Entre la oscuridad y el eco de la sangre derramada, dos almas se cruzaron:
Elara Veyren, que deseaba liberarse del dolor, y Nyssa, que ansiaba una nueva vida.
El destino unió sus caminos.
Cuando Elara murió, Nyssa fue arrastrada hacia la luz, encadenada a ese cuerpo que dejaba de latir.
Cuando abrió los ojos, no estaba en el campo de batalla.
Estaba en la iglesia, vestida de novia… el día de la boda de Elara.
Pero ya no era la tímida joven.
Ahora, detrás de aquellos ojos grises, habitaba la mirada letal de La Furia Silente.
“Bien…
Me dan un matrimonio forzado, un esposo frío, una familia que la vendió…
No saben lo que acaban de desatar.”
Su sonrisa, apenas torcida y peligrosa, fue la primera señal de que la historia había cambiado para siempre.
NovelToon tiene autorización de Milagros Perez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Pan comido
El amanecer llegó gris, cubierto de nubes.
Darius había pasado gran parte de la noche revisando documentos.
Cuando el reloj marcó las siete, un golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos.
—Comandante —entró Treytan, con el uniforme aún manchado de tierra—. Dijiste que era urgente.
Darius asintió, extendiéndole los registros sobre el escritorio.
—Mira..
Treytan los tomó, frunciendo el ceño mientras pasaba página tras página.
Su semblante cambió apenas alcanzó la sección del “Paso de los Cruces”.
—Esto... —murmuró—. Estas coordenadas no están autorizadas. Nadie tiene permiso para mover material militar por Ravel.
—Exacto —respondió Darius con voz grave—.Y el contrato lleva un sello del Consejo de Comercio, pero sin firma oficial.
Treytan cerró el documento con un golpe seco.
—¿Quién te dio esto?¿ Cómo te diste cuenta?
—Me llegó anoche, por mensajero directo. Sin remitente. Fue Elara.. Ella se dio cuenta – suspiro Treytan lo miró sin creer
El silencio cayó entre ambos.
Darius se cruzó de brazos.
Treytan apretó los dientes, pensativo.
—Si esto es lo que parece... hay alguien dentro del Consejo manipulando suministros y registros.
No podemos confiar en nadie,
—Por eso te llamé, Ella me dijo que empezara a investigar a Peterson —dijo él con firmeza—. Quiero abrir una investigación, pero en silencio. Solo nosotros.
Treytan asintió, aunque su expresión no era de alivio.
—¿Y cómo planeas hacerlo sin levantar sospechas? ¿ sabes de quien hablas ? Esto es serio. Ella y nosotros estamos en peligro si alguien lo sabe
Darius dudó un segundo, Le conto sobre el acuerdo de casamiento y las tierras, Treytan entendio todo, luego tomó el comunicador del escritorio.
—Llama a Elara. Está en su descanso. Dile que venga a mi oficina.
Treytan arqueó una ceja.
—¿Estás seguro de involucrarla?
– ¿ Acaso crees que no lo se ? Y si me niego ella no se quedará quieta —respondió Darius.
– Tiene razón.. Además, parece que también quiere acabar con los Petrovelo.
Darius largo una risa.Quince minutos después, Elara entró.
Llevaba el cabello recogido y una chaqueta militar sobre los hombros.
Miró a ambos hombres con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Pasa algo? Mi grupo está en instrucción.
Darius le indicó una silla.
— Es sobre lo de anoche.
Treytan la observó con cautela. Elara asintió, mientras hablaban
—Hay un sello duplicado. Quien lo hizo tiene acceso directo a los archivos internos del Consejo.
Eso no lo logra un simple contrabandista.
Treytan la miró, impresionado.
—¿Y cómo sabes eso?
Ella levantó la vista, con un tono casi burlón.《 Sí supieras comandante.. 》
—Digamos que tengo buena memoria para los errores... y soy muy detallista.
Puedo rastrear quién lo imprimió y desde qué oficina..
El silencio se hizo denso.
Darius y Treytan intercambiaron miradas.
—¿Estás diciendo que podrías entrar al sistema del Consejo?
—No al sistema... pero a la oficina, sí.
《No sería la primera vez que entro en un lugar que no me corresponde》
Treytan la miró incrédulo, y luego soltó una risa seca.
—Por los cielos... ¿sabes lo que estás diciendo? Es espionaje interno.
—No si lo hago para los militare.. Si estuviera en su contra ahi si Comandante.—replicó ella con calma— Es pan comido.
Darius se inclinó hacia adelante, mirándola directamente.
—¿Podrías hacerlo sin dejar rastro?
—Podría hacerlo dormida. – Mostro ua cartera negra, Treytan se toco el bosillo era su cartera.
– ¿Como.. ? – Se la saco rápido
–Llámenme cuando sea necesario, si planean algo con gusto..
Treytan suspiró, frotándose el rostro.
—Me está empezando a asustar tu esposa, Darius.
Él sonrió de lado.
—Sí... a mí también.
Elara se puso de pie, alisando su chaqueta, con una sonrisa de burla.
—Es todo.. Hablaremos en la noche.
– Está bien..
Salió de la oficina dejando tras de sí un silencio pesado.
Treytan la siguió con la mirada hasta que la puerta se cerró.
—Tiene agallas —murmuró finalmente—. Pero si la descubren...
—No la descubrirán —dijo Darius, más convencido de lo que podría.
••
Elara caminó por el pasillo principal rumbo al patio exterior.
Apenas cruzó la galería, vio llegar el auto de los Petrovelo.
《Perfecto... justo lo que faltaba, parece que adelante la ayuda comunitaria de Selene.》
Selene la vio y sonrió con esa falsedad que siempre anunciaba tormenta.
Víctor la observó sin decir palabra, Y Mireya solo giró el rostro
La antigua Elara ya estaría llorando por un poco de atención, pero esta vez paso de largo sin mirarlos, dejándolos con la cara de molestia.
– Hermana.. ¿ Porque no nos quieres madre? – Selene no desaprovecharía de hacerla ver mal delante de todos.
– Tranquila, cariño.. No llores sabes como es.— resopló su madre.
— No hay tiempo. – dijo Víctor dándole fin al asunto al ver la mirada de Elara haciendo que le de un escalofrío
••
Como todo cucaracho debe ser bello,les presento a ( El comandante Darius)
Y su Hate.. ( El comandante Treytan) ignoren la ropa porque no es de la época.
