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LA ACOMPAÑANTE...

LA ACOMPAÑANTE...

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Venderse para pagar una deuda / Reencuentro / Salvar al hijo enfermo / Amante arrepentido
Popularitas:40.3k
Nilai: 5
nombre de autor: JHOHANNA PEREZ

"¿Qué harías por salvar la vida de tu hijo? Mar Montiel, una madre desesperada, se enfrenta a esta pregunta cuando su hijo necesita un tratamiento costoso. Sin opciones, Mar toma una decisión desesperada: se convierte en la acompañante de un magnate.

Atrapada en un mundo de lujo y mentiras, Mar se enfrenta a sus propios sentimientos y deseos. El padre de su hijo reaparece, y Mar debe luchar contra los prejuicios y la hipocresía de la sociedad para encontrar el amor y la verdad.

Únete a mí en este viaje de emociones intensas, donde la madre más desesperada se convertirá en la mujer más fuerte. Una historia de amor prohibido, intriga y superación que te hará reflexionar sobre la fuerza de la maternidad y el poder del amor."

NovelToon tiene autorización de JHOHANNA PEREZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Lo que provoca...

Jhosuat le devolvió una tierna sonrisa a Elizabeth.

— No se preocupe, señora Elizabeth —dijo el pequeño con dulzura—. Le agradezco que haya venido. El señor Santiago ha sido muy bueno conmigo.

— Te traje un pequeño detalle —respondió Elizabeth con voz maternal—. Santiago dijo que podría gustarte.

Jhosuat tomó la cajita envuelta con un lazo azul y la abrió con curiosidad. Al descubrir su contenido, sus ojos se iluminaron con emoción.

— ¡Cubos de Rubik! —exclamó entusiasmado—. ¡Y son raros! ¡Mire este, es triangular!

Elizabeth soltó una risa cálida ante su reacción.

— Santiago me contó que te gustan los desafíos mentales —comentó—. Pensé que estos te entretendrían durante tu recuperación.

— ¡Gracias! Me encantan los cubos —dijo Jhosuat, sonriendo con gratitud.

Elizabeth permaneció un largo rato conversando con el pequeño. Cada palabra suya, cada gesto, la cautivaban. Tenía la impresión de estar frente a un hombre maduro atrapado en el cuerpo de un niño de cinco años. Su forma de expresarse, su inteligencia y esa dulzura innata la conmovían profundamente.

Cuando la visita llegó a su fin, Elizabeth lo abrazó con cariño.

— Prometo volver pronto, mi pequeño caballero —susurró ella, acariciando su cabello.

— La esperaré, señora Elizabeth —respondió Jhosuat, con una sonrisa que le derritió el alma.

Elizabeth regresó a su casa con el corazón agitado. Durante el trayecto, una idea insistente no dejaba de golpear su mente.

— ¿Cómo puede parecerse tanto a Santiago? —se preguntó, intrigada.

Apenas llegó a la mansión, se dirigió a la biblioteca. Abrió el viejo álbum familiar y buscó una foto de Santiago cuando tenía la edad de Jhosuat. Al verla, su respiración se entrecortó.

— Son idénticos, como dos gotas de agua… —murmuró con incredulidad, comparando ambas imágenes—. ¿Qué secreto esconde este niño?

Su intuición le gritaba que esa conexión no era casual. Tal vez la vida le estaba revelando algo que su hijo aún no sabía.

Esa misma noche, mientras Elizabeth intentaba ordenar sus pensamientos, Santiago regresaba al penthouse agotado. Solo quería una ducha y dormir. Pero al cruzar la puerta de su habitación, su semblante cambió de inmediato.

Una figura femenina, en lencería roja, lo esperaba recostada sobre la cama.

— ¡Fernanda! —rugió, enfurecido—. ¿Qué diablos significa esto? ¿Crees que con esto lograrás que olvide tu infidelidad? ¡Vístete y lárgate inmediatamente de aquí! ¡Entiéndelo, no quiero volver a verte nunca más! ¡Me das asco!

Fernanda, con los ojos enrojecidos, corrió hacia él intentando tocar su brazo.

— Por favor, Santiago… bombón, estoy desesperada —suplicó entre sollozos—. No sé qué más hacer para llamar tu atención. Solo te pido una oportunidad. Cometí un error, pero quiero enmendarlo. No me rechaces más, no lo soporto. Por los años que estuvimos juntos, te lo ruego.

Santiago la miró con una mezcla de rabia y decepción.

— ¡Basta ya! —gritó con demasiada ira en la voz—. ¡Por esos mismos años deberías haberme respetado! Si ya no querías seguir conmigo, pudiste terminar la relación y no convertirme en el cornudo más idiota de Austin. He sido lo suficientemente claro contigo. No insistas más. No me obligues a tomar medidas más severas.

— Santi, por favor… —intentó acercarse de nuevo, temblando.

Pero él dio un paso atrás y señaló la puerta.

— Espero que cuando regrese ya no estés aquí. No hace falta que dejes las llaves, me encargaré de que no vuelvas a entrar nunca más —dijo con voz firme antes de salir, bufando de ira.

Santiago bajó las escaleras, todavía con el pulso acelerado. Rafael lo esperaba en el auto, y sin decir palabra, arrancaron. El silencio solo fue roto por el zumbido del motor y los pensamientos del empresario.

Mientras avanzaban, recordó el correo que Willy le había enviado días atrás. Sacó el iPad y lo encendió. En su bandeja de entrada estaba la información de la acompañante con el seudónimo Luna Harrison.

Abrió el archivo y, al ver la primera foto, se quedó sin aliento.

— Dios… —susurró.

Era una mujer de belleza deslumbrante. Tenía una inocencia provocadora, una mezcla de dulzura y sensualidad difícil de ignorar. Sus labios parecían esculpidos con delicadeza, y su mirada, tímida pero profunda, lo atrapó sin remedio.

A medida que pasaba las fotos, el deseo lo traicionó. Su cuerpo reaccionó de inmediato.

— ¿Quién diablos eres, Luna? —murmuró con voz baja y ronca—. ¿Cómo logras provocarme esto sin siquiera conocerte?

Había algo en ella que le resultaba familiar. Esa expresión dulce… esos ojos. Pero no lograba recordar dónde la había visto.

Guardó una de las fotos, la más discreta, en su iPad.

— Le preguntaré a Theo si la conoce —pensó—. No quiero contratar a una mujer que haya pasado por las manos de mis amigos, colegas o conocidos, quiero exclusividad.

Cuando llegó al apartamento de Theodore, apenas este abrió la puerta, Santiago entró sin saludar y le mostró la pantalla.

— Dime, ¿la has contratado alguna vez? —preguntó sin rodeos.

Theo arqueó una ceja y sonrió con ironía.

— Buenas noches, Santiago. Yo también me alegro de verte. ¿Cómo estás? Yo tuve un día genial espero que tú también—bromeó con sarcasmo.

Santiago rodó los ojos, resignado, y ambos rieron.

Theo observó las fotos con detenimiento y silbó.

— Vaya… es preciosa. No, nunca la he contratado. Tiene carita de niña buena, aunque esas son más peligrosas —dijo con picardía.

— Averigua con tus amigos si alguien la ha contratado —ordenó Santiago.

— ¿Estás dudando de la palabra de Willy? —preguntó Theo, divertido—. Te aseguro que no se atrevería a mentirte, le advertí sobre tí y tú manera de cobrar las traiciones

— Solo es precaución. No quiero que nadie la mire con morbo si la llevo a un evento. No soportaría quedar en ridículo otra vez por una mujer —respondió Santiago, con voz grave.

Theo lo observó en silencio, intrigado.

— Así que ya decidiste contratarla… —dijo finalmente, sonriendo.

— Por supuesto —respondió Santiago—. Estoy harto de la cacería de Fernanda. Cuando me vea con otra mujer, me dejará en paz.

— ¿Y planeas contratarla para que finja ser tu novia? —preguntó Theo, sirviéndose un whisky.

— No. Sería demasiado obvio. Fingirá ser mi nueva amiga, alguien que me interesa. Después veremos —dijo Santiago, bebiendo de un sorbo.

— ¿De verdad no quieres nada con Fernanda o solo lo dices porque estás herido? —preguntó Theo.

Santiago lo miró con seriedad.

— La quiero, pero bien lejos de mí. Su traición mató cualquier sentimiento. La acabo de ver semidesnuda y no me provocó nada. En cambio… —guardó silencio.

— ¿En cambio? —preguntó Theo, curioso.

— Nada —replicó Santiago, desviando la mirada—. Solo me impresionó un poco la Scort.

Theo soltó una carcajada.

— Sabía que no me dejarías ver las demás fotos —bromeó—. Ya estás marcando territorio sin conocerla. Cómo será cuando la contrates. Se siguió burlando.

— No seas idiota —dijo Santiago, lanzándole un cojín.

Al día siguiente, Theodore llegó con la información confirmada.

— Buenos días, Santiago —dijo, sonriendo—. Ningún empresario o CEO que conocemos ha contratado a Luna.

Santiago asintió satisfecho.

— Excelente. Es justo lo que quería saber.

Tomó su teléfono y llamó a Willy.

— Willy, iré hoy a firmar el contrato con la agencia —dijo con firmeza—. Quiero reunirme con Luna después para firmar con ella también. Y asegúrate de que no se vista como una mujerzuela. Cuanto más discreta, mejor.

Willy sonrió triunfante al otro lado de la línea.

— Por supuesto, señor Lombardi. Lo estaré esperando con el contrato listo —respondió con entusiasmo.

Santiago colgó y se recostó en su silla, sentía una extraña emoción… una mezcla de curiosidad y deseo, quería que el reloj avanzará más rápido.

Theo, observándolo desde el sofá, sonrió divertido.

— Vaya, parece que esta acompañante ha desbloqueado tu lado amable —dijo, riendo.

Santiago lo miró con advertencia, pero al final, ambos soltaron una carcajada.

El juego apenas estaba por comenzar, nada estaba dicho aún…

1
Carmen Palencia
mi escritora que ha pasado con esta hermosa novela que no has vuelto a actualizar estoy ansiosa por qué actualices desde el primer capítulo quedé enganchada con esta hermosa novela
Eli
que paso con la novela mi jhoqna
Yasbely Piña
excelente novela Johanna es una autora con una narración y creatividad maravillosa, éxito y muchas bendiciones
Gina Perez
hasta el momento me a encantado tu novela Jhoana y soy tu súper fans
Carmen Palencia
estoy ansiosa por qué actualicen varios capitulos de esta hermosa novela
Gisela Salinas
Eso pasa cuando escribis varias novelas a la vez, no podes atender a todas! una pena, pero es una falta de respt al lector!
Gabriela Aleman
cada vez se pone mejor ....solo espero que Santiago no se arrepienta de como trataba Mar y también se den la oportunidad de hablar cuando llegue el momento de estar cara a cara y Mar por fin pueda decirle quien es
Marcelina Chamorro Orrego
👏👏👏👏felicitaciones autora gracias, espectacular como todas tus obras, hay Santi como te dice Mar, tu hijo te ama solo falta que descubran, mejor dicho que recapacites un poco tu pasado, bueno la abuela ya se ocupó del ADN, cuando tiene el resultado estalla la bomba 💣 🙌🤗🙏
Anonymous
Siii, cuando será q Santiago se da cuenta q ella es la mamá de su hijo y q todo lo está haciendo por el
Rosalba Perez
Me encanta esta historia quiero leer el final
Carmen Palencia
escritora estoy ansiosa esperando que actualice varios capitulos de esta hermosa novela
PATRICIA MANEIRO
Santiago sintió que ya no era tan mentira lo de la novia ❤️. Ese corazón ya desde hace mucho tenía dueña y se llama Mar Montiel.... o Luna Harrison como más les guste..🤭🤭🤭
Anita Briones
Holi autora me gustaría saber si terminará la novela contigo si ya k tiene tiempo k ko actualiza ,y esta muy buena la trama para k se kede inconclusa x fa actualiza pronto cada una de sus novelas yo se k no es fácil una y ahora 3
Anita Briones
Johana x fa no tardes en publicar las demas novelas me dejaste picada con la Bruja ,Contigo si😭
Stefania Baez
No me acuerdo, pero quien era Massimo?
Nancy Hernandez
eso es Mar no te dejes de esta mujer cita q cree q porque tiene Posición y "clase" pueda venir a humillarte
Kathee Perezz
Maratón
Kathee Perezz
Muy buena novela la felicito
Carolina Veronica
cómo me molesta cuando las madres se creen con el derecho de intervenir en la vida de sus hijos y forzarlos a ver y hablar con una mujer que los engaño vilmente ,el sabrá que hacer por algo es adulto no un niño que necesite que le digan con quién hablar y con quién no
Dorme Morelo
me encanta esta buenísima pero ojalá que ya Santiago se entere que Josué es su hijo
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