MI CRUEL, FRÍA Y ADORADA ESPOSA "LA CEO"

Dentro de la casa, Bernarda entró y vio a Alex que terminaba de acomodar la mesa para almorzar con ella y Bernarda, claro que aceptó, ambos almorzaron entre charlas. Se podía sentir cómo ambos expresaban sus opiniones más sinceras sobre varios temas y Bernarda tenía temas que hablar con Alex, solo que no era el momento. Quería tener un ambiente más relajado, quería explicarle la situación. La finalización del año de matrimonio se acercaba, ellos no necesitaban vivir juntos después de eso, ella estaba segura de que se iría como si nada, pero ahora, después de estos meses, después de que Alex se mete bajo su piel todos los días, no puede hacerlo y su lucha interna la tiene conflictuada.

—Alex, la próxima semana son los exámenes de fin de curso de las niñas, y me gustaría que vayamos a u paseo los cuatro, es un lugar en la playa, me dijo Belle que no conocen el mar, podríamos ir —dijo tranquila mientras corta los alimentos y los pone en el plato de Alex dejándolo mudo, ella parecía estar siempre atenta a todo, aunque parecía fría y que nada le preocupaba, ella vio qué alimentos le gustan más y los que le gusta en rodajas más pequeñas.

—Sí…, podríamos ir a pasear, tengo un dinerito guardado, quería llevar a las niñas a un lugar bonito estas vacaciones ahora que el taller está rindiendo bien —dijo Alex feliz.

Bernarda asintió, y la verdad era que ella lo estaba recomendando a varios empresarios que tenían sus autos de colección. Alex tenía una mano de oro con esos vehículos.

—Cariño, no te preocupes, este viaje nos saldrá prácticamente gratis. Es la casa de playa de mi jefa y me la dio para esta semana que viene.

—Además, el colegio de las niñas tiene un campamento después de eso, serán 15 días que estaban en retiro aprendiendo habilidades variadas, estarán varias madres ahí para vigilar, son las más cuidadosas y estrictas, precisamente para que los niños no hagan tonterías, me gustaría que ellas vayan, es bueno que aprendan cosas que las ayude para que se defiendan como debe ser —dijo Bernarda mientras se sirve algunos bocados.

Sin embargo, el silencio de Alex la alertó de que no parecía contento.

—Sobre la casa de playa de tu jefa, no me agrada tener que molestar, pero creo que ella se lleva bien contigo, así que no voy a ser aguafiestas, pero, el campamento no me parece, no me he separado de las niñas nunca desde que están conmigo, no confío en que las cuiden bien, yo…, —trato de cerrar el tema, pero Bernarda es “La CEO” y nada es imposible para ella.

—Alex, cariño, sé que te preocupas por ellas, las amas y eso para mí es impresionante y loable, pero también debes dejarlas aprender, dejarlas que te extrañen un poquito, ellas aprenderán también que cuando salgan de ahí estarás tú para ellas, a veces no se le enseña a los hijos a sentirse fuertes ante la adversidad y terminan derrumbándose en el momento más crítico —dijo bernarda con un tono de dolor en su voz, ella había pasado por eso, por la incapacidad de poder gestionar lo que le pasó hace casi dos años, sin poder levantar la cabeza, y es que ella no tenía un Alex en su vida, cuando era niña, no tenía un pilar de afecto y fortaleza.

Alex no estaba convencido, así que prometió pensarlo. Bernarda estaba molesta en secreto, no quería alejar a las niñas, pero ese campamento abriría sus mentes en muchas cosas positivas en sus vidas.

Al final Bernarda se quedó en su casa. Alex fue al taller y ella iba a dejarle refrescos y bocaditos. Obviamente, los clientes de Alex se quedaban boquiabiertos al ver a su esposa. Aunque ella llevaba unos jeans normales y una polera sencilla, todos se babeaban por ella.

Alex solo podía verlos y refunfuñar por dentro, pero Bernarda parecía ni siquiera registrar a esos hombres, ella era tan apática cuando se lo propone que hasta el más paciente estaría indignado.

*_*

Mientras tanto, en la empresa de Bernarda, Arnold ha pasado unas 20 veces por la oficina de Bernarda, pero ella no está, se siente en pánico. Es obvio que ella está saliendo con alguien, sabe que es la misma persona en todas las ocasiones, la conoce desde que son unos chiquillos y sabe que ella jamás andaría de hombre en hombre, así que eso es peor aún.

Logan llegó para buscar a esa hermana malagradecida que tenía y vio a Arnold ahí. El hombre daba vueltas como león enjaulado.

—Arnold, estás esperando a mi hermana, yo también quiero verla, ella ha estado causando problemas en la familia —dijo molesto mientras que Arnold lo saludó de forma íntima. Se conocían desde años y siempre habían sido buenos amigos.

—Logan, ella salió al mediodía con esa odiosa de Angie y no volvió. Angie vino y se hace cargo de varias cosas, pero tu hermana no está, parece que tiene un amante —dijo disgustado mientras que Logan frunció el ceño.

—¿Qué? —No puede ser, eso jamás. Bernarda no puede salir con nadie que no esté aprobado por la familia, además, no hace ni un año que se divorció de ti. Por respeto a tu familia, ella no debería andar de amores —dijo arreglándose la fina y cara corbata que tenía en el cuello.

—Pues…, creo que eso del respeto se lo ha saltado, ayer vi en su cuello marcas vulgares, de esas que les hacen los pobretones a esas mujercitas desesperadas —dijo furioso, no puede creer que ella ande haciendo esas vulgaridades.

Logan se sobresaltó. Bernarda, siempre fría y ajena a todo, como tendría chupones en el cuello como una mujercita vulgar, esto lo hablaría seriamente, ahora tiene que cuidar la reputación de la empresa Davis y los Monterrosa.

Sin embargo, Arnold decidió hablar con Logan, ya que quiere ayuda, está decidido y no quiere perder tiempo, más ahora que Bernarda parece interesada en otro hombre.

—Logan, he tenido problemas con Sisi, ella no puede avanzar en el tema empresarial, realmente no siento que me represente, así que he decidido conquistar a Bernarda de nuevo, creo que ella está capacitada para ser mi pareja y esposa —dijo tranquilo mientras que Logan asiente con ánimo.

—Pues ya te habías tardado en verlo más claramente, aunque también es culpa de mi hermana, ella hizo todo un espectáculo cuando supo lo de Sisi, solo debía aceptarlo y…, mira, habrías vuelto con ella sin problemas, cuando regreses con ella, deberías también ponerle límites y dominar mejor a Bernarda —dijo Logan tranquilo mientras que Arnold sonríe satisfecho, sabía que los Monterrosa no se opondrán a que vuelva con Bernarda, pero lo que Arnold no sabe es que nadie gobierna a Bernarda.