La Desendecia De Los YANKELEVICH

Xiao mientras pensaba en eso y escuchaba a Marcos hablando de sus padres voltea al cielo, había una luna llena, se miraba hermosa, el cielo estaba estrellado.

Curiosamente era lo que más disfrutaba Adonis, recordó que cada vez que había luna llena y el cielo se miraba así de estrellado, tomaba a Estela de la mano y a ella, se las llevaba a la playa, las acostaba en la arena, para hacerlas ver el cielo por horas.

Xiao al recordar eso quiso hacerlo y toma a Marcos de la mano, le pide que la lleve a un lugar abierto, donde puedan ver mejor el cielo.

Marcos se puso algo nervioso en el momento que le tomó la mano, pero al escuchar lo que le pedía, sonrió, le gustó que le pidiera algo como eso.

Sin soltar su mano, empezó a caminar adentrándose a la selva, caminaron como por 30 minutos, ella no entendía por qué, pero se sentía segura, algo ahí la hacía sentir una seguridad como cuando estaba al lado de su padre.

Marcos la llevó hasta la orilla de un peñasco, el lugar era amplio y estaba sin árboles; ella miró una parte más o menos limpia y sin importarle nada le indica que se acueste a su lado.

Él no le preguntó nada solo hizo lo que le pidió y se pusieron a ver la luna llena, las estrellas, el cielo realmente se miraba increíble.

Mientras estaban tirados en el suelo viendo el cielo, Marcos le dice. – Xiao, tu padre me dijo algo que yo no entendí, pero creo que si te lo digo tú le encuentras sentido.

Él me dijo: El legado de un padre, puede ser la cruz de un hijo; mi gente será tu gente, mi fuerza será tu fuerza, mis deberes serán los tuyos y tu poder será lo que te he enseñado, para controlar lo que hoy dejo en tus manos.

Eso fue lo que tu padre me dijo la última vez que lo miré, fue algo muy extraño, realmente no sé que significa, dime, ¿tú entiendes algo de lo que dijo?

Xiao volteó a verlo, realmente no entendía nada de lo que su padre quiso decir con esas palabras, pero algo era curioso, se las grabó con solo escucharlas una vez y las repitió como tres veces en voz alta como si eso le iba a dar una respuesta.

Por más que lo pensaron, no le encontraron sentido, terminaron rendidos y después de varias horas ahí decidieron regresar a la cabaña, para que ella descansara.

Xiao realmente se la había pasado muy bien con Marcos, habían hablado de tantas cosas, algunas importantes otras realmente eran sin sentido; pero lo mejor de todo eso, era que se la había pasado tan bien, que no había pensado en nada que la pusiera triste, solo había disfrutado de ese momento.

Xiao caminó de regreso al lado de Marcos, el camino no se miraba tan oscuro, la luz de la luna les daba la suficiente visibilidad, para regresar sin ningún problema.

Cuando llegaron a la cabaña, Marcos tomó su mano y dejó un beso, le sonríe, con una dulzura le dice. – Xiao, muchas gracias por lo de esta noche, ten un lindo sueño, mañana estaré listo para el momento que despiertes.

Xiao le sonríe tímidamente, no se esperaba algo así, aunque le gustó esa forma de ser tan especial; estaban en la puerta de entrada de la cabaña, los dos se despidieron y ella se dio media vuelta, fue directamente a su habitación.

Al cerrar la puerta de su habitación, se empezó a quitar la ropa, le gustó que dentro de la cabaña estuviera en una temperatura acogedora; se metió al baño, no era muy grande, tampoco tenía tina, solo una regadera, abrió las llaves y dejó que el agua corriera un poco porque la primera estaba realmente helada.

Mientras esperaba a que cayera el agua caliente, empezó a pensar en lo que le dijo Marcos, sobre las palabras de su padre; pero por más que lo pensaba no encontraba sentido, no entendía por qué había dicho eso.

Se sentía tan confundida y al mismo tiempo tenía la sensación de que esas palabras realmente no habían sido para Marcos, sino más bien para ella.

Pero por más que lo pensó no les encontró sentido a sus palabras, no entendía que era lo que realmente quería decir; se empezó a sentir frustrada y molesta, en ese momento dijo en voz alta. – Padre, por qué siempre haces las cosas tan difíciles, si querías decirme algo solo tenías que ser directo conmigo, no hacerme esto.

Realmente sí sentía que nada de eso tenía sentido; mientras el agua caía en su cabeza, seguía pensando en su padre, en cada momento que vivió con él, tratando de recordar algo importante, algo que tal vez en el pasado le dijo y ella había olvidado, pero por más que hurgó en sus recuerdos no encontró nada.

Sin querer duró mucho tiempo en la regadera hasta que sus manos se hicieron arrugas por el agua; esos pensamientos la habían distraído.

Rápido se enjabonó el cabello, el cuerpo, dejó que el agua se llevara el jabón y después cerró la regadera, tomó una toalla, enredó su cabello, después tomó otra y secó su cuerpo.

Cuando salió del baño, fue a donde estaba su maleta, que estaba a un lado de la cama en una silla; la abre y toma su ropa interior, después solo se recostó en la cama, se sentía bien de estar ahí, el viaje que su padre la había preparado realmente le empezaba a agradar.

Ella mientras encontraba su sueño dijo. – padre tal vez no logre encontrar el amor, pero voy a conocer más de tu historia, saber más de lo que hacías, de tu pasado.

Después de eso solo cerró sus ojos y se quedó dormida; a las 5 am, Aisha le estaba tocando la puerta, apresurándola para ir al pueblo, le gritaba que si quería ver toda la tradición completa tenían que irse en ese momento.

Xiao se levanta al escuchar los golpes en la puerta y la voz de Aisha, adormilada le grita. – por favor pueden esperarme en la sala, en 15 minutos bajo.

Rápido abrió su maleta pequeña, sacó el cepillo de dientes, la pasta para los dientes y corrió al baño a lavarse la boca; lo hizo rápido, después sale a toda prisa, deja el cepillo de dientes en la maleta pequeña y abre la maleta grande toma un pantalón algo ancho, pero era caliente, después toma una blusa de manga larga, con cuello alto, era bastante calientita, justo para ese clima tan caliente.

Se sienta en la orilla de la cama, se pone unas botas estilo militar color negro; una vez que estuvo lista tomó su chaleco que era bastante grueso y sale de su habitación.

Al llegar a la sala encontró a todos ya listos, hasta Marcos estaba ahí, que en el momento que la miró le dice emocionado. – Xiao, vamos, tenemos que llegar al pueblo, no te puedes perder nada, el Xantolo ya debió empezar, bueno una parte.

Xiao había investigado un poco sobre el Xantolo, una tradición muy bonita de ese país y más que nada de ese lugar.

Ella terminó animándolos a irse, salieron de la casa, subieron a las camionetas cerradas y en 15 minutos llegaron a la Huasteca potosina.

Ella estaba emocionada con lo que miraba, era un lugar muy tradicionalista, parecía un verdadero pueblo mágico; cuando llegaron fueron recibidos por la gente del pueblo y lo que no se esperó fue la música que escuchó, no entendía por qué era eso, si se suponía que estaba en momento de tristeza, ya que la tradición era enfocada a la muerte.

Todos bajaron de las camionetas y Marcos los hizo quedarse parados, mientras se escuchaba la música; Xiao sin entender lo que pasaba volteaba a ver a Marcos con un signo de pregunta.

Marcos le sonríe y le dice con una tranquilidad. – la música se llama zones o huapangos, es parte de la tradición.

Xiao mira lo que va a pasar y te prometo que las preguntas que tengas te las vamos aclarar después.

Xiao aceptó sus palabras y se quedó callada, parada mirando, pero cada vez se sorprendió más, empezó a ver gente disfrazada, algunos con trajes de manta y rostros de viejitos, otros de la muerte con su guadaña, había una mujer con un vestido elegante tradicional del virreinato, un gran sombrero con flores, pero su rostro fue el que la sorprendió, estaba pintada como una calavera, como si fuera la muerte.

Otras con vestidos de novia y el rostro de una muerte, otras con los vestidos de manda, se podía ver que eran culturales, pero los rostros de calavera.

Había un hombre vestido de diablo, con sus cuernos y cara roja, algunos otros traían máscaras aterradoras de diferentes diseños, hasta había niños vestidos de la misma forma, con máscaras que no lograba entender que eran, pero eran referencia a la muerte.

Había 5 hombres vestidos de la misma manera, con unas sonajas en sus manos, tenía unos penachos en la cabeza.

Esos hombres se movían mucho más que los demás y cuando movían sus pies se escuchaba como las sonajas; Marcos los señala y les dice. – ellos son parte de la danza, se podría decir que es como un baile tradicional.

Xiao estaba impresionada con lo que miraba, realmente no se esperaba nada como eso y en ese momento sale un hombre alto, vestido con una capa roja, un traje negro que iba de pies a cabeza, los zapatos eran unos huaraches muy raros, que nunca había visto, parecían un tejido de algo.

Pero fue la máscara lo que más la sorprendió, la parte derecha de la mitad de la frente, parte de la nariz y boca, eran del esqueleto y la otra parte era roja como figurando la carne del rostro, tenía unos cuernos largos y retorcidos en la cabeza.

Las orejas largas y en pico, traía un látigo delgado y largo en la mano, que lo arremataba con el suelo, hasta hubo un momento que pareció que le pegó a uno de los que estaban bailando y traía una máscara de viejito.

A Xiao no le gustó nada lo que miró y se molestó mucho, eso de que golpeara a alguien no lo iba a permitir; estaba furiosa, estaba por entrar ahí a darle su merecido.

Pero Marcos la detuvo y tranquilo le dice. – solo quédate quieta, observa un poco más, te prometo que no es nada malo, no se está lastimando a nadie, confía un poco en mí.

Xiao realmente no entendía por qué la gente a su alrededor estaba quieta disfrutando de lo que miraban y ese hombre vestido con esa horrible máscara, realmente no le gustaba lo que hacía, hasta se acercaba a los niños que miraba a los alrededores, los asustaba, los hacía correr, hasta trataba de pegarles con ese látigo.

Eso realmente no le gustaba, quería detenerlo, le estaba molestando mucho, no entendía como la gente podía quedarse quieta ante alguien como ese hombre que descaradamente parecía lastimar a los demás.

Ilazki también se moleto mucho y ella sí decidió entrar, no iba a permitir que se lastimara a nadie, pero quedó atrapada en medio de los que bailaban, que se movían de un lado a otro.

Ella trataba de salir de ahí, pero a donde volteaba esas máscaras la confundían, hacían que se hiciera atrás, no entendía lo que le pasaba, pero por un momento se sintió atrapada, en un lugar que no reconocía, los colores blancos, morados, amarillos, rojos, negros, solo hacía ese momento más misterioso.

Trataba de salir de ahí, pero no podía, los que bailaban se seguían moviendo de un lado a otro, nadie la tocó, se mantenían a una distancia pertinente, bailaban doblando sus rodillas hasta casi tocar el suelo y luego se ponían de pie, doblaban su espalda.

Ilazki realmente no estaba soportando ver esos movimientos que no sabía si eran rápido o lentos, se sentía tan confundida, estaba arrepentida de estar ahí, de haberse metido en ese baile tan extraño y el ruido de los tambores, solo la hacían sentir más extraña, no era miedo, pero sí ansiosa, como si estuviera invadiendo algo que no debía.

Xiao miraba a Ilazki que estaba en medio de todos, pero ella apenas se movía, sus ojos se miraban desorbitados, su cabeza era la única que volteaba de un lado a otro, los gestos de su rostro se apreciaban confundidos.

Ella no entendía por qué Ilazki estaba así, por qué no iba con el del látigo para que lo detuviera, estaba tan confundida, tan inquieta de entender lo que realmente pasaba.

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Muchas gracias a todas espero que el capítulo les haya gustado ☺️

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