Zaira es una joven que creció alejada de todo y todos, únicamente con la compañía de la mujer a la que considera su madre, pero a pesar de su aislamiento, Zaira siempre supo quién era y cuál era su propósito en la vida, y la joven está más que dispuesta a llevarlo a cabo.
Uniendo así su destino con los otros tres elegidos, Zaira deberá de derrotar al malvado dios Daotan, quién solo busca la destrucción del mundo, esta misión la llevara por un camino desconocido y lleno de peligros, un camino que no recorrerá sola, puesto que a su lado, lo quiera o no, estará un hombre que desde su nacimiento siempre supo que Zaira era su destino, y la ayudara aunque ella no lo desee.
Esta es la tercera historia de la tetralogía “Los 4 Guerreros de los Elementos”.
La primera historia es “El Guerrero de la Tierra”
Y la segunda historia es “La Guerrera del Aire”
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Capítulo 24
ZAIRA
Acaso esa mujer me acaba de llamar fea, ni que ella fuera una belleza, me digo a mí misma muy molesta, así que como la que no quiere la cosa, sigo poniendo atención a su absurda conversación.
- Como puedes decir eso, todos saben que el príncipe dejo muy en claro que él no tendría concubinas – dice la segunda mujer.
- Y ¿en serio tú crees eso?, todo mundo sabe que el príncipe, visita regularmente el burdel “Tesoros del mar”, su vida de libertinaje es conocida por todos, además es de conocimiento público que el futuro duque Niza, planea tener concubinas, y ambos son muy unidos, no sería sorpresa que el príncipe decida hacer lo mismo – dice la primera mujer.
Y hasta allí llego mi paciencia, no pienso seguir oyendo tanta estupidez, así que uso mi magia para hacer explotar la bebida de aquella despreciable mujer, empapándola por completo, casando un alboroto.
- ¿quién hizo esto? – dice la susodicha, mientras se levanta y se limpia el rostro, por lo que aprovechando las gotas que cayeron en el suelo, hago uso de estas para hacerla caer sobre su feo trasero, causando que todos los presentes comiencen a reírse de ella, incluyéndome.
Al verse humillada, la mujer, esa, sale del lugar muy molesta, y su amiga sale tras ella.
- Se lo merecía por hablar estupideces – dice Kailani, y yo no podría estar más de acuerdo con ella.
Después de comer, seguimos nuestro paseo, pero ya no es igual, y es que, esta no es la primera vez que oigo sobre la supuesta vida de mujeriego de Kai, en el palacio es un tema muy recurrente entre algunas doncellas, quienes, no solo acusan a Kai de ser un libertino, sino que también a Kailani y Jennifer de ser sus amantes, algo que me molesta, puesto que para mí, ninguno de los tres sería capaz de algo así, es por eso que siempre que oigo semejantes tonterías, me aseguro que la habladora, sea castigada como se debe, y que se le aumenté su carga de trabajo, puesto que si tienen tiempo para estar hablando, es que no tienen el suficiente trabajo.
Pero durante esta salida, también he oído esos rumores sobre Kai, puesto que en el pueblo, muchos aseguran haber visto a Kai, frecuentar mucho el burdel “Tesoros del mar”, desde que fue la fiesta de mi presentación, y aunque me negaba a creerlo, junto con todas las demás habladurías que he oído en el palacio, no puedo permitirme pecar de inocente, y es que si tantas personas lo dicen, talvez sea porque tiene algo de verdad, siendo sincera, me niego a creer eso, así que cuando tenga la oportunidad, yo misma le preguntaré a Kai sobre el asunto.
🐟🐟🐟
Me encuentro frente el espejo, mientras que Jennifer arregla mi cabello, y es que hoy asistiré a mi primera fiesta de té, y es que desde que debute en la sociedad, me han llegado un sin número de invitaciones, pero la verdad no me hacía mucha gracia tener que ir a alguna, puesto que, mi madre siempre me dijo que en dichas reuniones, casi siempre, las jovencitas las usan para presumir, o insultarse unas a otras, algo que, aunque sea a mí, me parece de muy mal gusto, así que había rechazado todas y cada una de las invitaciones, pero entonces la nación de Yareli ataco.
- No te he visto en ninguna de las reuniones de señoritas, ¿acaso no te han invitado? – me pregunto Yareli el día anterior, y es que, debido a que ya tengo más tiempo libre, decidí invitar a Yareli a pasar más tiempo conmigo, y así fortalecer nuestra amistad.
- Si lo han hecho, pero la verdad no me causa mucha gracia tener que ir a una de esas reuniones, así que he rechazado todas las invitaciones – le dije.
- No puedes hacer eso, es verdad que son molestas, pero son necesarias, puesto que como futura reina, debes de establecer tu posición, y eso solo lo puedes hacer asistiendo a los eventos sociales, no te digo que debas de asistir a todas las reuniones a las que te invitan, pero si a las más importantes – me dijo Yareli, para después obligarme a mostrarle las invitaciones que no había rechazado.
Yareli las reviso una por una hasta que encontró una que la convenció.
- Esta es una invitación de la Marquesa Hitya, el marquesado Hitya es uno de los más prósperos, y se sabe que la marquesa influye mucho en las decisiones de su esposo, por lo que como futura reina, te conviene tenerlos de tu lado, y que mejor manera de hacerlo, que tu primera reunión fuera del palacio, sea la suya, así que responde confirmando tu asistencia, y prepárate para salir, debemos de prepararnos – me dijo Yareli, a lo que yo asentí e hice lo que ella me dijo, al fin y al cabo, mi madre y la reina me dijeron algo parecido, solo que ellas no me obligaron como si lo hizo mi amiga.
Debo de decir que prepararse para una de estas reuniones “informales” es mucho problema, pero creo que yo lo sentí así, debido a que no tenía nada adecuado para usar en un evento así, por lo que Yareli se encargó de arrastrarme por toda la ciudad en busca del atuendo perfecto, y después de lo que me pareció una eternidad, al fin mi amiga quedo satisfecha.
Así que aquí estoy, viendo como mis doncellas me dan los toques finales.
Debido a los preparativos a los que me sometió mi amiga para la dichosa fiesta, no he tenido la oportunidad de hablar con Kai, así que, después de esta, iré a hablar con él sí o sí.
- Se ve hermosa – me dice Jennifer, mientras ella y Kailani se alejan, como admirando su obra, orgullosas por el resultado, y debo decir que tienen muchas razones para sentirse así, y es que hicieron un trabajo excelente, me veo hermosa.
- Gracias – les digo, no solo por sus palabras, sino también por su gran trabajo.
- Es hora de irnos – me dice Kailani, a lo que yo asiento y salgo de mi habitación para enfrentarme a mi primera reunión de señoritas.