La Joya Del Villano.

En la capital de Sharm, en algún punto del centro de la cuidad más colorida y llamativa, el carruaje de la familia Rousell se detiene.

— ¿Está bien que se quedé sola?... El maestro me pidió que la acompañara.— aclaro Axel, el mayordomo.

— sí, quiero pasear un poco antes de mi encuentro con el caballero. Aún tengo

tiempo.

“ en el camino hasta aquí, observé mucho, y como una niña me emocioné más de lo debido. Tengo tiempo antes de encontrarme con Vincent, además, necesito deshacerse de la abrumadora ansiedad y nervios antes de conocerlo."

— de todas formas señorita, tome esto...— le entrega un silbato.— con ello, podra llamar a los guardias más cercano, su padre el duque encargó este solo para usted, hay muchos en la plaza de la Luna. El duque me pidió que la dejara libre pero con este tipo de protección.

— de acuerdo, solo espero no usarlo.

Tomándolo, Pandora por fin sale del carruaje, y con una mirada determinante y fresca mira en su dirección con gran emocionó.

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No era de menos ese sentimiento de curiosidad, pues las calles a su alrededor era tan atrayentes que le dificultaba en qué dirección mirar. Era la primera vez que salía y se tomaba un tiempo para ella misma. En su anterior vida solo era el trabajo y el tiempo libre para leer, ya que de tanto cansancio siempre terminaba haciendo lo mismo.

Donde se encontraba Pandora ahora, era una plaza tan amplia como llena de personas. Al final de dicho lugar, una iglesia igualmente de grande. Al indicar que son las 12 del mediodía, las gigantescas campanas suena para indicar el inicio de la tarde.

— según la indicaciones, nos debemos encontrar cerca de la iglesia Berfour.

Pandora ya estaba en el lugar predeterminado. Sin embargo, él aún no había llegado.

En estos momentos, dos hombres se acercaban a Pandora ya que su hermosa apariencia le llamó la atención.

— princesita... ¿Por qué tan sola?

— parece estar esperando a alguien. Con mucho gusto te ofrecemos compañía hasta que llegue esa persona.

— no gracias, me basta mi propia compañía.

Al ver que los hombres no se querían ir y seguían insistiendo como más atrevimiento, Pandora buscar y toma el silbato, a punto de utilizarlo, esta se percata de que un hombre más alto que ellos se coloca detrás.

— dejen a la señorita en paz.

— ¿O que?... Nosotros vimos primero a la princesa— dijo uno de los acosadores, que se voltea para encontrarse un puño directo en su rostro.

El otro quedó con la boca abierta al ver a su compañero tirado en el suelo y con un ojo morado.

— o tendre que pedirle amablemente que se marche.

Pandora no podía creer ver este tipo de escena violenta pero por alguna razón le gustaba, y más al ver los feroces ojos azules de aquel hombre; un sentimiento que fue inexplicable e inesperado ocurrió en el ser de ella. Mientras que ella veía al otro acosador ser ahorcado por él, piensa.

“ que fuerza, dejó a ese tipo en el suelo de un solo golpe sin poderse levantar. Y al otro sin aire, ¡Y con solo una mano!"

Él deja en paz a los hombres que intentaron hacerle algo a Pandora, acercándose a ella de manera inofensiva.

— ¿Se encuentra bien?— dijo él.

En esos momentos, el hombre se gira para mirarla directamente a los ojos, lo que causa una pulsión en el pecho de Pandora, pero ella sacude sus pensamientos y se enfoca en la persona que la ayudó. Acercándose, la dama toma la mano de él y la sacude con entusiasmo. Pandora se sentía muy emocionada al conocer a un hombre como él que actuaba con un poco de confianza.

— ¡Se lo agradezco mucho! No quería llamar la atención utilizando el silbato, pero su intervención fue de gran ayuda. Algún día le devolverle el favor. Pero por ahora, tenga este obsequio de agradecimiento.— le saca una artesanía que compró hace rato— Ahora, si me disculpa, tengo que encontrarme con alguien.

Él se quedó tan perplejo que no le dió tiempo de explicar su situación, miró entre sus manos el objeto y luego a ella, que se marchaba.

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Cuando Pandora se había alejado lo suficiente, sintió la mano de alguien, pensó que era otro acosador que intentaba ir tras ella, cuando de repente era el hombre que la ayudó.

— Eres... Pandora Rousell ¿Verdad?

— si... ¿Como sabes mi...

— yo soy la persona a la que esperabas. Vincent Chanlier.

Pandora parpadeó dos veces, había dos cosas que no sabía, la primera era la apariencia del joyero, nunca supo como era en el libro, solo relataba que era un joven apuesto, y la segunda era que la belleza del villano fuera tan sublime.

— lamento mi retraso, por mi culpa, casi la lastiman.— comentó él.

— al contrario, me ayudó a librarme de esos dos. Yo debería estar acompañada con mi mayordomo, pero decidí irme sola, es mi culpa también. Por favor, olvidemos ese tipo de encuentro y empecemos de nuevo...— Pandora extiendes su mano para nuevamente presentarse— Pandora Rousell, hija única del duque Rousell.

Vincent la tomó suavemente e igualmente se presentó.

— Vincent Chanlier, también conocido como el joyero del imperio. Es... Un placer conocerla.

Este encuentro fue un poco inusual, prometieron olvidarlo, aunque eso jamás sucederá. Bien dicho es la frase que la primera impresión jamás se olvida.

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