EL PRECIO DE LA DESESPERACIÓN

Esmeralda se empezó a reír y lo hizo con fuerza, como si él le hubiera dicho algo divertido.

Su reacción no le gusto, le puso mala cara y le dijo. - ¿Qué es lo divertido?

Esmeralda entre su risa le dice. – Tú pregunta es lo que me causa risa y se me hace algo toto que preguntes si soy virgen, porque es algo que iba explicito en lo que te conté.

Lo más divertido de todo esto, es que se supone que tú eres un hombre con mucha experiencia en mujeres, que has estado con demasiadas como para contar con las manos.

La verdad yo pensaba que solo con verme te darías cuenta de que ante ti esta una mujer diferente, según he escuchado que eso se mira en el cuerpo de una mujer, en su caminar, en sus caderas, en fin, en muchos detalles que tu como hombre de mucha experiencia debería saber.

Caspian contrae su mandíbula, fue algo molesto lo que le dijo y lo peor que lo hizo sentir como un tonto, pero tampoco iba a dejar que ella lo supiera; toma de su copa de vino y le dice. – No te estaba preguntando si eras virgen, más bien estaba sorprendido, de que tuviera la suerte de encontrarme una mujer sin experiencia y que tuviera 22 años.

Eres una tentación y me encantaría ser tu maestro, enseñarte de las delicias que tiene la vida, si me dejas te puedo prometer una noche bastante buena o más de una, porque con el cuerpo que tienes seguro voy a querer repetir.

Esmeralda se puso seria y le dijo. – Está siendo demasiado grosero conmigo y no creo que me merezca esta falta de respeto; le hable de mi vida porque usted me lo pidió, pensé que lo hacía para molestarme, para hacer que lo dejara en paz, pero nunca creí que usted fuera un pervertido, un degenerado, que no saber reconocer a una mujer decente de una que solo le gusta verse bonita para los hombres.

Esmeralda estaba harta de estar cerca de él, pero era su última oportunidad, se recordaba mentalmente que tenía que salvar la empresa que su padre no podía sufrir la pérdida del patrimonio familia.

Caspian la miraba de una manera lasciva, mientras mordía sus labios y los recorría con su lengua; después de unos segundos de silencio le dice. – Parce que me has investigado, sabes como soy, entonces no entiendo por qué te molesta scon lo que te digo.

Tu debiste saber a qué te arriesgabas al venir a verme y como sabrás yo no soy el típico que has llegado a conocer; no puedes enojarte porque estoy siendo sincero, al final es tu decisión si me aceptas entre tus piernas o no, tampoco es como si te fuera a obligar, esas cosas no me gustan.

Esmeralda contrae su quijada, clava su mirada en el plato y le dice. – Yo solo quiero hablar sobre un proyecto con usted, negociar una propuesta que tengo para poder salvar el patrimonio de mi familia.

Usted puede ganar mucho si me escuchara y creo que la propuesta que tengo va a ser algo que le puede hacer ganar mucho más dinero que lo que vale la empresa de mi familia; solo pido una oportunidad de que me deje explicarle de que se trata mi propuesta y si al final no le gusta solo me voy, lo dejare en paz.

Caspia hizo como bostezaba, hacia como estaba enfadado mientras la escuchaba y una vez que ella termina de hablar, empezó a decirle. – Tú no sabes decir nada interesante, sigues hablando de trabajo y yo en este momento no estoy de humor para eso, pero si tú quieres ponerme de humo, después de un rato a solas en mi departamento prometo escucharte, hasta puedo ceder a lo que me pidas.

Esmeralda movió su cabeza a los lados y empezó a decir. – Creo que realmente vine a perder mi tiempo con usted, porque tal parece que para que usted escuche una propuesta de trabajo tiene que venir de un hombre y para que yo pueda lograr que me preste atención necesitaría tener un par de cosas en mi entrepierna, de otra manera tu nunca me vas a tomar en cuenta, ni siquiera creo lograr que me respetes.

Es una verdadera lástima, que haya hombres tan machistas y degenerados en esta vida, que miran a las mujeres como simples diversiones; pero claro como cambiar esa ideología cuando hay mujeres que seden a este tipo de propuestas solo por obtener dinero, lujos, viajes y ser tratadas como un simple objeto a la izquierda de un hombre que las va a desechar cuando se hayan enfadado.

Es una lástima, pero yo no me vendo por nada, prefiero mil veces comer de la basura que terminar en tu cama o hacer como que me divierten tus insolencias, tus vulgaridades y tu forma de ser tan cavernícola o mejor dicho eres como los neandertales.

Caspia le sonríe y le dice. – si me sigues insultando de esta manera lo único que vas a lograr es ponerme de malas y yo creo que eso no va a ser nada bueno para ti, pero antes que sigas diciendo esas cosas tengo que decirte que siempre consigo lo que quiero y en este mundo todas las personas tenemos un precio, ya sea por el simple hecho de tener dinero o por algo más problemático en la vida de la persona.

Esmeralda, eres una mujer hermosa y me gustas mucho, creo que ya se me metió a la cabeza que tengo que llevarte a mi cama de la manera que se, puedo acorralarte y acerté que no tengas otra elección o hacer esto más fácil, decirme que si de una vez; si tú me haces feliz, creme que a ti te puede ir muy bien, tanto que te puedo dar lo que me pidas.

Solo estoy diciendo lo que va a pasar y no me gustaría decirte en un futuro, que en esta vida cae más rápido un hablador, que un cojo.

Caspia al decir eso se acercó más a ella, quedo tan pegado, que podía sentir su respiración en su oído, eso le causo un escalofrió, quería quitarse, pero en ese momento le susurro. – Te deseo como nunca había deseado a una mujer y estoy dispuesto hacer lo que sea para poder tenerte en mi cama, solo dime lo que quieres a cambio, te lo daré después de que me complazcas.

Esmeralda estaba quieta, pensando en lo que tenía que hacer, por un momento pensó en ceder, de esta forma podía recuperar la empresa, quitarse la deuda de una manera fácil, pero en ese momento siente como él toca su rodilla, como su mano se iba deslizando debajo de su vestido, ya estaba en medica pierna, cuando pudo más su orgullo, su dignidad era más importante y no pensaba dejarse humillar de esa manera.

Levanta su mano le da una bofetada, toma la copa de vino y se lo avienta encima, al mismo tiempo le grita. – Nunca estaré contigo, prefiero mil veces terminar en las calles, que acostarme con un ser tan despreciable como tú.

Se dio media vuelta para salir de ese lugar, dejando a Caspian enfurecido, no le gustó nada ser golpeado por ella y mucho menos que lo bañara con el vino; la miro mientras se retiraba y cuando la perdió de vista tomo el celular, marco a su secretario, en el momento que le contesto empezó a decirle. – Quiero que investigues a todos los de la familia Rossi, que descubras hasta su más sucio secreto y más te vale esta ves hacerlo muy bien, tienes una semana.

Una vez que corto la llamada, pensó «Ya veremos si no hago que termines en mi cama, no más que en mi cama lo que realmente deseo es quitarte ese orgullo que tienes, esa altanería que te hace ser tan interesante»