Renace en un mundo magico decidida a cambiar el destino de Ruby.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
** Todas novelas independientes **
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Locura
Las horas pasaron lentas, la tarde se fue apagando entre el murmullo de los arboles y el crujir de la cabaña vieja, hasta que la noche cayo por completo. Orlando como siempre espero paciente, sentado al borde de la cama fingiendo que leía un cuaderno, aunque en realidad no hacia mas que mirarla de reojo. Ruby parecia perdida en sus pensamientos, escribiendo un rato, luego mirando al techo, suspirando como si algo en su pecho pesara mas que el mundo entero.. cuando por fin ella dejo el cuaderno a un lado y se recostó, Orlando contuvo la respiracion, esperando a que el ritmo de su respiracion se hiciera lento, esperando ese momento en que su cuerpo cediera al sueño. entonces, con cuidado, se acerco, se acomodo detras de ella y la rodeo con sus brazos como cada noche desde que estaban ahi.. pero esa vez algo cambio… ella, aun adormilada, lo apretó con fuerza contra su cuerpo, como si buscara mas calor, mas seguridad, y en un susurro suave, casi roto por el sueño, dejo escapar su nombre..
Ruby: orlando...
El corazon de él dio un brinco tan fuerte que penso que Ruby lo escucharia incluso dormida. se quedo inmovil, con los ojos abiertos en la oscuridad, sin atreverse a respirar demasiado fuerte, porque temia que todo fuera un sueño y si hacia un movimiento brusco ella se apartaría.. ella se acomodo un poco mas, pegando la cabeza en su pecho, y el duque cerro los ojos con una sonrisa que no recordaba haber tenido en meses.. por dentro sentia que el mundo entero se encendia, que ese pequeño gesto era la prueba de que aun habia algo, un hilo delgado que los unia a pesar de toda la rabia, las heridas y las palabras dichas.
[susurro mi nombre]
Esa noche Orlando durmio profundamente, abrazando a Ruby, y por primera vez en tanto tiempo, tuvo un sueño tranquilo, sin pesadillas de venganza, sin recuerdos amargos.. solo soño con ella, con su voz, con la idea de que algun dia tal vez lo perdonara..
Al día siguiente, Orlando abrio los ojos aun medio dormido, pero el sonido de una risa clara, suave y llena de vida lo desperto por completo. tardo un segundo en comprender de donde venia, hasta que escucho la voz grave de Smith respondiendo algo en tono educado. se incorporó de golpe, su respiracion se acelero y un calor amargo le subio por el pecho.. salio de la habitacion con el ceño fruncido, y lo que vio lo encendio aun mas.. Ruby, de pie junto a la mesa, recibiendo de Smith una bandeja de desayuno.. ella reia, un sonido que hacia tanto tiempo no salia de sus labios y que en vez de alegrarlo lo lleno de celos.
Smith: buenos dias, mi lord.. traje lo que me pidio.
Orlando no respondio, solo lo fulmino con la mirada, cada musculo de su rostro tensandose como si quisiera partirlo en dos. Ruby lo noto de inmediato, y en lugar de asustarse, sus labios se curvaron en una sonrisita traviesa.
Ruby: Smith... por que no te sientas a desayunar con nosotros.. asi compartimos el pan y conversamos un rato.
Smith se removio incomodo, comprendiendo el fuego que ardia en los ojos de su señor, pero Ruby parecia disfrutar cada segundo de la incomodidad.
Orlando: no.. él no se queda.
Ruby: oh, pero seria un detalle de cortesia.. ademas, Smith siempre ha sido tan amable conmigo...
las venas en el cuello de Orlando se marcaron, sus puños se apretaron con tanta fuerza que casi se le blanquearon los nudillos.
Smith: duque... solo traje lo que me pidio, no quiero molestar...
Orlando: no lo invites otra vez.. no me provoques, Ruby.
Ruby: por que? acaso temes que alguien mas me haga reir?
Ella disfruto el silencio tenso que se instalo, ese silencio que hacia hervir la sangre del duque.. asi que se acerco a Smith con una naturalidad calculada, tomo una taza de té de la bandeja y se la ofrecio con una sonrisa.
Smith se removio incomodo, sus ojos bajaron al suelo, pero no se atrevio a rechazar el gesto de ella. Orlando en cambio dio un paso brusco, arrebatando la taza de sus manos y poniendola con fuerza en la mesa, el sonido seco retumbo en la cabaña.
Orlando: basta! no vas a reirte con otro, Ruby, no lo entiendes? no me importa si me odias, si me gritas o si me golpeas... pero reirte asi con alguien mas... no! esa risa es mia!
Ruby: y que haras, duque Miller? me encerraras de nuevo? me vas a atar para que nadie me mire?
Orlando se acerco en dos zancadas y la sujeto por los brazos con fuerza, tan cerca que podia sentir la calidez de su respiracion. sus palabras salieron como un rugido contenido, cargadas de pasion, de desesperacion, de todo lo que habia guardado por meses.
Orlando: te amo, maldita sea! te amo con todo lo que soy, con mi cuerpo, con mi sangre, con mi alma! aunque quieras negarlo, aunque quieras huir, aunque quieras odiarme... eres mia, Ruby, y siempre lo seras!
Ruby quedo helada, sus brazos temblaron bajo el agarre de él, su mirada lo buscaba como si quisiera encontrar la mentira de siempre... pero no la habia. esa declaracion no era un truco, no era un plan, era fuego puro ardiendo en sus ojos.
Smith, sintiendo que sobraba, bajo la cabeza y murmuro un respetuoso “me retiro, duque” antes de salir apresurado, cerrando la puerta tras de si... ahora solo quedaban ellos dos, atrapados entre la furia, la pasion y una verdad que Ruby no queria, pero que la desarmaba.
Ruby: y asi me lo dices? sujetándome como si fuera tu prisionera... asi tambien me decias que me querias mientras me mentias! dime Orlando, con cuantas mentiras piensas seguir alimentando ese “te amo” que tanto repites?
Orlando: no hay mas mentiras... me queda solo lo que siento. y no voy a esconderlo mas.
Ruby: siempre tienes esa seguridad.. pero yo no soy tuya, no lo sere nunca.
Orlando: yo voy a demostrartelo cada dia. vas a cansarte de mi, vas a odiar mi insistencia... y aun asi, te vas a dar cuenta de que mi amor no se rompe.
Ruby: estas loco.. estas loco y me estas volviendo loca a mi
Orlando: si Ruby, estoy loco… pero loco por ti, una locura que me quema el alma, que me desgarra cada noche que no te tengo, no tienes idea de lo que es despertar con tu nombre en los labios y sentir que no estas, no imaginas lo que es respirar y sentir que me falta aire si no te veo..
la mano de él se apretó un poco mas en su cintura, como si temiera que ella se desvaneciera en ese instante..
Orlando: dices que estoy loco y lo acepto, porque es cierto… pero lo que no entiendes.. es que es un amor tan grande que no tiene remedio, que ni el tiempo, ni el odio, ni tus reproches han podido arrancarlo… y cada vez que te escucho reir, aunque sea por otro, aunque sea para provocarme, me siento vivo otra vez
Ruby: no me mires asi… no me digas esas cosas como si fueran eternas…
Orlando: son eternas, aunque no quieras creerlo… y aunque me odies, aunque me rechaces, aunque me digas que ya no me amas, yo sigo aqui… porque la locura de amarte es lo unico real que me queda..
Ruby cerro los ojos con fuerza, su respiracion agitada, atrapada entre el deseo de empujarlo y la desesperada necesidad de dejarse caer en esos brazos.
Le felicito Autora.