Detrás de una mujer que se entrega por completo al hombre que ama, hay un alma que está llena de sufrimiento, ¿podrá lograr salir de ese lugar frío?
Conozcamos la historia de Genna Macover.
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¡Basta ya!
Ya en casa bebiendo chocolate caliente, mirando televisión, por lo que parece, este invierno se vino con todo y yo aquí sola, pensando si voy a casa a pasar las fiestas familiares, extraño el campo y su tranquilidad.
Pediré a mi jefa que mis vacaciones sean esas fechas, sí, eso haré, será lo mejor, porque aquí en la ciudad, iba a casa de Lara o Mariza, ya que para variar, Mauricio tenía viajes para esas fechas con su familia, será lo mejor que está navidad vaya al campo con mis padres, bueno sonrió al mirar una escena que me causa gracia, río sola, lloro sola, sé me viene a la cabeza algunos recuerdo que sé que son pocos, pero para mí si fueron importantes, es sobre los momentos que he pasado con Mauricio.
Vaya que prácticamente nuestra relación se ha basado en sexo y contables salidas, jamás he conocido amigos, jamás he sabido exactamente dónde trabaja, no le gusta que vaya a verlo a la salida de su trabajo, es más no he pisado la universidad en la que estudia, y su familia, ja. Su familia, con exactitud fue su madre si ella sola, su madre nos vio en una heladería y lo llamó enojada al parecer y él se marchó con ella, sin explicación 🤷 😡.
Porque siento le he aguantado todo lo que me ha hecho, porque siempre he creído en sus excusas de poco tiempo para no poder estar conmigo, porque siempre he sido solo su punto de desfogue y ya, solamente eso. Porque rayos no me echo valorar si sé que yo soy guapa, soy inteligente, soy capaz de llevar un trabajo y mis estudios, soy una chica que ama la naturaleza y la limpieza.
Solo me ha faltado amarme como una buena mujer que soy. Mis lágrimas siguen deslizando por mis mejillas y mis ojos hasta me arden de tanto llorar, apago mi teléfono, es imposible que Mauricio me llamé, no lo hizo ayer, ni hoy, cuando quiere desaparecer lo hace de tres a cinco días y después llega a buscarme con cara de tonto y yo la más tonta de las tontas que le cree sus mentiras y sabiendo que son mentiras me las creo porque no quiero decepcionarme de él.
¿Será amor lo que siento por él?
¿Será costumbre?
¿Será solo placer?
... Será que no me amo y dejo que me pueda pisotear, que me use a su antojo y yo sin reclamo alguno, soy ciega ante lo que veo, soy sorda ante lo que me dice, soy muda ante lo que me demuestra. Solo creo en lo que dice y sigo viviendo en una relación muy tormentosa que me daña a tal punto de que olvidó quien soy yo, olvido de como me siento yo. Solo importa que él esté conmigo.
¡Tonta!
Eso es lo que soy, no me amo, no tengo mi autoestima alta, porque permito que me use de tapete, ya no puedo seguir así.
¡Basta ya!
Tomo mis pastillas para el insomnio y entre cosas locas que voy pensando me quedo dormida hasta la mañana siguiente, que despierto con sobresalto pensando que es tarde, enciendo mi teléfono, no hay ninguna notificación, era de esperar, me voy a la ducha, esta mañana me preparan mi jugo de arándanos y leche, unas tostadas con mantequilla de maní, tengo que ir a la universidad por una clase de dos horas, luego iré a la cafetería, haré horas extras.
Hoy dejaré de ser la misma tonta de siempre.
Mauricio Millaje Pedregosa...
Un fin de semana bastante bueno, me divertí mucho, me fui de fiesta a las afueras de la ciudad con Mariela y vaya que su casa de playa es estupenda, la muy rica es propietaria de algunas propiedades y sé que está enamorada de mí, es evidente cuando se entrega a mí, lo hace sin medias tintas, da todo lo que es como mujer.
He tenido mucha suerte con las mujeres, tengo una labia que hace que todas caigan, ellas me pagan el hotel, algunas han querido que tengamos videos íntimos, he gozado con unas tres vírgenes, me han dado el privilegio de ser el primero en sus vidas, que más puedo pedir, son ellas las que me buscan.
Hay... Mauricio Millaje Pedregosa, aún no ha llegado la mujer que te haya hecho llorar o volverte loco por ella, no existe esa mujer. Me dirijo a casa, iré al trabajo, ya que la tina con sales relajantes estuvo deliciosa, y los masajes, esos masajes que me dejaron seda, me hicieron las uñas, el rostro me lo dejaron hidratado, vaya atención del hotel exclusivo.
Y Mariela, me compro este traje con el cual iré a la universidad, me dejo el auto a mi servicio, se lo entregaré cuando yo quiera, eso fue lo que me dijo, ella no escatima con los gastos, si tan solo Genna fuera de su clase sería perfecta.
Pero no, no es así, es una mujer de campo la cual entiende de animales y tierras, tiene un trabajo de medio tiempo y un departamento que es rentado. Pues lo único que es de ella es esa moto que le quita lo femenina.
Pero después está muy guapa la condenada. Solo le falta posición social para estar a mi altura, esa altura que mamá quiere para mí. La iré a ver por la tarde, le llevaré chocolates, una tarjeta pidiendo perdón por mi ausencia y ya, le inventaré cualquier excusa que se me vaya ocurriendo a medida que pasa el día, Genna, Genna me gustas, pero solo eres belleza sin lujos, esos lujos a los que mi familia está acostumbrado y que tienen esperanza en que yo los suba de nivel en la sociedad. Soy el único hijo varón y, por lo tanto, tengo que velar por los intereses familiares, tengo que tener una esposa muy rica y bella, que me deje totalmente satisfecho con su fortuna, dejaré que Rebeca me dé una respuesta, si no tendré que presionarla aunque el interés en ella es menos por qué ya no es virgen. Quizá ese era mi interés en ella, el pensar en que era pura, y no, no lo era.