esa manera podre proteger a mi hijo.

Tocan la puerta de la habitación para informarle que el profesor la espera, enseguida va tomar la clase y se alegra de que no sea el Duque su maestro, el encuentro comienza con una explicación de conceptos básicos e historia, luego de 2 horas termina la clase. En la noche al acostarse sueña con uno de los incidentes que tuvo con su madre cuando Arián tenía 4 años e Ingrid 12 años regresaba de la academia cuando escucho en el jardín a Arián llorando ella se acercó a tratar de tranquilizarlo.

- Arián – Ingrid se agacha para estar a la altura de su hermano -, ¿Dónde está madre y la niñera?

- No sé – llora con más fuerza, Ingrid toma la mano de su hermano es cuando su madre llega y los ve.

- ¿Qué haces? – grita Elizabeth -, ¿Qué le hiciste a mi hijo? – empuja a Ingrid provocando que ella caiga al suelo, mientras Elizabeth consuela a su hijo y llama a la niñera, en cuanto esta aparece le ordena que lleve a su hijo a su habitación, en cuanto no lo ve toma con fuerza del brazo a Ingrid quien lloraba.

- Por favor madre suéltame, no hice nada se lo prometo.

- ¡Cállate! – se detiene y le da una bofetada -, si sigues llorando te volveré a golpear – Ingrid contiene sus lágrimas, mientras es arrastrada por su madre, al llegar a la habitación cierra la puerta y vuelve a gritar -, te lo he dicho muchas veces, no te acerques a mi hijo, déjalo en paz, olvida que es tu hermano, ¿lo entiendes?

- Si – menciona Ingrid en voz baja.

- ¡No te escuche!

- Si madre – vuelve a decir Ingrid en voz baja.

- No entiendes, eres una estúpida – la lanza al piso, por lo cual, Ingrid vuelve a llorar -, ¡Que te calles! – sale de la habitación e Ingrid llora con más fuerza, su madre aparece con un látigo -, ¡No te vas a callar! – trata de contener su llanto y asienta con la cabeza -, me tienes harta, no debías existir, no sirves para nada – comienza a golpear con fuerza repetidamente, mientras la insulta.

El sueño provoca que Ingrid se despierte gritando y agitada se sienta en la cama, aunque intenta contener su llanto y mantenerse en silencio no lo logra, es Dariel quien llega a golpear la puerta de su habitación.

- Ingrid, ¿te encuentras bien? – golpea la puerta, ella limpia sus lágrimas, respira y responde.

- Si, solo fue una pesadilla, siento despertarte – llega Thiago y cuestiona.

- ¿Qué pasa papá? –Dariel lo carga.

- Tu madre tuvo una pesadilla – responde Dariel.

- Me bajas por favor.

- Vamos a tu habitación – lo coloca en el piso.

- No, iré con mamá.

- ¿Mamá? – cuestiona Dariel.

- Si – Thiago toca la puerta de la habitación e ingresa, Ingrid al verlo se limpia el rostro.

- ¿Qué pasa cariño? – interroga Ingrid mientras intenta sonreír y Thiago se acerca a la cama.

- Puedo subir… - cuestiona Thiago.

- Por supuesto.

- ¿Por qué lloras? – Thiago se acerca y limpia sus lágrimas, mientras Dariel escucha su conversación desde afuera.

- Tuve una pesadilla.

- Cuando tengo pesadillas, voy a dormir con papá, me quedare contigo mamá, yo te protegeré y evitare que tengas más pesadillas – Dariel cierra despacio la puerta de la habitación y se marcha.