Alguien Te Mira

Sentí el resplandor del sol sobre mi espalda quemandome cuando las manos de Diego se deslizaron por mis hombros tan suave, esa mano dura de hombre casi entierro mi cara en la arepa del deseo. Deslizó su mano por toda mi espalda, los latidos de mi corazón se acelero y sentí mis mejillas calentarse, sentí hormigueo subir por mis piernas.

Cuando toco mis caderas me apretó, no pude contener mi boca.

-¡Oh que rico! Dije aquella palabra sin poder evitarlo, salieron de mi boca como un impulso del deseo que estaba sintiendo.

Evite en todo momento verle la cara a Diego, mientras mes estuvo aplicando el bloqueador solar en la espalda...

-Tita,Tita vamos a la piscina, interrumpio Alexa mi sobrina agarrada de la mano de Alexandra su gemela.

Me gire en la arena y Diego, me tendió su mano, para ayudarme a levantar. Su cara estaba roja, tenía sus cachetes ruborizado, mire su abdomen muy bien trabajo por el gimnasio y todos sus tatuajes que en su mayoría representaban algo en su historia.

Alexandra, tomo mi mano Diego, agarro a Alexa por su mano fuimos al área que suelen decirle la piscina en la Ciénaga dónde el agua es más cristalina y se mantiene un nivel de agua bajo. Nos quedamos en un nivel dónde el agua era segura para las niñas...

Di un pequeño salto al sentir que me tocaban las nalgas escuché a Sofía reír

-¡Mami! Le voltie los ojos al escucharla burlarse de mi.

-¿Diego has cuidado bien de tus sobrinas? Pregunto con doble sentido.

-Sofia, regañe.

-Diego, es como un tío es parte de familia, ¿cierto Diego?

-¡Así es! Respondio mientras le chapoteaba agua a Alexa.

-¡Papi,papi! Tendió sus manos Alexandra hacia Dila, su padre, el la cargo en sus brazos. Sofia tomo mi mano llevando con ella aparte.

-¿Cómo has estado?

-¡Bien!

-Me gusta verte más tranquila, más feliz creo que todo esto de la rotura de tu matrimonio está sirviendo para aflorar la verdadera Maddi. ¿Y ustedes aún siguen en la página de amigos?

-Esa es la única página de nosotros.

-Si, Maddi y yo me chupo el dedo, si ustedes se comen con las miradas.

-Basta Sofía, no es el momento.

-No, porque hay viene tu Chavi.

Se alejo de mi y entro al agua con Dilan y las gemelas.

-Vamos a caminar, me pidió Diego.

Tomo mi mano y solo caminamos en silencio viendo a los muchos turistas por ser un fin de semana una fecha donde está más llenas la playa.

-Maddi, quiero disculparme, creo que fui muy fuerte contigo. Y un hipócrita porque todos tenemos fantasías, pero me preocupa pueda pasarte algo.

-¿Cuál es tu fantasía? pregunté sin pensar en mi pregunta.

Su cara fue un verdadero poema y me rei como hace años no lo hacía...

Me agarró de los brazos y me pego cerca a su cuerpo, lo mire con mis ojos tan abiertos al igual que mi boca mi mirada se centro en ese perfilado rostro con una mirada traviesa.

-¡Fantaseo con tener debajo de mi gimiendo y gritando mi nombre!.

Mis labios dieron un ligero temblor y solo mire su cara tan sorprendida, sentí un cosquilleo recorrer desde mis pies por todo mi cuerpo...

-¿Y ahora quién ríe?

Se echó a reír por mi cara de asombro... Siguió caminando y me ví obligada a seguir su paso, pero me mantuve callada.

¡Fantaseo con tenerte debajo de mi gimiendo y gritando mi nombre!. ¿En eso era lo que solo pensaba? ¿Sería verdad?

La tarde había caído y nos tocó regresar al pueblo Diego, había contratado a una empresa de turismo que se encargaron del hospedaje la posada, nuestro transporte y traslado a la Ciénaga de ida y regresó a Ocumare...

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Los tambores sonaban y una pareja bailaba en el centro de un circulo por turnos mujeres como hombre iban entrando y desplazando al de su sexo fuera del baile para seguir bailando. Moviendo sus caderas al ritmo del sonido. Empuje a Diego, dentro del circulo...

Me aleje por uno momento del grupo. Camine más cerca a la playa, me senté al pies de una palmera mirando como las olas venían con tanta fuerza y al irse acercando a la orilla su fuerza disminuía.

Escuché el sonido de una rama que cedió bajo la pisada de un cuerpo.

Me gire y hay estaba el.

Era alto de contextura flaca, cabello negro corte degradado de piel morena.

-¿Quien eres? Pregunté con una vos firme sin mostrar mi miedo.

-Da..

El chico concentro su atención tras de mi espalda me gire y mire a Diego, hacerle seña al chico con su mano de que se fuera.

Vi al chico alejarse

-¿Quién es?

-Dario, mi guarde espalda.

-¿Tienes guarde espalda?

-Si, Maddi.

-¿Para que lo necesitas? ¿Y porque no lo había visto?

-No me gusta que andén encima así que tratan de camuflarse entre la gente. Y claro que lo necesito Maddi, soy el CEO de C.M.G, la constructora tiene algunos procesos legales en marcha.

-¿Diego, que ha sido de tu vida todos estos años tu igual te alejaste de todo desde el accidente...? Evite terminar la frase.

-He trabajo, estudiado y me ha tocado fuerte, pero lo he logrado.

-¿Y tú m...?

-¡Esta bien! Está en un lugar donde la cuidan, pero no quisiera hablar de eso.

-¿Porque te alejaste?

-Queria disfruta de este momento, hice seña hacia la playa las olas llegan a la orilla.

Sentí un hormigueo recorrer por todo mi cuerpo con la mirada penetrante de Diego, sobre mi, se acercó y yo no dude en corresponde acercándome aún más. Miro mis labios y sentí la necesidad de ser besada cuando sentí sus labios tocar los míos me agarre a su camisa su lengua hurgando en lo profundo de mi boca sus manos tocando mi cuerpo mi respiración era agitada y rápida no quería despegarme de su boca ni que el lo hiciera nos acostamos en la arena se posicionó dentro de mis piernas y siguió tocando todo mi cuerpo sentí su gran erección por encima de su ropa y lo quería todo...

-¡Maddi, Diego! ¿Dónde están?

Era Sofía, llamando Diego, se levantó y acomodo su ropa desordenada me ayudó a levantar a prisa.

-Lo siento Maddi, esto está mal, lamento haberme dejado llevar por el momento debemos volver...