NovelToon NovelToon
El Calabozo De Moff.

El Calabozo De Moff.

Status: En proceso
Genre:Yaoi / Comedia / Ángeles / Mundo mágico / Mitos y leyendas / Fantasía LGBT
Popularitas:1.3k
Nilai: 5
nombre de autor: Xie Lian.

BL.

⚠️ Para mayores de 18, la novela puede contener escenas no aptas para menores. ⚠️

Alfred es un hombre que se dedica a desmentir leyendas junto con su hermano. Toda su vida ha sido relativamente tranquila o así lo cree él, en realidad no tiene casi ningún recuerdo. Estos parecen estar tapados con una espesa niebla blanca.
Jamás sintió demasiada intriga sobre el por qué sus recuerdos habían desaparecido, hasta que una extraña leyenda llega a sus manos, de hecho, fue muy conveniente para poder solucionar también el desastre en el cual su hermano se había metido.

Esta leyenda trataba sobre un Ángel y ofrecía una muy buena recompensa, junto con su hermano se embarca en su nueva aventura, que sin que Alfred lo supiera, se convertirá en el camino para desenvolver su pasado y encontrar a alguien que lo ha estado esperando en secreto.

Pd: La imagen de la portada NO me pertenece.
Newt y Thomas son solo una representación.

NovelToon tiene autorización de Xie Lian. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 23: ¿Será todo una trampa?

Se avecinaban unas nubes de tormenta por el horizonte estrellado, trayendo consigo un viento bastante frío. Los cabellos de Alfred se crisparon mirando la oscuridad de más allá que la luz de las calles no llegaba a iluminar.

—Hay tantas calles en este pueblo, aunque sea pequeño. ¿Cómo sabremos en donde atacaran?

Era una buena pregunta.

—Si yo fuera un atacante elegiría un lugar en las sombras que no se viera muy anormal, como un callejón o bosque, incluso la maleza alta puede ser un buen escondite en las noches.

—Perfecto, ¿en dónde hay un lugar así?

—Vamos a dividirnos—, propuso Alfred y Elast se puso de inmediato a su lado antes de que Hugo lo hiciera. —Tendremos más posibilidades, además este en un pueblo pequeño, si alguien grita, lo escucharemos. ¿No?

Todos parecieron bastantes satisfechos ante esta absurda declaración.

—Alfred y yo tomaremos el camino de la derecha.

—Bien, más o menos conozco los alrededores—, murmuró Sea. —Estuve solo una vez aquí.

Sea se fue junto con Hugo. Alf miro sus espaldas desaparecer en la oscuridad y emprendió directo al Oeste con Elast, el camino no fue difícil de recorrer, sorpresivamente las calles estaban bastante bien, nada que ver con el escarpado camino que habían recorrido en carruaje. No habían muchos puntos en donde alguien se pudiera esconder, así que continuaron su rumbo, la noche estrellada era su manto y la luna su luz en donde las linternas no llegaban a iluminar, el cabello de Elast brillaba bajo "el foco natural" haciéndolo parecer un ser místico he inalcanzable.

Alfred lo miro de reojo, sintiendo un revoloteo extraño en su corazón, la mirada esmeralda del Ángel se posó en él, con una hermosa sonrisa colgando de sus labios. Alf sintió como se le cortaba la respiración y contuvo el aliento mientras su rostro adquiría un color carmín, rápidamente desvió la mirada.

Se sentía como un pervertido.

— ¿Crees que pasen por aquí?— Atinó a preguntar esperando no haberse delatado con su tono de voz algo tembloroso.

—Puede ser posible, desplegué mi consciencia divina—, los ojos de Alfred se abrieron con asombro ante su confesión. —En poco tiempo pasarán por aquí.

— ¿Estás haciendo esto a propósito?—, ¿por eso había elegido tomar este camino?— Ya sabias por qué lado vendrían, ¿verdad?

Elast asintió, desde que escucho hablar del Príncipe en la posada había desplegado su conciencia divina por todo el pequeño pueblo, era agotador usarla, pero para alguien como él, utilizarla en un área tan reducida era fácil.

Quería estar a solas con Alfred.

—Oh.

— ¿Oh?— ¿Eso era todo lo que tenía por decir después de semejante revelación?

Su ceño se frunció con moderación proyectando un poco de sombra sobre sus ojos, miro en la misma dirección que el Ángel, su vista se perdía en las sombras de una calle, un par de ojos amarillos brillantes los observaban con cautela. La respiración de Alfred nuevamente se cortó y por puro instinto dio un paso hacia atrás, su corazón latía con fuerza y no podía entender por qué un sentimiento de miedo comenzaba a inundarlo. Elast estaba concentrado en el curioso animal que no había visto hace decenas de años, por lo cual no noto la anormalidad de Alfred cuando dió unos cuantos pasos adelante como un niño curioso que se olvidaba de su tarea principal.

El hombre de cabello castaño se quedó petrificado en donde estaba, sin seguirlo. Sus manos temblaban. El cabello casi plateado de Elast se sumergió en la oscuridad, el silencio lo invadió todo, solo podía oír el ruido de su corazón y respiración entrecortada junto con el zumbido de sus oídos.

Finalmente un maullido prolongado rompió la extraña ambigüedad de la noche, el Ángel se asomó con un gato blanco entre sus brazos cubiertos de rasguños y camino hacia Alfred con una sonrisa.

— ¡Es muy bonito!

Por cada paso que daba, Alfred retrocedía dos. Finalmente noto que el rostro del contrario estaba sumamente pálido y que su frente estaba bañada con gotitas de sudor que brillaban dejado de la luz. Elast dejó escapar al gato y lo miro con confusión.

— ¿Alfred?, ¿te sientes bien?

Tenía un nudo en la garganta que no le permitía hablar, por lo cual no respondió. Su vista siguió al gato y no entendía porque este animal le causaba estas sensaciones horrendas. Una punzada de dolor atravesó su cabeza, llevo la palma de la mano a su frente sudorosa y la presiono mientras se doblaba un poco hacia adelante. Finalmente Elast corrió a su lado y lo atrapo antes que cayera.

— ¿¡Qué pasa!?—, su tono de voz salió desesperado, finalmente la calma que siempre mantenía se vio perturbada. —Soy un idiota...

¿Por qué Elast se decía eso?

Abrió su boca, pero ningún sonido salió, el dolor de cabeza se hacía cada vez más intenso, incluso sus ojos ardían, por lo cual, antes de cerrarlos, escucho el sonido de pezuñas de caballos golpeando el suelo.

...•••°•••°•••°•••°••••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••°•••...

Las voces lo hicieron despertar, al incorporarse en la cama con esfuerzo un paño húmedo se deslizo por su frente. Las personas en la habitación guardaron silencio, Elast se separó de un chico de aspecto extravagante: iba vestidos con un traje completamente negro con hilos de oro formando patrones en sus hombros y cintura, de esta misma colgaba un cinturón de plata con un emblema, su cabello estaba perfectamente arreglado, dándole un aura de un joven con autoridad.

— ¿Te sientes mejor?—, el Ángel puso una mano sobre su frente y suspiro aliviado. —Me asustaste tanto, creí que...ah. No importa—. El tono de reproche fue sustituido por otro suspiro.

—Fue una fortuna que justo pasara por ahí la otra vez—, la voz del joven era baja, pero animada. —Agradezco que me hayas informado de la situación, tendré a mis guardias atentos.

¿La otra vez?

—Espere..., usted es...

Alfred se quitó las mantas de arriba con la intención de levantarse a rendirle una reverencia al joven Príncipe, pero este levanto su mano en señal de que no era necesario.

—Descansa, tú amigo ya me ha planteado la situación. Gracias, respecto a lo del Ministerio de Guerra, pueden ir al palacio cuando les plazca, le informare al Emperador.

Alf movió sus ojos hacia el Ángel. ¿Ministerio de Guerra?, ¿de qué se había perdido?, en cuanto el Príncipe se fuera tendría una charla con este otro hombre.

—Gracias por su benevolencia, majestad.

El joven sonido de lado.

—Debo de partir, ya me he retrasado bastante. Le deseo una pronta recuperación, señor.

—Habla.

—Necesito información.

— ¿De?

Alfred se había sentado en la cama y hablo cuando se aseguró de que el Príncipe se había ido, lo que sucedió hace horas parecía un sueño distante, pero al recordar a el gato un escalofrío surco su espalda.

—Como ya sabes, hace años sucedió una guerra, necesito leer algunos registros para demostrar la inocencia de alguien.

—Estas lleno de misterios, ¿no es así? Tus alas, un ataúd de cristal, ahora esto. ¿Algo más?, nos estamos adentrando en agua muy peligrosas, pero eso ya lo sabes.

—Lo sé, pero es necesario todo y que la verdad se sepa. No quiero que el nombre de esa persona sea manchado más.

— ¿Es alguien importante para ti?

—Esa persona es mi motivación, la única que me hizo mantenerme cuerdo en aquella cueva, porque sabía que estaba vivo. Me esperaría por años. Es mi luz, mi amanecer.

Sintió algo extraño en su corazón y se mordió la lengua, tragándose su propio veneno, sus ojos se estrecharon involuntariamente y observo a Elast. ¿Se refería a algún descendiente suyo?, no. El tono que utilizo...claramente hablaba de algún amante.

—Libertino—, mascullo entre dientes.

— ¿Eh?

—Nada.

— ¿Qué te sucedió hace dos días?—, cambio rotundamente de tema mientras sus ojos verdes adquirían un deje de preocupación. Elast ya lo sabía.

—Honestamente, no lo sé. No podía moverme, ni pensar con claridad. ¿Eh? ¿¡Dos días!?

—Mh. Tenemos que encontrar ese ataúd de cristal de inmediato.

¡Por dios, gracias a él ya se habían retrasado mucho!

Alfred alzo una ceja, sin entender que tenía que ver eso con él. Otra vez este Ángel estaba cambiando de tema.

— ¿Sea y Hugo?

—Me olvide de ellos.

— ¿Qué?—, se puso de pie de un salto y Elast estiró sus brazos hacia él para sostenerlo, pero lo aparto mientras acomodaba rápidamente las mantas. — ¿Cómo que te olvidaste? ¡Vayamos a buscarlos!

Ambos salieron de donde se estaban quedando, Alfred descubrió que se trataba de una posada no demasiado lejos de donde se había desmayado hace dos días... No había rastros de sol, el cielo estaba completamente gris, algunos truenos resonaban a lo lejos, señal de que pronto llovería. Ambos hombres se apresuraron a regresar a la posada en donde originalmente se habían instalado. Habían acordado salir a primera hora de la mañana hace días.

Realmente estaba preocupado, ¿Cómo estaría Hugo?

¿Se habrían ido sin ellos?

No, ni Sea ni Hugo se moverían si ellos no estaban.

Al llegar, en el exterior estaba el carro de caballos. Sea hablaba rápidamente con Tod, quien se giró y al verlos soltó una exclamación, Hugo descendió rápido del carro y corrió hacia Alfred mientras le echaba una mirada fulminante al Ángel.

— ¿¡Donde estaban!? ¿Qué le hiciste a mi hermano? ¿¡Saben cuánto esperamos!? ¡Mierda!

—No hay necesidad de insultar.

Alfred no tenía intenciones de mencionarle el incidente que habían sufrido, así que se apresuró a calmar a Hugo, que por primera vez lo había llamado "hermano" sin cometer una metida de pata.

—Nos encontramos al Príncipe. Nos tomó más tiempo de lo pensado, todo está resuelto—. Hugo lo miro de manera sospechosa.

— ¿No nos pudieron haber avisado o algo? ¡Este maldito Ángel y sus putos trucos!

—Shhh, ¡Tob nos puede escuchar!

—Tenemos entrada libre al palacio—, hablo Elast ignorando a Hugo. —Le pedí hablar con el Ministro de Guerra y acepto, más tarde se lo informara a su hermano—. Los tres hombres se aproximaron a Sea y Tob.

— ¿Así de fácil?— Pregunto la chica que los había logrado escuchar agudizando su oído. —Puede ser una trampa.

—El Príncipe no sabe que soy un Ángel, así que no nos engañaría.

— ¿Qué tú qué?

Oh, Tob.

Alfred rápidamente se volteo en su dirección eh hizo que cerraba su boca con una cremallera.

—Ni una palabra—, su tono asusto al pobre conductor. Este joven había sido amable durante todo el viaje, pero de repente lo amenazaba de esta manera, sus ojos parecían que querían quemar su alma. A veces podía ser aterrador.

—No hablaré, soy una tumba.

—Mejor que sea así, sino será de forma literal.

El hombre mayor tembló.

La mejor manera de asegurarse que una persona se mantuviera callada era mediante el miedo, no le gustaba utilizar este método. Era muy cruel. Pero el Ángel ahora había sido bastante descuidado, realmente estúpido. ¿Qué pasaría si todo el mundo se enterara? Definitivamente sería muy malo, sacando el hecho de que el Emperador ya podía tener conocimiento de su fuga, después de todo parte de sus soldados más negligentes habían estado custodiando la montaña.

Se sentía extraño desde el incidente con el gato, como si algo oscuro quisiera aflorar en su memoria y esto lo tenía de un humor que ni él mismo sabía cómo manejar.

1
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Elast y Alfred logran interponerse en el camino del Príncipe y así evitar que este fuera a un destino atroz.
¿Esto solo logro facilitar o dificultar más las cosas?
¡Te invito a seguir leyendo para descubrirlo! 💗
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Finalmente Elast y Alfred se embarcaron en la verdadera aventura. ¿Sus lazos se fortalecerán o se volverán aún más flojos?
¡Te invito a leer para descubrirlo!
Annx
Me encanta me está cautivando mucho está historia🥰
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈
Alfred está a nada de encontrarse con el amor de su vida, aunque nada asegura que después de eso las cosas sean más fáciles. 🕺
🥦🐞chatbug💥🐈‍⬛
amooo hermoso
𝑳𝒖 𝑮𝒖𝒂𝒏𝒈: Muchas gracias. 💗
total 1 replies
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play