Amelia tiene 17 años, es huérfana y una esclava, sabe de alguna manera que fue amada mientras estuvo en el vientre de su madre, pero una mestiza es despreciada por todos: humanos y en especial por los elfos. En su cumpleaños 17 intentan tomar su pureza y ella escapa al bosque donde encuentra una cría de dragón y lo cría en secreto hasta poder escapar pero cae en manos de los elfos quienes matan a los mestizos sin hacer preguntas, ¿qué pasará con Amelia, logrará escapar nuevamente? ¿Huirá de su destino? cuando un guerrero elfo que la desea y odia al mismo tiempo, tenga su destino en sus manos deberá decidir qué es más fuerte si los prejuicios o el amor.
NovelToon tiene autorización de Lucía para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Sin esperanza
Amelia está temblando mientras Lucrecia y una criada la bañan y la peinan.
-Ponte este vestido - Lucrecia le entrega un vestido blanco con unas delicadas flores bordadas en el escote, es un vestido sencillo, pero hermoso, se ajusta a su busto y cae delicadamente hasta el suelo, luego le pone una corona con unas flores y parece una Elfa completa, de todas formas la deja con la melena suelta para que sus orejas puntiagudas no se vean, para Lucrecia son desagradables.
Amelia
Amelia nunca se ha sentido tan limpia y perfumada, si fuese otra la situación se sentiría hermosa, pero solo ve con tristeza su reflejo en el espejo.
-Sonríe muchacha, no es gran problema, solo deja que el hombre haga su trabajo, está noche podrás volver a tu cuarto y nada ha pasado. Si te portas bien te devolveré el collar de tu madre, así que pórtate bien. Lucrecia sonríe y envía a la criada a subir el desayuno al jefe del regimiento, mientras le pasa unas sandalias a Amelia para finalizar el atuendo.
Lucrecia lleva a la joven al cuarto del Horacio, en el camino se encuentran con Holger quien la mira con desprecio tocándose la cabeza vendada y corre a encerrarse a un cuarto cercano.
-Viejo infeliz casi me deja en la ruina- Murmura su esposa - Vamos camina muchacha, aún debo ir a supervisar el almuerzo.
Llegan a la habitación de Holger, él está sentado comiendo su desayuno, mientras la criada arregla su cama.
- ¡Bravo! Pero que belleza, Lucrecia deberías dedicarte a este negocio - ríe con jovialidad- si deseas te la dejo preñada y si sale hembra pues podemos empezar a hacer negocios, incluso si es machito, tu no sabes los gustos de la gente. Estoy seguro que saldrá con panza luego de estos días en que el regimiento esté presente, sabes que la poción de esterilidad no les sienta bien a los híbridos, no se sabe que reacción tengan: o se mueren, se esterilizan por completo o les vuelve extra fértiles- jajaja - de todas maneras lo dejo a tu decisión, si le das o no la pócima, no creo que ni mis hombres ni yo tengamos la delicadeza de terminar... Ehm pues sabes fuera - jajaja
-Bueno te la dejo- dice Lucrecia, lanza una última mirada a Amelia, recibe unas monedas más del hombre mientras sale de la habitación y se detiene en la puerta a escuchar las últimas palabras de Horacio.
- Si si, en unas dos horas mandaré a llamar a la criada para que nos prepare el baño, vi que la tina es amplia y me gustaría tomarla ahí también - ¡uff que delicia!- ¡¿Muchacha qué haces?!, ¡Deja las dos botellas de vino! Y trae dos más- grita a la criada que estaba arreglando su cuarto y dejaba unas copas sobre la mesa.
Con el último grito del hombre Amelia despierta de su shock y se da cuenta de lo que realmente va a pasar, mira a Lucrecia y le ruega que por favor no la deje ahí, Lucrecia la mira con desagrado y se marcha con la criada, dejándola sola con él.
Horacio camina a su alrededor, suspira y gime con emoción, la toma del mentón y le da un beso, ella intenta evitarlo, pero él le retuerce el brazo tras la espalda y le obliga a abrir la boca y mete su lengua. Un beso completamente desagradable, su primer beso y es un ultraje.
- Bueno, bueno mi bella dama siéntate, disfrutemos del desayuno, tómate una copita de vino a ver si se te afloja la lengua y otras cositas, porque déjame decirte que ese beso no fue muy agradable, pero no te preocupes hoy te enseñaré el arte del amor.
Amelia seguía de pie esperando, pensando cómo escapar hasta que un fuerte bofetón la hizo caer al piso.
-Mira dulzura- dice Horacio limpiándose la comisura de los labios de saliva- me gusta la obediencia, te dije que te sentaras y que disfrutes de una copa, no quiero ponerme violento antes de hora, los latigazos vendrán después- le guiña un ojo y le señala la silla donde debe sentarse.
Amelia obedece, se sienta y toma la copa mientras sus manos tiemblan. Horacio toma su desayuno y trata de conversar con ella, le da suaves toques en sus manos. Sin embargo, ella no está para conversar con él, solo agarra la copa con más fuerza rogando que alguien la salve.
Pasan unos cuantos minutos, entonces Horacio suspira, y se levanta, toma a la joven bruscamente y toca sus pechos con lujuria - muy bien es hora, quería bajar un poco la comida, pero puedo hacerlo mientras te acaricio, o mejor mientras tú despiertas con tu boquita a mi amigo, ¿sabes a quién me refiero verdad?
- No me fío de ti híbrida, puede que aún tengas algo de valor y quieras morder, creo que primero quebraré tu espíritu, luego serás como una cachorrita obediente.
Toma a Amelia y la acerca a su cuerpo y empieza a besarla en el cuello, ella está rígida, no se mueve, es una muñeca en sus brazos, él la pone de espaldas a él, sus manos tocan su busto con desesperación, lame su cuello y lentamente ella siente como algo duro empieza a tocar su espalda. La vuelve a dar la vuelta y la obliga a recibir sus besos, como ella no coopera como le gusta a ese animal, él la vuelve a abofetear, rompe su vestido, dejando al descubierto su busto virginal, toma uno de sus pechos y lo devora con lujuria, mientras masajea el otro.
Lanza a Amelia a la cama, abre sus piernas, ella se retuerce y él la agarra del cabello, Amelia grita con angustia y dolor, él se saca el cinturón y empieza a latigarla en las piernas y en la espalda, hasta hacerla sangrar, la toma de las piernas, las abre y se posa sobre ella, mete una mano bajo su vestido y baja sus bragas. Se arrodilla viendo la imagen, la tiene a su merced, se pone de pie abre su pantalón y saca su miembro.
- Lo vas a recibir y verás que es bueno, y vas a correrte y luego recibirás mi semilla.
Fuera de la habitación solo se escuchan gritos de la joven y fuertes golpes, saben lo que está pasando pero nadie hace nada.
Muchas gracias por esta exitante novela, Felices fiestas autora, disfruta y goza de la compañía de tu familia y amistades, q tus fans somos pacientes y te deseamos una muy Feliz Navidad 🎄
Liryen tan solo e impotente igual que Amelia, por eso entendían el dolor y pesar del otro. /Frown/