Alina Alcoser Gales - Fernando Puelo, dos personalidades muy distintas. Ella solo tiene energía, vitalidad y ganas de progresar en sus proyectos. El, una boda frustrada, lo dejo en un estado de depresión y oscuridad.
Ambos son vecinos, ninguno quiere saber del otro. Tendrán la oportunidad de vivir un gran amor?
Acompañenme en esta historia en la cual habrá desencuentros, malos entendidos , enojos. Nada que el amor de una familia no pueda curar.
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Capítulo 11
El día estaba terminando, y estaba anocheciendo, Fernando, que había logrado dormirse, de pronto, lo despierta un aroma exquisito, era de un estofado, el olor, le hacía recordar a su infancia, cuando su madre le cocinaba. Se levanta y muy a pesar de lo que había dicho, se acerca a la ventana de la cocina y allí el aroma se volvía más intenso todos sus sentidos se despertaron, sobre todo el de su estómago.
- uff, parece que la nena cocina. Pero que bien huele por Dios!!!. No me imaginaba que sabía cocinar y menos que se alimentara con este tipo de comidas, no sé cómo hace para mantener esa silueta que tiene. Ay, Alina Alcoser, como te las ingenias para llamar mi atención!, pero no está en la cocina, donde estás?
Se dirige hacia la ventana que da al living comedor, ahí tampoco la encontró, de repente se abre una puerta, sale Alina envuelta en su cuerpo con un toallon, pero no podía ver su cara, ya que tenía la cabeza gacha, para envolver su cabello. Fernando observa la escena y se da cuenta de que no solo su estómago reaccionaba, se le estaban despertando otros sentidos, cierra las cortinas, se apoya contra la pared, su respiración estaba acelerada.
- basta, Fernando, que te pasa???, es una chica de 21 años, por cierto bastante intensa e inquieta, pero que cuerpo!, basta!, salí de estas ventanas, por el bien de la poca salud mental que tenés.
Comienza a manejar sus emociones, empieza a tranquilizarse, sin lograr controlar lo que le pasa, su curiosidad, y vuelve a correr un poquito la cortina, pero esta vez, se encuentra con las de su vecina cerradas.
- maldición..., pero bueno, mejor, así empiezo a ejercitar para no sentirme curioso por lo que pasa al lado, mejor me baño, y me preparo algo liviano, creo que esta noche, está para seguir escribiendo mi novela.
Al día siguiente Alina se despierta, prepara unos mates con bizcochos y se dispone a hablar con su amiga Daisy (23 años), una compañera de la facultad, que se recibió el mismo día que ella, Daisy, ya trabaja de su profesión, ella era empleada en una empresa de eventos y en cuanto se recibió, la nombraron gerente, a diferencia de Alina, que empieza con una empresa que le es propia, la semana que viene.
Fernando se despierta, se asea y va a la cocina a preparar su desayuno, esta vez se le antojó café y unas tostadas, mientras esperaba que el café se hiciera, a lo primero que atinó es espiar por la ventana de la cocina, pero inmediatamente se arrepintió y no lo hizo, se sirve el café, las tostadas y se va al living a desayunar y ver las noticias por la TV, mientras toma el control remoto, escucha que Alina está hablando entretenidamente por el teléfono, deja el control toma una silla, y allí sentado, cerca de la ventana, empieza a tomar su desayuno, sin dejar de escuchar lo que habla Alina.
- si, ya se Daisy, no, no es que no te tuve en cuenta para contarte, imagínate, que después de la amenaza, lo que menos pensé es en llamarte, llamé a mamá y a mi tía Majo, las puse en videoconferenciay les conté lo que había pasado.
Fernando - amenaza? que amenaza?- sigue escuchando.
- ay Alina, que situación horrible, te envidio la templanza de ese momento.
- no, ninguna templanza, tuve mucho miedo, amiga, no sabes la cara de asesino de Leandro cuando me amenazó con el brazo levantado, yo creí que me pegaba una trompada, por suerte, agarro una silla y la tiro contra la pared, me dijo que la próxima era yo, después de eso agarro su campera, las llaves de su auto y se fue.
Fernando - ah, pero que hijo de pu...-, empezó a sentir como la sangre le empezaba a hervir.
- y que te dijeron tu madre y tu tía cuando les contaste?
- imagínate, mamá se puso como loca, pero la peor fue la tía Majo, mamá, con todo lo enojada que estaba, la tuvo que calmar, porque mi tía quería agarrar un palo y venirse a mi casa.
Fernando - y si, yo hubiese hecho lo mismo..., pero que pedazo de cobarde!!!-
- y entonces?
- nada, mamá me dijo, "inmediatamente, agarras algunas cosas y te venís a casa, que venga aquí a buscarte, va a conocer a la Paula enojada y ni te cuento tu padre, y ni que hablar de tu hermano"...
Fernando - muy bien dicho y hecho, Paula, así se trata a los cobardes-
- y le hiciste caso.
- no, le dije que se tranquilizara, que me iba a ir, pero no con algunas cosas, sino con todo lo que era mío, porque una vez que me fuera, nunca más iba a volver a ver mi cara, porque viste como es, después tenés que seguir en contacto para que te devuelva las cosas y me iba a querer convencer de que vuelva.
Fernando - y si, era lo más probable-, el estaba escuchando cómo si de una novela se tratara, no se perdía ningún comentario de Alina.
- si tenés razón, pero creo que a tu madre no le gusto mucho tu contestación.
- al principio no, tanto ella como Majo empezaron a ponerse locas..." que vas a esperar? A que te mate?", y cosas por el estilo. Pero a decir verdad, Daisy, yo conocía a Leandro, sabía que se había ido y que no iba a volver hasta el mediodía.
Fernando - no, pero si esta nena, no tiene cabeza, como se va a quedar ahí?-
- pero amiga, esta vez me pongo del lado de tu mamá y tu tía, era mucho el riesgo.
- no, seguramente se emborrachó y se quedó digamos que a dormir por ahí, la cuestión es que me pase toda la noche embalando mis cosas y a la mañana temprano me fui.
- bueno y ahora estas bien y en tu propio departamento
- así es y algún día de esta semana te espero.
- siii, obvio, además me tenés que contar como convenciste a tu padre, y como lograron que no matará a Leandro.
- jajajajajaja, a papá con ayuda de mamá, siempre lo convencemos, y lo de no matar a Leandro, fue todo crédito de mi madre. Cuando vengas te cuento lo que mi papá me confesó de cómo mamá lo convenció a él y a mi hermano para que se tranquilizara, mi mamá es una idola.
- bueno que te parece si voy el jueves y me quedo a dormir?
- si amiga, te espero el jueves, nos vamos a divertir mucho.
- dale te mando un beso.
- y yo otro a vos. (corta la llamada)
Fernando se queda pensando en el duro momento que pasó Alina, toma sus cosas y vuelve al sillón, prende la televisión pero no le presta atención.
- y el jueves será otro infierno, ya me imagino lo que va a ser junto con la amiga, si pudiera, me iría toda la noche para no soportarlas..., lo que no entiendo es como, después de todo lo que vivió, le quedan ganas de pasarla bien?, será la edad?, no lo entiendo.