Sé Mi Emperatriz, Comandante.

Talia solo pudo ver como todos se alejaban, lo había perdido todo en un instante, sus doncellas la ayudan a regresar a su habitación, donde ella se queda de rodillas al pie su cama llorando, negándose a creer que el emperador no la quiere.

— Tatiana...ella debe haberle dicho algo...yo se que el emperador me desea...— grita.

Las doncellas solo miran entre si, pero salen de la habitación, en esos momentos lo mejor es solo dejarla sola. Aunque al parecer, ellas tendrán que pensar en que hacer, porque, si ella ha sido abandonada por el emperador y se ha divorciado del rey, es obvió que ya no tendrá nada.

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Por otro lado, todos se han ido a descansar, Farkas estaba a gusto con los resultados, se encargo de arruinarle la vida a Talia, tal como ella lo hizo con Tatiana, aunque por una parte agradece que Talia se haya robado al prometido de Tatiana, al menos solo por eso, la ha dejado con vida.

— mi pequeña ninfa, espero que el espectáculo te haya gustado.— menciona Farkas.

— fue satisfactorio, la cara de Talia fue la mejor parte.— se burla.

Finalmente pudo vengarse de la odiosa Talia, no es que le haya importado que le quitará a Ezra, pero si la detestaba porque incluso habría dejado que el príncipe asesinara a su padre para irse con él, algo que le parece demasiado desleal de su parte, por a final de cuentas, en el ducado nunca le falto nada y contrario a las malas lenguas, el duque también era atento con Talia, cuando tenía tiempo libre del ejército, salía con ella de compras, se reunía con ella a beber el té y otras cosas que ha Talia le gustaban, la diferencia es que Tatiana pasaba más tiempo con su padre, pero porque ambos iban al campo de batalla. Tatiana le se despide de Farkas, pues desea ya descansar y Farkas aprovecha para sujetar su mano y darle un beso en el dorso.

— descansa, mi pequeña ninfa.— sonríe coqueto.

— descansa cachorrito.— se burla.

Farkas solo sonríe por sus palabras y al ver que Tatiana se ha retirado a su habitación, se dispone a ir a la propia, por esta vez la dejará descansar y disfrutar su noche, porque debe de estar satisfecha con los resultados de su plan.

Ezra por su parte, no esperaba aquel humillante desenlace para Talia, pero gracias a eso, finalmente había visto un lado de Talia que ella siempre escondió, al parecer no era una joven de buen corazón decía ser y todo lo que hizo fue por la envidia que siente hacia Tatiana.

Para la mañana siguiente, el acontecimiento se dio a conocer a los ministros, aquel que estaba causando problemas en Ligel ya ha sido detenido, así que el invierno procederá con normalidad, sin que la temperatura baje demasiado, ya que aquel demonio, lo hacía para que las alimañas pudieran sobrevivir en ese reino.

"Majestad, respecto a la reina, ya que se ha divorciado, debería pensar en una candidata."

"Es verdad, ¿podría considerar a la lady Tatiana?, ya que el emperador se llevará a lady Talia, lady Tatiana sería una opción aceptable."

— no, lady Tatiana sigue siendo la prometida del emperador, lady Talia, solo informo mal, el emperador no tiene intenciones de llevarla a Tyrhan como emperatriz.— les responde Ezra.

Por una parte, le hubiera gustado que eso pasará, quizás así podría intentar acercarse a Tatiana. Pero anoche vio algo que le hace perder esperanzas, y es que Tatiana miraba al emperador, de forma en la que él jamás lo miro. Y es que cuando todos se iban de la escena de batalla, él corrió con la intensión de hablar con Tatiana, pero la vio hablando con Farkas y ambos se miraban con profundo interés, Tatiana incluso dejo que él le diera un beso en el dorso de la mano, algo que a él nunca le permitió, siempre fue indiferente y evitaba todo contacto.

Los ministros insistieron, ya que según Talia ella se iría con el emperador y por eso busco el divorcio, por lo que Ezra les hizo saber que ese, solo fue malentendido, pero si la reina tomo la decisión de retirarse del trono y pedir el divorcio, entonces ya no había vuelta atrás y no le daría otra oportunidad. Eso sorprendió a todos, ya que el rey siempre salió a la defensa de Talia cuando ellos se quejaban, pero al parecer, finalmente el rey ha abierto los ojos.

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Más tarde ese mismo día...

Talia va en busca de Tatiana, al saber que estaba en la zona de entrenamiento instruyendo a los caballeros del palacio, se apresuro para ir hacía ahí, por supuesto, apenas estuvo ante ella, llena de ira la empuja con fuerza, aunque Tatiana apenas da un paso hacía atrás por el empujón y cuando Talia levanta la mano para pegarle, Tatiana le sostiene la muñeca.

— ¡maldita!, tú me lo has quitado, el emperador era mío, zorra.— grita furiosa.

— pero vaya hipocresía. Yo no te quite nada, ¿no eres tú la que se metió con mi prometido y ahora lo abandonó creyendo que mi actual prometido me dejaría por ti?, solo estas furiosa porque el emperador no resulto ser un idiota como el rey.— se burla.

Pronto escucha los susurros de los guardias presentes, alegando lo hipócrita que era Talia y lo desesperada que estaba por quitarle el prometido a su hermana, sin duda, era la muestra total de su envidia.

— pero la primera hija debería ser su esposa...yo soy la elegida, por eso me divorcie...— grita mientras deja salir sus lágrimas.— no puedes permitir que me quede el calle...

— ¿pero tu si puedes hacer y deshacer todo a tu antojo?, Talia Evergarden, no culpes a otros, de algo que tu misma te buscaste.—

Tatiana le suelta la mano de forma brusca y la aparta, ordenado a las doncellas de Talia que se la lleven o de lo contrario no dudará en golpearla si intenta algo más en su contra. Las doncellas obedecen y se apartan llevándose a Talia, quien grita furiosa insistiendo en que Tatiana le ha quitado al emperador.

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Al día siguiente...

Talia busca desesperada a Farkas y cuando finalmente le dicen donde esta, corre solo para ver que los corruajes y los caballeros se preparaban para partir. Talia se acerca haciendo una reverencia.

— majestad, yo aun no estoy lista, si me da una hora tendré todo empacado.— habla con confianza.

— ¿por qué le daría una hora?, no somos transporte para llevarla.— responde Farkas.

— p-pero majestad...lo de anoche...no fue verdad, ¿cierto?, yo si seré su emperatriz...—

Talia escucha como todos los caballeros ríen por sus palabras, causando que Talia se enoje y los amenace diciendo que los ejecutará.

— lady Talia, debería revisarse la cabeza, parece que se esta volviendo loca.— menciona Farkas.

En ese momento sube a su caballo al igual que todos y al escuchar la orden de Tatiana, comienzan a moverse camino hacia la salida. Farkas también tira de la rienda del caballo y sigue al grupo. Talia al ver esto, corre tras él gritando que la espere, pero solo es ignorada, mientras todos la observan, jamás creyeron ver a la arrogante reina arrastrarse tras un hombre que no le hace caso y que además, por el dejo todo. Y es que si, el chisme vuela muy rápido. Erza por su parte, desde la ventana de su estudio vio partir a Tatiana sin siquiera mirar atrás, lo cual significaba que ya no había vuelta atrás, nunca tendría una oportunidad con ella.

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Tras ver al emperador abandonarla en ese lugar, Talia regreso dentro totalmente derrotada, su gran oportunidad de ser emperatriz se había arruinado, pero, se dispuso a recuperar lo que tenía, fue a su habitación para arreglarse, debe hablar con Ezra, le dirá que solo fue manipulada por el emperador, pero que ella aún lo ama, por supuesto, su plan, no dio resultado y el rey le pidió dejar el palacio lo más pronto posible, de no hacerlo, haría que los guardias la saquen a la fuerza.

— majestad, por favor, fui engañada, uso su magia para manipularme...yo siempre lo he amado a usted...— suplica en el piso mientras se aferra al pie de Ezra.

— no lady Talia, su truco no servirá. Ahora, váyase y evitese más vergüenzas.— habla con firmeza.

Ezra la aparta y cuando Talia trata de acercarse a él, los guardias se lo impiden y la llevan a su habitación para que empaque, ellos mismos la escoltaran fuera del palacio. Talia estaba destrozada, su vida estaba arruinada y nisiquiera puede ir al ducado, este ahora esta bajo la gestión de otro noble desde que su padre abandono el reino y su territorio.

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