La historia sigue a Patrick, un aventurero serio y amable que trabaja para la iglesia en un mundo de fantasía medieval. Patrick recibe la misión de recolectar poderosos artefactos mágicos, incluyendo la espada Dama, que puede invocar a una entidad llamada Dama Blanca. Durante su viaje, Patrick rescata a Samantha, una chica mitad demonio con un carácter fuerte pero frágil, que es perseguida por la iglesia debido a su linaje. Juntos, enfrentan peligros y desafíos mientras Samantha comienza a enamorarse de Patrick, y él descubre secretos oscuros sobre los artefactos y las verdaderas intenciones de la iglesia. La historia se desarrolla en un vasto mundo lleno de reinos, criaturas míticas, y seres divinos, donde la discriminación entre razas y la lucha por el poder son constantes.
NovelToon tiene autorización de Ismael forchiney para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 15 La Luz de la Redención
**Capítulo 15: La Luz de la Redención**
Después de varios días de trabajo incansable, la estatua finalmente estaba completa. Patrick, Samantha y los aldeanos se encontraban de pie frente a ella, contemplando su extraña forma. La estatua no representaba una figura humana ni de ninguna criatura conocida. Era abstracta, una amalgama de líneas y formas imposibles que parecían retorcerse en todas direcciones, como si desafiara las leyes naturales.
—Nunca había visto algo así —murmuró Samantha, ajustándose la capucha para cubrir sus rasgos semidemoníacos—. ¿Es realmente una representación de un dios?
Patrick frunció el ceño, pero no dijo nada. Algo en la estatua lo inquietaba, pero también sentía una energía poderosa emanar de ella, una fuerza que era imposible ignorar.
Mala, con su bata oscura ondeando suavemente en la brisa, se acercó a la base de la estatua. Sin decir nada a los demás, levantó una mano y la colocó sobre la fría superficie. Cerró los ojos y empezó a murmurar palabras ininteligibles, una lengua antigua y desconocida para todos los presentes.
De repente, la estatua comenzó a vibrar levemente, y un tenue resplandor azul surgió de su interior. Los aldeanos se miraron entre sí, inquietos, mientras un silencio reverente caía sobre la multitud.
El brillo azul creció en intensidad, y un pilar de luz ascendió desde la estatua hacia el cielo. Las nubes que habían cubierto el pueblo durante tanto tiempo comenzaron a disiparse, como si algo invisible las alejara, y por primera vez en semanas, el sol rompió a través de la oscuridad, bañando el pueblo en su cálida luz.
Los aldeanos quedaron boquiabiertos ante la vista. Algunos cayeron de rodillas, lágrimas de alivio corriendo por sus rostros. Otros, con incredulidad aún en sus ojos, observaron cómo el cielo se despejaba por completo.
—¡El sol! —gritó un niño pequeño, saltando de alegría—. ¡El sol ha vuelto!
Un grito de victoria resonó entre la multitud, y pronto, todos se unieron en vítores y celebraciones. Se abrazaban, reían y lloraban, agradecidos de haber sobrevivido a la terrible maldición que había plagado sus vidas.
Patrick observaba la escena con una sonrisa tranquila. Incluso Samantha, normalmente reservada, no pudo evitar sentirse aliviada.
Mala, por su parte, se mantuvo en silencio, observando con una pequeña sonrisa de satisfacción. Había cumplido su tarea. Cuando Patrick se acercó a ella, preguntándole si todo había terminado, ella asintió con la cabeza.
—Sí —dijo con su voz tranquila—. El dios ha aceptado sus disculpas. Ahora podrán vivir en paz... siempre y cuando no vuelvan a desafiar su voluntad.
Patrick asintió, agradecido, aunque aún había algo en la actitud de Mala que le resultaba inquietante. Pero por ahora, lo importante era que el pueblo había sido salvado.
La celebración continuó durante todo el día, con música, mucha comida y bailes. El cielo, ahora despejado, parecía prometer un nuevo comienzo para el pueblo mala en la celebración mirando con alegría Patrick ciendo acorralado por niños que lo bombardearon con preguntas sobre su espada y Samantha riéndose por ver a Patrick con los niños mala se acerco a la estatua mirándola con una sonrisa.