[Advertencia: ⚠️ Contenido para adultos, contiene violencia y sexo explícito]
Un mundo donde los humanos son la raza más débil y hostigada por las demás... Hasta que el primer dios de su raza aparece llenando los corazones de esperanza.
Uno que no es realmente un Dios, es falso y nadie lo sabe.
¿Podrá nuestro protagonista ayudar a la humanidad? ¿Descubrirán la verdad?
NovelToon tiene autorización de Brabell para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 12
La puerta suena y Primera responde con un "Adelante".
— Los traje como se me pidió, disfruten de su reunión—. Declara mientras hace pasar a dos personas.
— Te lo agradezco—.
Primera observa la silueta de Maeva, una adolescente tímida, nerviosa, es normal.
Si a su edad me traen a la sala de un demonio también tendría mis dudas.
— ¿No te acuerdas de mi?—. Pregunto para romper el hielo.
— ¿Recordarla? Lo siento mucho, no recuerdo cruzarme con usted—. Responde cordialmente.
Es una buena niña.
Aquel joven que le acompaña parece estar tranquilo, guarda las apariencias.
— Un gusto señorita Primera, soy Han amigo cercano de Maeva ¿A qué debemos su invitación?—. Expresa mientras se aproxima a mi.
Me hace acordar a Canon, galante y bueno con las palabras.
No me extraña que le agrade a Zaphkiel, vio a su superior reflejado en este chico.
Más que eso, parece estar haciendo el rol de líder del grupo, su presencia calma a su compañera.
Buen equipo.
— Como sabrán soy un demonio infernal en estos momentos, aunque mi origen es humano—.
Les doy una pequeña introducción aunque algo me desconcierta.
— No parecen sorprendidos—.
— Mis disculpas, es algo de lo que estábamos enterados—.
— Ya veo, en ese caso, seré directa, te conozco Maeva—.
— ¿A mí?—. Se cuestiona mientras se señala.
— Así es, aquel día fuiste capturada por los elfos oscuros y salvada el mismo día, mi nombre anterior era Carol—.
— ¡Carol! Lo recuerdo, entonces esos niños—
— Ahora son demonios infernales también—.
Maeva se asombra mientras que Han parece extrañado.
— Por favor tomen asiento— Ofrece mientras con su palma se dirige a las sillas frente a ella. — Hay comida y Pronto habrá bebidas—.
— Vamos—. Le murmura a Han encantada.
— Y pensar que nos encontraríamos así, cuando escuché tu nombre en los informes quería verte Maeva—.
Han prueba uno de los alfajores y se le nota claramente encantado, luego prueba el tiramisú y el gusto también es de su agrado.
— Fue un mal momento para conocernos—. Dice ella con una sonrisa incómoda.
— Es cierto, ese lugar era desagradable, tuviste mucha suerte al estar solo un corto tiempo—.
— Si, quien diría que luego de eso construirían una gran ciudad—.
— Esto es obra de los objetivos de mi señor, mucho de lo que ves es pedido expreso de él, desde las pequeñas casas hasta está gran torre, incluso la comida—.
La puerta suena nuevamente.
— Pueden pasar—.
— Disculpe Primera, traemos café azúcar y leche—.
Primera asiente y las bebidas son servidas.
Luego de que se retiraran, comienza a explicar.
— Pueden tomar el café de varias formas, solo es amargo, con azúcar es semi amargo y con leche es dulce—.
— Esto es una delicia ¿Cómo es que se hacen?—. Pregunta Han mientras degusta los alfajores.
— También es pedido de mi señor, son alfajores, masa a base de maíz, dulce de leche y chocolate, mientras que el tiramisú lleva huevo, leche, azúcar, café, chocolate y masa, aún está incompleto la falta de queso, algo que no creamos por falta de personal—.
— Son comidas realmente elaboradas—. Expresa Maeva.
— Si, necesitábamos chef en nuestro personal así que comenzamos por generar ofertas de trabajo y beneficios a quienes tomen esta profesión—.
—¿Dijo falta de personal? ¿Es posible mudarnos a este lugar y trabajar?—. Pregunta Han.
— Si ese es tú deseo, sería la primera vez, aún así debes obtener dinero para comprar una casa, estás casas de material no son especialmente baratas, pero son muy resistentes—.
— Entonces la respuesta es si, ansió poder vivir en este lugar con mi familia, tomaría algún puesto de chef o ayudante de cocina—. Declara ansioso.
— Adelante si es tu deseo, las puertas están abiertas ¿Tú que dices Maeva?—.
— Suena muy bien, me gustaría poder convencer a mi madre y mi hermano antes de tomar esa decisión—.
— No te preocupes, los convenceré para venir aquí, bastará una visita y quedarán hechizados—.
— Que chico tan confiable—.
— Quiero ser un demonio— Su expresión cambia a una más seria. —¿Es posible obtener mi cambio de raza incluso siendo chef?—.
Parece tener gran interés en obtener poder, uno por lo general querría una vida más tranquila.
Debe tener sus motivos.
— Si posible dependiendo el juicio de tu superior, en este caso esa sería Clarissa—.
—Lo entiendo, gracias por la información señorita Primera—.
— Con Primera basta, no hay necesidad de decirme señorita—.
— ¿Qué harán con el reino? ¿Formarán una alianza contra los elfos?—.
— Lo siento Maeva, no puedo hablarte sobre el futuro y temas militares—.
— Lo siento, no quise ser grosera—.
— No lo fuiste, hay cosas que por mi posición debo ocultar, es necesario—.
La charla continua un tiempo hasta que comienza a ocultarse el sol, ambas partes se despiden y los dos amigos se marchan.
...
Dos días después...
— ¿¡Qué nos vamos a mudar a dónde!?—.
— La ciudad aún no tiene un nombre, eso dijo Primera—.
— Deberíamos ir a verla juntos—.
Han y Maeva vienen con una gran noticia, una que me toma por sorpresa.
— N-No creo que debamos—.
— Primero vayamos a ver, luego me dices—.
— Así que fueron a una ciudad tan bonita... Me gustaría ir, pero solo tengo día libre mañana—.
—¿¡Mañana!?—.
— ¿Tienes algo que hacer mañana hijo?—.
— ¿Qué va a hacer si vive en casa?—.
— Vamos pequeño Ciel, vamos a explorar la ciudad—.
Maldita sea, tengo cosas que hacer mañana, tengo que ir a ver a los primeros.
¿Y ahora que hago?
— Yo me quedo a cuidar la casa—.
— No, eres muy pequeño para quedarte solo, te vienes con mamá—.
— Disfruten ustedes, yo me quedo—.
— Insistente, te dijeron que no—.
— ¿No podemos ir ahora?—.
— ¿Qué te pasa? Estás raro, deberíamos revisar su habitación, debe estar ocultando algo—.
— Maeva, no seas así, Ciel, eres muy pequeño para quedarte solo en casa debes estar con mamá o con tu hermana—.
— Pero...—.
Nada se me ocurre.
Parece ser un evento canónico al cual no puedo escapar, debo buscar un plan de emergencia para poder estar con mi familia y a la vez estar con los primeros.
Ahora poseo la capacidad de teletransportación gracias a Rafael, el gasto de energía es enorme así que no puedo usarlo para ir y venir.
El hecho de vestirme y, ocultar mi identidad...
Puede que ellos me descubran.
Debo evitar que me vean por cualquier medio.
— ¿Ahora que hago Rafael? Ayúdame Diosito mio—.
1 - Ciel el pequeño
2 - El Dios demonio
Da más interacción y momentos de "que hago ahora?", "me descubrieron?" y así por el estilo.
Simplemente merece 6/5 estrellas