Las cosas pueden cambiar muy rápido, en un solo segundo puedes estar en un lugar para después caer en otro, esta es la historia de como sobrevivir a un mundo lleno de ratas sucias qué buscan aprovecharse de la debilidad.
"no voy a permitir que se aprovechen de mi, no más, protegeré a mis hijos de todas esas bestias, por que yo soy la duquesa de este lugar."
Reencarne en un cuerpo que no es el mio y una vida que no me pertenece, pero eso es lo de menos hay personas que necesitan mi ayuda y yo los ayudaré sin importar que suceda lo haré hasta que pueda volver a mi vida original."
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La vida que vivo 5
—¿no has visto a un bandido alto de barba qué está obeso?
—si, ese imbécil fue el que huyo primero debe de andar cerca de la montaña porque nadie lo ayudo a salir del pueblo.
—gracias, te debo una.
—no hay problema sacha, pero para qué...
Sacha jalo la rienda del caballo para hacerlo avanzar más rápido sin dejar hablar al hombre y siguiendo el camino de tierra hasta llegar a la montaña busco por todos lados al hombre que Mey había descrito hasta encontrarlo.
Un hombre corría despavorido intentando bajar lo más rápido posible de la montaña, sabía que meterse con el pueblo de pesquisón no era una broma, tenía que huir rápido antes de que lo atraparan los hombres e hicieran atrocidades con él.
—te encontre.
Sacha corrió en su dirección derrochando adrenalina lista para hacer qué la cabeza del aquel asqueroso hombre rodará colina abajo.
—NO HUYAS PERRA!!
El hombre de inmediato volteo hacia atrás para ver quien había gritado y la misma muerte se acercaba a él, la última imagen que se quedó grabada en su cabeza fue la de una mujer de cabello blanquecino qué revoloteaba en el aire iluminado por la luz de la luna y ojos azules brillantes qué lo miraban con intenciones asesinas, montada en un caballo corriendo en su dirección con una cuerda en su mano, si no fuera por el miedo que tenía podría decir que esa era la mujer más bella que había visto en toda su vida.
Sacha lo alcanzo rápidamente sin darle oportunidad de respirar y con la cuerda qué llevaba en la mano le sujeto del cuello apretándolo bruscamente haciendo que el hombre callera al suelo y fuera arrastrado por toda la colina raspando su rostro contra el piso llevándolo en dirección al mar en donde llegando al borde lo puso de rodillas con la mirada puesta en el agua iluminada por la luz de la luna, balanceo al hombre en la orilla con la intención de arrojar su cuerpo desecho por la velocidad del caballo al agua.
—últimas palabras.
—por favor, perdóname. —el hombre se esforzó como nunca en su vida en articular una pequeña disculpa, pues su cuerpo estaba completamente destrozado y con suerte seguía vivo.
—conmigo no es con quien tenías que disculparte, maldito enfermo, abusaste y masacraste a una niña de 6 años y todavía quieres que te perdonen.
—yo... Lo… Siento.
—Muy tarde.
Sacha le quito un collar con un pequeño diente de algún animal qué llevaba en el cuello el cual pertenecía a la pequeña Ana y arrojó sin titubear el cuerpo del hombre al mar, con la mirada fija en las aguas tormentosas vio como poco a poco este se iba hundiendo en el agua hasta desaparecer.
—qué desagradable.
Sin perder más el tiempo se monto nuevamente en su caballo galopeo directo al pueblo de nuevo para buscar a Mey y darle un poco de apoyo moral.
Cuando por fin llego, fue recibida por los aldeanos quienes estaban cansados por haber estado peleando con los bandidos toda la noche.
—¿en dónde está Mey?
—creo que está cerca del lago.
Sacha bajo de su caballo y camino en dirección al lago qué no quedaba muy lejos, ya en el lugar se encontró con Mey quien estaba sentada en el pasto con el cuerpo de su hija recostada a un lado de ella todavía cubierta de sangre y polvo no había pasado mucho desde que la encontró sin vida por lo que no le había dado tiempo para limpiarla adecuadamente.
—Mey, soy yo, sacha, vine a darte algo.
—¿sacha, lo hiciste?—dijo Mey sin voltear a verla.
—si, Mey lo arrastre por toda la montaña y arroje su cuerpo al mar, ¿estás bien?
—si, ahora estoy mejor, gracias sacha.
El tono en el que hablaba la chica era uno muy sombrío y melancólico sacha comprendió el dolor por el que estaba pasando y se puso en su lugar ¿qué hubiera echo ella si la niña muerta hubiera sido Lilly? No podía imaginar el dolor por el que Mey estaba pasando y no tenía idea de como consolarla para que se sintiera mejor.
—Mey, esto es tuyo. —sacha le entrego el collar de diente qué le había quitado al hombre antes de arrojarlo al agua.
—gracias.
Lo único en lo que pudo pensar fue en alejarse de Mey para que esta estuviera sola un rato más y regresar despues, procesar la muerte de alguien no era algo fácil y menos si ese alguien es tu única hija.
"Qué desgracia espero que Mey pueda recuperarse pronto no la imagino a ella triste o en depresión eso es realmente horrible, matar a ese hombre fue lo mejor que podía haber echo así ya ninguna madre tendrá que llorar por su hija."
Sacha camino por las calles en donde la gente poco a poco iba limpiando el caos qué habían causado los bandidos.
Al llegar a su casa noto que la puerta estaba abierta y al instante pensó lo peor, entro sin perder tiempo a la casa y grito por Lilly o por Dylan, pero nada, ninguno de los dos respondía lo cual era raro ¿por qué saldrían ellos dos en medio de la noche?, no, eso no tenía lógica.
Sacha salió afuera para preguntar a cada persona que pasaba si los había visto, nadie sabía nada de ellos no los habían visto salir desde que sacha salió del lugar en busca de Ana entonces alguien debió haber entrado sin que nadie lo notara.
Camino y camino por todo el pueblo gritando por Dylan o por Lilly, pero nadie respondía a sus llamados era como si se los hubiera tragado la tierra.
"No, no, no, mis niños no por favor, Dios si estás escuchando no me hagas esto, mándame una señal de que están bien por favor son solo niños no puedes ser tan cruel con ellos."
Dylan caminaba en dirección a sacha quien no lo había notado aun.
—¿Mamá?
—Dylan, oh mi Dylan en donde te habías metido cariño y porque no respondes cuando te llamo me tenías tan asustada.—sacha se lanzó a abrazarlo y besarlo en la frente para asegurarse de que el niño no fuera producto de su imaginación.
—perdón por asustarte mamá, pero es que el ruido asustó a Lilly y ella corrió a la calle, deje de buscarla porque supuse que estaba contigo.
—ay, Dylan no me digas eso.—el alivio no le duró mucho puesto que ahora su hija estaba perdida y no estaba en el pueblo porque la hubiera visto de lejos, ese cabello rojo intenso era una clara señal de su presencia porque nadie más lo tenía, solo ella.
—Dylan ¿revisaste las casas de las vecinas?
—si y no estaba en ninguna, ¿mamá crees que se la llevaron esos hombres?.
—no te preocupes hijo ve a casa de la abuela lucia y no salgas yo iré a buscar a Lilly. —sacha le dio un beso en la frente y le dio un abrazo a Dylan—te amo, por favor espérame volveré.
—espera, mamá yo iré contigo.
—¿Qué? Por supuesto que no, esto es algo que tengo que hacer yo sola, si te llevo te puedo poner en peligro.
—pero...
—Dylan lo mejor que puedes hacer ahora es quedarte aquí y esperarme pacientemente ¿ok?
—ok. —dijo resignado sabía que su madre no cedería en dejarlo ir con ella a rescatar a su hermana.
—bien, buen chico, mamá te ama.
—yo también te amo mamá, me quedaré esperándote.
Sacha llamo a su caballo para salir en busca de su hija perdida.
Al llegar a la entrada del pueblo varias personas la vieron extrañados, ¿por qué sacha saldría si acaba de llegar?
—sacha ¿a dónde vas? —pregunto un hombre que cuidaba la entrada del pueblo.
—mi hija esta perdida, esos bastardos la tienen, ellos se han estado robando a las niñas del pueblo y no se los voy a perdonar, sus cabezas rodarán por el piso.
—sacha creo que ellos no son los que se roban a los niños.
—¿por qué lo dices?
—porque ellos huyeron en cuanto nos vieron los que se robaron a los niños son personas que nunca hemos visto, nadie a atrapado a ninguno de ellos.
—entonces ¿quién podría ser?
—existen gremios qué se dedican a secuestrar personas humildes como nosotros para llevarlos como esclavos a alguna mansión, pero no sabía que también llevaban niños, talvez aprovecharon todo el caos para llevarse a los niños que andaban solos por ahí, si quieres encontrarla con seguridad deberías ir a la mansión más cercana nosotros la buscaremos de este lado no te preocupes te avisaremos si vemos algo.
—gracias, entonces iré a conseguir información a la capital del ducado seguro la van a llevar ahí, a alguna mansión.
—¿iras al ducado?
—si, yo vengo de ahí¿no lo recuerdas? , cuiden bien de mi hijo o les cortaré las manos a todos.—dijo en modo de broma y el hombre solamente se rio, todos en el pueblo sabían el humor tan pesado qué tenía sacha y como hablaba de cortar o degollar a alguien por lo que ya no era una sorpresa.
—ok, ten cuidado nos aseguramos de que tu hijo esté bien.
Sacha sostuvo con fuerza la rienda del caballo y galopa en dirección al ducado en donde había prometido no volver, pero era seguro que ahí llevarían a su hija para venderla por un alto precio por su belleza.
"En sus sueños malditas ratas despedazaré sus cuerpos si se atreven a ponerle una mano encima a mi hija."
El galope no se detuvo por todo el trayecto logrando llegar en cinco días a las tierras del ducado qué parecían haber cambiado mucho en 5 años.
"Vamos sacha concéntrate no estamos aquí para jugar al turista, mi hija me necesita ahora ya pasaron cinco días y eso es más que peligroso."
Caminando por las calles todo parecía totalmente diferente ya no se veía humilde ni sucio, ahora habían casas enormes y las calles estaban mejor cuidadas qué antes.
"Talvez mi esposo si logro encontrar otra mujer bella y se casó de nuevo y pudo administrar mejor el dinero igual me da rabia que no haya podido siquiera buscar a sus dos hijos en cinco años."
Sacha camino toda la calle principal con una capucha qué cubría su rostro para no ser notada por alguien logrando llegar hasta un lugar muy conocido por ella y ese era la cafetería de luna qué ahora era un edifico enorme qué destacaba por su prestigio no había ningún otro edificio qué se le igualará en toda la ciudad.
Guiada por la curiosidad sacha entro al edificio quitándose su capucha para ver si encontraba a luna por algún lado.
—¿qué puedo hacer por usted? —dijo una empleada.
—oh, me preguntaba si puedo ver a la dueña del lugar, mi nombre es sacha blut.
—enseguida paso su recado, por favor pase a la sala de espera.
Sacha se sentó en un cómodo sillón de piel qué tenían en la sala de espera esperando a que su amiga bajara.
Después de 5 minutos de espera luna baja de inmediato las escaleras para encontrarse de nuevo con su amiga.
—¿Sacha?
—Hola, luna.—la peliblanca se levantó de su cómodo asiento para ir directamente a abrazar a su amiga.
—oh por dios, oh por dios sacha ¿cómo estás?—luna hacia un intento por contener las lágrimas por la emoción que sentía en ese momento.
—estoy bien, luna.
Luna guió a sacha a una habitación dentro del complejo bellamente adornada al estilo victoriano en el centro de dicha habitación estaban ubicados dos sillones de piel blanca y al centro una mesita con bocadillos.
—vamos, siéntate sacha.
—bien, gracias. —sacha tomo asiento delante de ella.
—¿qué te trae por aquí?
—es mi hija, a ella, se la robaron hace cinco días.