En la ciudad de Lunaris, donde los misterios y las sombras se entrelazan, vive Aurora Selene, una joven tímida y reservada que nunca ha sentido que pertenece al mundo ordinario. Cuando una noche de luna llena descubre un antiguo colgante en el ático de su casa, su vida cambia para siempre. El colgante la vincula a un antiguo linaje de magical girls, las “Fantomenas”, guerreras encargadas de proteger el equilibrio entre la luz y la oscuridad. Aurora, ahora conocida como Fantomena Luna Night, debe aprender a dominar sus nuevos poderes mientras enfrenta a los Nocturnos, criaturas sombrías que desean sumir al mundo en una eterna oscuridad. A medida que se adapta a su nueva identidad, descubre que no está sola. Otras chicas con destinos similares comienzan a despertar, formando un grupo unido por un vínculo ancestral. Entre ellas se encuentra Cassandra, una misteriosa joven con una conexión especial con la oscuridad, que podría ser tanto una aliada como una rival. Aurora siente una atracción creciente hacia Cassandra, lo que complica aún más sus decisiones. Mientras el amor y la magia florecen, las líneas entre el bien y el mal se desdibujan, y Aurora debe decidir si seguirá el camino de la luz o se adentrará en las sombras junto a Cassandra.
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Capítulo 15: El Eco de la Desesperación
La luna oscura se cernía amenazante sobre el horizonte, expandiendo su influencia con cada día
que pasaba. Aurora se encontraba en su refugio, contemplando un mapa de Lunaris
extendido sobre la mesa. Su mente se debatía entre la esperanza y la
desesperación, y sabía que pronto tendría que tomar decisiones que definirían
el destino de la ciudad y de sus habitantes.
Cassandra entró en la habitación, su rostro reflejando la misma preocupación que Aurora sentía.
—La situación es grave, Aurora. Los Nocturnos están atacando con una ferocidad
que no habíamos visto antes. Nuestra gente está asustada y desmoralizada.—
Aurora asintió, consciente del peligro que enfrentaban. —Lo sé, Cassandra. Pero no podemos rendirnos. Debemos seguir luchando, no solo por Lunaris, sino por todos los que
han caído bajo la influencia de la luna oscura. Debemos encontrar una manera de
romper el control que tiene sobre los Nocturnos.—
Cassandra se acercó al mapa, señalando los puntos estratégicos donde se habían producido los
ataques. —Debemos fortificar estos lugares y asegurarnos de que los ciudadanos
estén a salvo. Pero también necesitamos una estrategia para enfrentar a la luna
oscura directamente. No podemos simplemente defendernos; debemos contraatacar.—
Aurora miró a su amiga, sintiendo una chispa de determinación en su interior. —Tienes razón,
Cassandra. Necesitamos un plan de ataque. Debemos descubrir la debilidad de la
luna oscura y utilizarla en su contra. Pero antes, debemos asegurarnos de que
Lunaris esté protegida.—
Con una mezcla de urgencia y cautela, Aurora y Cassandra comenzaron a coordinar los esfuerzos
para fortificar la ciudad. Se enviaron mensajeros para alertar a los líderes
locales y organizar a los defensores. Las calles se llenaron de barricadas y
puestos de vigilancia, y los ciudadanos se unieron en un esfuerzo colectivo
para proteger su hogar.
Thalor y los Nocturnos disidentes también se involucraron, compartiendo su conocimiento
sobre las tácticas de la luna oscura y ayudando a los defensores de Lunaris a
prepararse para los ataques inminentes. Aunque todavía había desconfianza entre
ellos, la alianza se mantenía firme en su propósito común de detener la amenaza
oscura.
Los días se volvieron semanas, y la tensión en Lunaris continuó aumentando. Los ataques de
los Nocturnos eran cada vez más frecuentes y brutales, y los defensores
luchaban con valentía pero también con un creciente cansancio. Aurora se
mantenía en la primera línea de defensa, utilizando su poder y su liderazgo para
inspirar a los demás.
Sin embargo, la influencia de la luna oscura no se limitaba a los Nocturnos. Cassandra, quien
había estado luchando contra la oscuridad en su interior desde el inicio de la
guerra, estaba empezando a mostrar signos de cambio. Sus ojos, normalmente
llenos de luz y determinación, ahora reflejaban una sombra de duda y conflicto.
Una noche, mientras descansaban en el refugio, Cassandra se acercó a Aurora con una
expresión de preocupación. —Aurora, hay algo que debo decirte. Siento que la
oscuridad está tratando de apoderarse de mí. Cada vez que uso mis poderes,
siento que estoy cediendo más terreno a la luna oscura.—
Aurora miró a su amiga, conmovida por su sinceridad. —Cassandra, no estás sola en esto. Juntas
hemos enfrentado muchos desafíos, y no dejaremos que la oscuridad te consuma.
Debemos encontrar una manera de liberarte de su influencia.—
Cassandra asintió, pero el miedo en sus ojos era evidente. —Aurora, no sé cuánto tiempo
podré resistir. Si llego a ser una amenaza para Lunaris o para ti, debes
prometerme que harás lo que sea necesario para detenerme.—
Aurora tomó las manos de Cassandra, sintiendo el temblor en sus dedos. —Prometo que no te
dejaré caer en la oscuridad. Encontraremos una solución, lo prometo.—
Los ataques continuaron, y con cada enfrentamiento, la situación en Lunaris se volvía más
desesperada. Aurora y Cassandra luchaban codo a codo, utilizando todas sus
habilidades para mantener a raya a los Nocturnos. Pero la luna oscura seguía
ganando terreno, y la sombra de la derrota se cernía sobre ellos.
En uno de los ataques más feroces, Aurora se encontró cara a cara con un grupo de Nocturnos
liderados por un poderoso enemigo que parecía tener un vínculo directo con la
luna oscura. La batalla fue intensa y agotadora, y Aurora se vio obligada a
recurrir a todo su poder para repeler el ataque.
Mientras la lucha alcanzaba su punto máximo, Aurora sintió un cambio en el aire. La luna oscura
parecía estar enfocando toda su energía en ese momento, tratando de quebrar la
resistencia de los defensores. Aurora, desesperada por proteger a su gente,
utilizó el colgante de piedra lunar para canalizar una explosión de luz pura.
La luz envolvió a los Nocturnos, haciéndolos retroceder, pero también debilitó a Aurora. Sentía
que su conexión con la piedra lunar se estaba desvaneciendo, y el peso de la
desesperación amenazaba con aplastarla.
En ese momento, Cassandra intervino, liberando un torrente de energía oscura que destrozó a los
enemigos restantes. Aurora se giró hacia su amiga, asombrada y preocupada por
el poder que había presenciado. —Cassandra, ¿qué has hecho?—
Cassandra se quedó quieta, su mirada perdida en la distancia. —No lo sé, Aurora. Siento que
la oscuridad está creciendo dentro de mí. No sé cuánto más podré resistir.—
Aurora se acercó a Cassandra, abrazándola con fuerza. —No te preocupes, Cassandra. Juntas
superaremos esto. No dejaré que la oscuridad te consuma.—
A medida que la noche avanzaba, Aurora y Cassandra se reunieron con Thalor y los otros líderes
para discutir el siguiente paso en su plan. Aunque habían logrado repeler el
último ataque, sabían que la luna oscura no se detendría. Debían encontrar una
manera de enfrentarse a ella directamente y poner fin a su influencia de una
vez por todas.
Thalor compartió la información que habían recopilado sobre la luna oscura y su conexión con los
Nocturnos. Según sus investigaciones, la luna oscura estaba utilizando un
antiguo artefacto para controlar a sus seguidores, un artefacto que podría ser
destruido para liberar a los Nocturnos de su influencia.
Aurora escuchó con atención, sintiendo que finalmente tenían una oportunidad de cambiar el
rumbo de la guerra. —Si podemos destruir ese artefacto, podremos debilitar a la
luna oscura y liberar a los Nocturnos de su control. Pero necesitamos un plan
sólido para llegar hasta él y destruirlo.—
Cassandra, aunque aún afectada por la oscuridad, habló con determinación. —Estoy dispuesta a
hacer lo que sea necesario para detener a la luna oscura. Juntas, podemos
encontrar la manera de vencerla.—
Aurora miró a sus amigos y aliados, sintiendo una nueva esperanza en su interior. Sabía que el
camino que tenían por delante sería difícil, pero también sabía que no estaban
solos. Con la alianza de los Nocturnos disidentes y la determinación de todos
los que luchaban por Lunaris, tenían una oportunidad de derrotar a la luna
oscura y proteger su hogar.
El eco de la desesperación se desvanecía lentamente, reemplazado por la esperanza y la
determinación. Aurora estaba lista para enfrentar cualquier desafío que
viniera, sabiendo que la batalla final estaba cerca. El destino de Lunaris
dependía de ellos, y no podían permitirse fallar.
El capítulo se cerraba, pero la batalla aún no había terminado. Aurora, Cassandra y sus
aliados se preparaban para enfrentar el desafío de la luna oscura, listos para
luchar hasta el final por el futuro de Lunaris y de todos sus habitantes.
Me recuerda a un título de Touhou