En un mundo de secretos y mentiras, Rose se enfrenta a una vida llena de incertidumbres. El pasado regresa para asecharla.
NovelToon tiene autorización de Polania para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 15
El primer año de Gabriel fue un tiempo de gran alegría para Rose y Alexander. Veían a su hijo crecer y desarrollarse cada día, y se sentían orgullosos de cada logro.
Gabriel aprendió a sonreír, a reír y a gatear. Luego, empezó a caminar y a decir sus primeras palabras.
Rose y Alexander se turnaban para cuidar a Gabriel, y se aseguraban de pasar tiempo de calidad con él.
Un día, cuando Gabriel tenía once meses, dijo su primera palabra: "Mamá".
Rose se emocionó mucho y abrazó a Gabriel. "¡Eres un genio!", le dijo.
Alexander sonrió y dijo: "¡Es un chico inteligente, al igual que su madre!"
Y así, Gabriel siguió creciendo y desarrollándose, trayendo alegría y felicidad a la vida de Rose y Alexander.
El segundo año de Gabriel fue un tiempo de gran curiosidad y exploración. Gabriel quería saber cómo funcionaba todo, y se pasaba horas jugando con juguetes y objetos.
Rose y Alexander se aseguraban de estimular su curiosidad, y le enseñaban nuevas cosas cada día.
Un día, Gabriel descubrió el placer de pintar, y se pasó horas pintando con sus dedos.
Rose y Alexander se rieron mucho al ver sus creaciones, y se sintieron orgullosos de su creatividad.
Y así, Gabriel siguió creciendo y desarrollándose, trayendo alegría y felicidad a la vida de Rose y Alexander.
Rose y Alexander siempre habían estado de acuerdo en todo, pero desde que Gabriel nació, empezaron a surgir desacuerdos.
Una noche, Rose quería que Gabriel durmiera en su habitación, pero Alexander pensaba que era mejor que durmiera en su propia habitación.
"Es mejor para él tener su propio espacio", dijo Alexander.
"Pero es tan pequeño, necesito tenerlo cerca", respondió Rose.
La discusión siguió hasta que finalmente decidieron que Gabriel dormiría en su propia habitación, pero con una cámara de video para que Rose pudiera verlo desde su habitación.
Un día, Alexander se fue a trabajar y Rose se quedó en casa con Gabriel. Cuando Alexander regresó, Rose estaba cansada y estresada.
"¿Por qué no me ayudaste más hoy?", le preguntó Rose.
"Lo siento, pensé que tenías todo bajo control", respondió Alexander.
Rose se sintió celosa de que Alexander hubiera pasado el día fuera, mientras ella se quedaba en casa cuidando a Gabriel.
"¿Por qué siempre te vas y me dejas con todo el trabajo?", preguntó Rose.
Alexander se sintió confundido y herido por las acusaciones de Rose.
"¿Qué pasa, Rose? ¿Por qué estás tan celosa?", preguntó.
Y así, la discusión siguió, hasta que finalmente se dieron cuenta de que necesitaban comunicarse mejor y trabajar en equipo para cuidar a Gabriel.
Rose y Alexander se sentían abrumados por la presión de ser padres perfectos. Querían darle a Gabriel todo lo mejor, pero a veces se sentían como si no estuvieran haciendo lo suficiente.
Una noche, Rose se desahogó con Alexander. "Me siento como si estuviera fallando en todo", dijo. "No sé si estoy siendo una buena madre".
Alexander la abrazó. "Eres una madre increíble", dijo. "Y yo soy un padre increíble. Estamos aprendiendo juntos".
Pero a pesar de las palabras de aliento, la presión siguió. Rose y Alexander se sentían como si estuvieran bajo un microscopio, con todos esperando que cometieran un error.
Rose y Alexander notaron que su relación íntima había cambiado desde que Gabriel nació. Ya no tenían tanto tiempo para ellos mismos, y a veces se sentían como si estuvieran viviendo en una "amistad" más que en una relación romántica.
Una noche, Alexander trató de acercarse a Rose, pero ella lo rechazó. "Estoy cansada", dijo. "Necesito dormir".
Alexander se sintió herido y rechazado. "¿Es que ya no me deseas?", preguntó.
Rose se dio cuenta de que había lastimado sus sentimientos. "Claro que te deseo", dijo. "Pero a veces me siento tan cansada y abrumada".
Y así, la tensión siguió, hasta que finalmente se dieron cuenta de que necesitaban hacer un esfuerzo para reconectar y encontrar tiempo para ellos mismos.