A veces la vida nos juega una mala pasada y el mundo se derrumba bajos nuestros pies y cuando creemos que nada tiene solución; el destino nos sorprende y todo cambia a nuestro favor. Está es la historia de Martín, un chico que a pesar de haber sido el mejor de su clase, es expulsado del colegio y debe comenzar de cero en otra institución; A pesar de estar a prueba, logra superar todos sus temores y se enamora perdidamente de Rebeca, una joven que comparte la misma pasión que él por las motos y comparten sus mismos sueños y anhelos.
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Capítulo N°15
Martín no podía creer en su buena suerte, todo el regreso a casa fue pensando como su vida cambió de repente en tan solo una semana y todo se está acomodando de tal forma que se sentía feliz.
Cuando llega a su hogar entra corriendo a la cocina y abraza con fuerzas a su hermano por la espalda y lo levanta por los aires. Alan que sostenía una mandarina la deja caer al piso del susto que se llevó.
⎯ ¡Basta, bájame! Me vas a tirar como a esa pobre mandarina.⎯ Martín lo deja en suelo.⎯ ¿Qué te pasa? Casi me matas de un susto, eres un idiota.
⎯ Hermanito, estoy feliz.
⎯ Ya sé, Rebeca aceptó ser tu novia y por eso quieres acabar con mi vida.⎯ dice mientras busca la fruta en el piso.
⎯ No, eso no. Es algo mejor.
⎯ Voy a intentar creerte, aunque dudo que algo supere a esa diosa.⎯ lo provoca.
⎯ ¡Ni se te ocurra mirarla! ⎯ lo amenaza.
⎯ Nunca lo haría, es muy vieja y ruda para mí.
⎯ Mejor cierra la boca y ven a sentarte a la mesa. Te contaré qué sucede.
⎯ De acuerdo.
Alan agarra la mandarina, la limpia con una servilleta y comienza a pelar su cáscara; entonces toma asiento en la mesa frente a su hermano y escucha atentamente su relato, mientras se devora su postre. Cuando termina con el último bocado le habla con total seriedad a su hermano mayor.
⎯ Hermano me alegro mucho; pero ¿qué va a pasar cuando mamá se entere? Ella no te deja trabajar.
⎯ Lo sé; pero ya tengo dieciocho años y debemos pagar las cuenta de la casa, el auto y no podemos olvidar los gastos de la clínica. Esas personas fueron muy amables en hacerse cargo de esos gastos, pero ahora nuestra obligación es devolver ese dinero.⎯ de repente su rostro se entristece y confiesa.⎯ Además si me relación con Rebi no funciona, no podemos dejar de saldar ese favor.
⎯ Tienes razón y no te preocupes por Rebi, ustedes están hechos el uno para el otro.
Martín se levanta de la mesa y da por finalizada la conversación al ver a su hermano bostezar un sin fin de veces.
⎯ Bueno, me voy a dar un baño así voy al hospital a ver a mamá.
⎯ Yo quiero dormir un rato.⎯ Alan tira la cáscara del cítrico y se dirige a la cama.⎯ Estoy muerto, hoy casi me duermo en clases de biología.⎯ bosteza.⎯ Dile a mamá que iré más tarde y que la amo.
⎯ Muy bien.⎯ contesta y comienza a cantar mientras busca una toalla.
⎯ No sé, como estas con tan buen humor.
⎯ Será porque me pasan cosas buenas.
⎯ ¡Mi hermano está enamorado!⎯ dice en tono burlón.⎯ ¡Tiene novia! ¡Tiene novia y se va a casar! ¡ Voy a tener muchos sobrinitos!
⎯ ¡Ya duérmete, eres insoportable!⎯ y en su rostro se forma un gran sonrisa.⎯ Recién nos estamos conociendo es muy pronto para pensar en esas cosas.
⎯ Como digas, pero por la forma que se besaban, ya se conocen a fondo.⎯ habla con doble sentido. jajaja.
⎯ ¿Tú que sabes?
⎯ Nada, pero tengo ojos y veo como se devoran y no solo con la mirada jajaja.
⎯ ¡Ya cierra esa boca!⎯ le arroja una almohada y sale del cuarto entonces escucha que Alan le grita.
⎯ Martín te deje los fideos en el microondas por sí tienes hambre, yo ya comí un poco.⎯ habla arrastrando las palabras ya que se estaba durmiendo.⎯ Algunos están crudos pero tienen buen sabor.
⎯ Gracias enano. Luego los como.
Martín entra al baño y en sus pensamientos solo hay lugar para una persona y esa, es la chica que le devolvió la sonrisa. Se da una ducha rápida y se dirige a toda prisa al nosocomio, al llegar fue directo a la habitación de su madre y el doctor de la noche anterior justo salía del cuarto de Rita.
⎯ Doctor¿ cómo está mi madre?
⎯ Hola muchacho. Tu madre está muy bien, sí sigue así mañana se podrá ir a casa.
⎯ ¡Que buena noticia!
⎯ Por unos días no puede hacer ningún esfuerzo, levantar cosas pesadas, ni trabajar.
⎯ Muy bien.
⎯ Tiene que hacer reposo absoluto o su herida no va a cicatrizar. ¿Entendido?
⎯ Sí doctor. Muchas gracias.
⎯ De nada sobrino y por cierto soy el tío Carlos.⎯ contesta riendo y sale como si nada.
Martín mira como el doctor se aleja y se pregunta si toda esa familia tomaron la noticia de que Rebeca está en una relación o buen humor o es que realmente están locos. Con esa duda en su mente entra a ver a su madre y Rita lo recibe con mucho cariño.
⎯ Martín, mi vida, ¿cómo estás?
⎯ Hola mamá, estoy bien. Pero dime ¿cómo te sientes?¿te duele algo?
⎯ Estoy bien, me duele un poco la herida, pero es normal.
⎯ Mamá...⎯ el joven se acerca con una silla a la cama, toma su mano y confiesa en un susurro.⎯ Mamita tuve tanto miedo de perderte. ¿Por qué no dijiste que te sentías mal? ¿Por qué esperaste hasta el último momento?
⎯ Perdón, pensé que no era grave y no tenemos dinero para gastar en hospitales.
⎯ Más caro es un funeral.
⎯ Lo siento, no volverá a pasar.
⎯ No sabía qué hacer, estaba desesperado.⎯ lágrimas caen de su rostro.⎯ No estoy preparado para perderte a ti también.
⎯ No me vas a perder, no por ahora.⎯ seca sus lágrimas.⎯ te lo prometo
Martín se incorpora de la silla y abraza con delicadeza el débil cuerpo de su madre. Necesitaba refugiarse en esos brazos tan cálidos que lo reconforta cada vez que se siente triste y Rita besa su cabeza como cuando era un niño.
⎯ Te quiero mamá y no sabes lo mucho que aún te necesito.
⎯ Lo sé pequeño, lo sé. Yo también te quiero con el alma entera.
⎯ No vuelvas a asustarme de esta manera.
⎯ No lo haré.
Por un momento ambos se quedaron en silencio disfrutando de su compañía sin embargo cuando Rita le pregunta la hora se enoja con su hijo.
⎯ Martín deberías estar en el colegio, que va a pensar Verónica.
⎯ Mamá, no te preocupes.⎯ le sonríe mientras toma su mano.⎯ La directora me autorizó la falta y me dio permiso para que pase el día contigo. Alguien tiene que cuidar de ti y Alan fue al colegio por la mañana, está muy cansado para estar aquí.
⎯ ¿No me mientes? Dime la verdad.
⎯ No te miento, debes confiar en mí.⎯ dice frustrado.⎯ Ella con su esposo nos ayudaron anoche a trasladarte y sabe perfectamente de tu condición.
⎯ Perdón Martín, volví a dudar.
⎯ Descuida.⎯ a él le dolía las sospechas de su madre.⎯ Verónica vendrá a verte y podrás sacarte la duda.
⎯ Hijo lo siento, no necesito preguntarle nada.
⎯ Como quieras.
⎯ Esa mujer es un ángel. Siempre fue una buena amiga.⎯ intenta cambiar el tema al darse cuenta que otra vez dudo de él y lo daño.
⎯ Sí, yo también lo creo.
Dos horas más tarde Rita al ver lo cansado que está su hijo lo manda a descansar, ella se sentía mucho mejor y cualquier cosa que surgiera le pediría ayuda a alguna enfermera.
me encantó la historia,tiré alguna lágrima pero me divertí mucho leyendo y viendo cómo me miraban porque reía sola, te felicito y espero volver a leer de nuevo algo tuyo y si es divertido mejor,muchas suerte