En un reino medieval fantástico sumido en la desestabilización mágica, un joven llamado Daniel se reencarna en el cuerpo de un humilde campesino en un mundo lleno de magia y aventura. Dotado con un sistema mágico que le permite avanzar rápidamente, Daniel se une al ejército del reino con el objetivo de convertirse en caballero y proteger el reino de las crecientes amenazas.
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Sombras y Secretos
Capítulo 5: Sombras y Secretos
El crepúsculo se deslizaba sobre el reino, tiñendo el cielo de tonalidades rojas y doradas mientras el castillo se preparaba para la cena oficial en honor al emisario extranjero. Daniel, aún en su uniforme de guardia, se encontraba en el vestíbulo del castillo, esperando a que la ceremonia de recepción concluyera para unirse a la guardia en la sala de banquetes.
La atmósfera en el castillo estaba cargada de un aire festivo, pero también de tensión subyacente. Las luces de las antorchas y los candelabros iluminaban el elegante salón, donde nobles y dignatarios se habían reunido para el evento. Daniel, desde su posición en la entrada, observaba con atención cada detalle, consciente de que cada momento podía revelar pistas importantes sobre la princesa Lyra y sus verdaderas intenciones.
En el centro del salón, el rey Aric, el padre de Lyra, se mantenía en su trono, rodeado por su corte. La princesa, con su vestido dorado y su postura erguida, estaba a su lado. La presencia del emisario extranjero, un hombre alto y de porte imponente con un manto negro bordado en plata, añadía un aire de misterio a la ocasión.
El banquete comenzó con la pomposidad esperada, y los platos y copas se desplazaban entre los invitados. Daniel, en su rol de guardia, tenía la tarea de observar y estar alerta, pero también aprovechó para estudiar la dinámica de la sala. Notó cómo Lyra se movía entre los invitados con una gracia calculada, intercambiando palabras y sonrisas que no siempre llegaban a sus ojos.
Mientras el banquete avanzaba, Daniel se dio cuenta de que había una notable falta de interacción entre la princesa y el emisario. Aunque había intercambio de palabras y formalidades, algo en la comunicación parecía estar envuelto en una capa de secretismo.
La conversación entre Lyra y el emisario era discreta y estaba cargada de una intensidad que Daniel podía sentir incluso desde su distancia. Observó cómo, en un momento, la princesa se inclinaba hacia el emisario, susurros entrecortados pasaban de uno a otro, y el rostro del emisario se volvía cada vez más sombrío.
En medio de esta observación, Daniel vio algo que le llamó la atención. Un sirviente, con una bandeja de copas, parecía moverse de manera peculiar cerca de una de las puertas laterales del salón. El sirviente lanzó una mirada furtiva hacia el pasillo, y algo en su comportamiento hizo que Daniel sospechara.
Cuando el banquete estaba en su apogeo, Daniel aprovechó un momento de distracción para seguir al sirviente. El joven guardia se deslizó con discreción por el pasillo hasta llegar a una puerta que se abría hacia un rincón menos iluminado del castillo. Desde allí, podía ver al sirviente hablando en voz baja con un hombre de aspecto encapuchado que esperaba en las sombras.
—¿Qué está ocurriendo aquí? —se preguntó Daniel, observando desde la esquina.
El sirviente entregó un pequeño paquete al hombre encapuchado, y el intercambio se realizó rápidamente antes de que el hombre desapareciera en las sombras. El sirviente, visiblemente nervioso, regresó al banquete como si nada hubiera pasado.
Daniel sabía que había descubierto algo importante, pero no entendía completamente su significado. Decidió que necesitaba obtener más información sobre ese intercambio sospechoso.
Esa noche, cuando la mayoría de los invitados se había retirado y el salón quedó en calma, Daniel regresó a su cabaña con un sentimiento de inquietud. Sabía que debía actuar con cautela, pero el misterio que había presenciado lo impulsaba a buscar respuestas.
A la mañana siguiente, Daniel recibió una nueva tarea en el cuartel: debía patrullar los terrenos del castillo y asegurarse de que todo estuviera en orden. Aunque la tarea parecía rutinaria, él vio esto como una oportunidad para investigar más a fondo. Caminó por los pasillos y jardines, buscando pistas que pudieran aclarar el misterioso intercambio que había presenciado.
Mientras patrullaba cerca de un pequeño jardín oculto tras una serie de setos altos, Daniel encontró un pequeño cofre escondido entre las raíces de un viejo árbol. El cofre estaba cubierto de polvo y parecía haber estado allí por un tiempo. Con cautela, lo abrió y descubrió varios documentos y un pequeño frasco sellado.
Los documentos estaban escritos en un lenguaje que Daniel no reconocía inmediatamente, pero había una parte que estaba en una lengua común y decía: "Plan de Alianza y Contrato Secreto". El frasco contenía un líquido oscuro, y al olerlo, Daniel notó un aroma peculiar, que no podía identificar.
Decidido a descifrar el contenido de los documentos, Daniel llevó el cofre a la biblioteca del cuartel, donde buscó la ayuda de un anciano erudito que había mostrado interés en su progreso. El erudito, al ver los documentos, frunció el ceño y comenzó a examinar los textos.
—Esto es antiguo y parece estar relacionado con pactos y alianzas —dijo el erudito—. Hay algo más aquí, pero la mayor parte está en un lenguaje que solo puede entenderse con un conocimiento profundo de las antiguas leyes y acuerdos del reino.
Mientras el erudito trabajaba en descifrar los documentos, Daniel decidió investigar el líquido en el frasco. La biblioteca tenía una pequeña sección de alquimia, y él esperó allí mientras el erudito realizaba pruebas.
Finalmente, el erudito se volvió hacia Daniel con una expresión preocupada.
—El documento menciona una "alianza secreta" que se relaciona con una serie de contratos que deben cumplirse bajo ciertas condiciones. Parece que hay más en juego de lo que imaginamos.
—¿Y el líquido? —preguntó Daniel, señalando el frasco.
—Eso parece ser un veneno. No es común, pero tiene un olor distintivo que se asocia con intentos de asesinato en la historia del reino. Esto es muy grave —dijo el erudito, con un tono sombrío.
Daniel sintió una oleada de alarma. La combinación de los documentos y el veneno indicaba que algo peligroso estaba en marcha, y que la princesa Lyra podría estar en grave riesgo.
Decidido a proteger a la princesa y a descubrir la verdad detrás de los secretos que había desenterrado, Daniel sabía que tenía que actuar con rapidez.
/Brokenheart/