Rosalie muere tras un accidente de tránsito, siendo ahogada por su desesperación y deseo de cambiar su vida, su último deseo es tener otra oportunidad para vivir una vida mejor. Al abrir nuevamente sus ojos estaba en un mundo distinto y en un cuerpo diferente. Esta se da cuenta de que el mundo en el cual reencarno, no es más que una novela romántica que leyó en su juventud "Señorita Letty", sin embargo, Rosalie ahora posee el cuerpo de Cristal Lawnig, la villana de la historia con una muerte trágica. Decidida a cambiar su futuro se ve obligada a tomar decisiones diferentes y cambiar el curso de la historia. Para cambiar su final, decide convertirse en la mujer malvada que terminara siendo la heroína.
¿Podrá Rolsalie cambiar la vida miserable de Cristal Lawnig, y tener una buena y duradera vida?.
Creada °• — •° 06/22 - 23
Editada °• — •° 03/24
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Capitulo 19: Celos
— Mientras Cristal, Vanessa, y la sacerdotisa Akum Serescero hablaban en el salón de reuniones a puerta cerrada, fuera del salón, en el jardín del ducado, se encontraba el pequeño Maikel junto al primer príncipe Erick de Castilla, hermano del protagonista masculino de la historia original, Ekiar de Castilla —
—¿Por qué tardan tanto? — Preguntó el pequeño Maikel, quién blandía una funda de espada vacía —
–Es normal que tarden, las mujeres hablan de cosas de mujeres —Respondió Erick, quién había clavado su espada en el suelo, y le había señalado a Maikel para que se acercara—
—No mientas, mentiroso. La tía Cristal y Emily hablan siempre de cosas de mujeres, pero nunca me sacan de la habitación de la tía Cristal. —Dice el pequeño malhumorado mientras se acercaba a Erick— incluso la tía me deja escoger sus vestidos, y los colores de éstos junto a Emily, aunque Madame Bony, la modista, diga que no combinan para nada
–Jaja, ¿Es así?. «Nuestra señorita parece ser alguien interesante»
—¡Si!, y aunque hayan muchos colores, la Tía Cristal siempre los usa, porque le gusta cuando Maikel le dice que se ve muy bonita —Sonríe mostrando un pequeño sonrojo en el rostro, su estado de ánimo parecía haber mejorado mientras hablaba de Cristal— Pero es así, mi tía Cristal es la mujer más bonita, no, ¡La más hermosa, la mujer más hermosa del mundo!
–Claro, claro, seguro que lo es «Y seguro que usará cualquier cosa para verte feliz, aunque sea una sábana amarrada a la cintura»
Erick coloca la mano sobre el mango de la espada que se mantiene clavada en el suelo, y le indica a Maikel que intente sacarla.
–Parece que la señorita Lawnig es mucho más divertida de lo que parece.
–Lo es, sí, pero no le digas así.
–¿"Así" como?
—"Señorita Lawnig" —Dice el pequeño Maikel haciendo comillas con sus dedos—
–¿Por qué no?.
—Porque la tía Cristal dice que nunca debo llamarla así, o se pondrá triste, y llorará mucho mucho mucho —Dice abriendo sus brazos lo más grande que pudo.—
–Entonces no la llamemos así, no queremos que la señorita Cristal llore
—¡Si!, ¡Así es!, Nadie hará llorar a Cristal, porque yo la protegeré —Entusiasmado el pequeño trata de sacar la espada del suelo, pero falla con creces cayéndose sentado en el suelo— ugh...
–Ey, ¿Estás bien?. Ponle menos entusiasmo, y más cuidado, la señorita Cristal me mataría si te pasa algo —Le extiende la mano para ayudarle a levantar—
—La tía Cristal no es mala —Se levanta sin tomar su mano y se sacude la ropa— Ella es buena y delicada como toda una dama, hermosa como una rosa, frágil como el vidrio, pero es divertida, y buena, no hay nada de maldad en ella, fue ella quién me ayudó cuando nadie más lo hizo.
Intentó nuevamente agarrando el mango de la espada
–Parece que quieres mucho a tu Tía Cristal.
—No... —El pequeño sonrió de manera boba, mientras miraba la espada como si fuera algo frágil que pudiera romperse—
–¿No? —Pregunto el príncipe estupefacto—
—La tía Cristal es tan buena, a pesar de su apariencia es alguien muy dulce, y cuando la gente dice cosas feas de ella, siempre se pone triste. Ella es una adulta muy grande, pero a veces se comporta como Maikel.—pronunció el pequeño de cabellos de color fresa— Cuándo estaba solo, con frío y hambre, me metí a la casa del Papá de la tía Cristal para robar comida, y me atraparon. Pensé que me castigarían, pero ella apareció...
El príncipe se detuvo a escuchar detenidamente
—Tenia miedo de ella, por su rostro y su forma fría de hablar, por las cosas que decían, tenía mucho miedo, y pensaba que iba a morir, pero en cambio... Ella me mandó a devolver el pan que había tomado, y me defendió. —Sonrió— me dio comida deliciosa, y una cama calentita, me dio ropa muy bonita y no dejo que nadie más me lastimara. Llamó a un doctor para que me curara, y en las noches que tenía malos sueños, me dejaba dormir abrazado a ella, y en el día jugábamos juntos.
–Ummm....
—hace poco tiempo la tía comenzó a darme clases, y cuando los maestros que trajo para mí se cansaron, y le dijeron que no me podían enseñar, la tía Cristal se quedó y tomo responsabilidad por mi educación, y fue muy paciente cuándo no entendía algo, y cuándo aprendía las cosas o hacía los deberes, me recompemsaba con un dulce o un juguete
–Entonces, debes quererla mucho «Aunque seas muy malo usando las pausas, o los modales»
El niño nuevamente negó al escuchar al príncipe Erick
–¿Entonces no la quieres? Eso no es posible.
—Es posible... —interfirió Maikel— porque yo... Yo...
El príncipe se mantuvo observando el rostro encendido en rojo del pequeño avergonzado
—¡Yo la amo!
–¿¡Q- Queeeeeé!? —Preguntó completamente estupefacto el príncipe heredero, con un rostro choqueado—
—¡La amo!, ¡Amo a la Tía Cristal! —Repitió con fuerza y energía el pequeño apretando los puños—
«¿Que puede saber un niño pequeño del amor?, ¡Solo está jugando!, Calma Erick» pensó.
–¿La amas mucho?
—¡Sí!
–¿Como sabes que la amas?.
—La amo, lo sé porque quiero estar con ella para siempre siempre —Afirmó llevando una mano a su pecho— Quiero cuidarla cuando esté enferma, quiero hacerla sonreír, decirle que se ve linda cuando usa algo nuevo, y decirle que es hermosa aunque la gente diga que su cicatriz es fea. Quiero que sepa que todo de ella es bonito. Que su cabello se parece al fuego, y sus ojos brillan pareciendo estrellas, que su piel se parece a la nieve, y su sonrisa es preciosa
Erick parecía un completo tonto mirando a Maikel «¿Sus ojos brillan?. ¿Alguna vez podría verse tan viva como el pequeño dice?» pensó Erick
—Quiero... Quiero crecer rápido, muy rápido, para poder protegerla, para que no me vea cómo un niño, porque quiero volverme fuerte para ella y que este conmigo siempre
–Ella siempre estará contigo, ahora es tu "madre".
El pequeño Maikel se paralizó al escuchar aquellas palabras, y molesto bajó la mirada hacia el suelo, con una expresión sombría.
—Pero... Yo no quiero que la tía Cristal sea mi mamá...
–¿A no?
—No —negó repetidas veces—
–¿Entonces que quieres que sea?
—Yo... —Tomo el valor, y apretando sus manos dijo con seguridad— ¡Voy a casarme con la tía Cristal!
Y ahí... Ahí fue cuando Erick sintió que su cerebro colapsaba, y se moría lentamente
–¿Casamiento?
—¡Si!. Voy a ser "el príncipe azul" del que la tía siempre habla... Aunque no sepa que significa, ¡Pero lo voy a ser!.
«Ciertamente yo tampoco sé qué es "un príncipe azul", aunque soy un adulto, le preguntaré después a la señorita»
–Pero eres un niño, ¿Y si la señorita Cristal no quiere casarse contigo porque eres muy joven?
—¡Lo hará!, Porque la tía Cristal ama mucho mucho a Maikel
–¿A si?. ¿Lo hace?
—Si, ¿No viste como brilla más fuerte y rosa cuando está cerca de mi? —Dice orgulloso—
«No, no lo vi» piensa Erick
–Y si... ¿La señorita Cristal se casa con otro?
Y el pequeño Maikel se ensorbecio
—¿Se casará con otro?.
–Es una posibilidad
—¿Con quién?
–Ummm, puede ser con quién sea que pida su mano
—Entonces, ¿Tú puedes ser un "quién sea que pida su mano"?
«Es listo el pequeño»
–Si, puede ser
—Entonces... Si hay una posibilidad...
El príncipe sonrió satisfecho, pensando que Maikel había comprendido lo imposible que era la situación, pero su rostro satisfactorio cambio al ver como los ojos ámbar del pequeño brillaban, y un aura oscura se hacía visible a su alrededor, y poco a poco tomaba destellos azules y rojos
—Debo eliminarte... Así, ya no interferirás en mi camino, y me casaré con la Tía Cristal.
Y en el rostro del pequeño se formó una sonrisa torcida, tal vez todo era por magia, o una alucinación del príncipe Erick, pero sabía... Que algo no andaba bien en todo esto.
—"«Porque ella, es mía»" —Pronuncio con voz algo dispersa el pequeño Maikel—