Siempre nos hemos preguntado qué sucede después de la muerte. No sé qué le ocurre a los demás, pero para mí fue una oportunidad única: regresar y hacer justicia. Mi muerte no fue un accidente; alguien acabó con mi vida, y ahora he vuelto para descubrir la verdad detrás de ese secreto. He regresado para reclamar lo que es mío y para enfrentar a aquellos que me hicieron daño.
¿Lograré cumplir con mi misión? Acompáñame en esta emocionante historia y descubramos juntos lo que el más allá tiene reservado
NovelToon tiene autorización de Crisbella para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo XVII Secretos revelados
Elena volvió a su departamento, era muy tarde y necesitaba aclarar sus emociones. Esa noche no había pasado nada entre ella y Diego; solo habían hablado de lo que sentían. Inés aún no regresaba del hospital, lo cual era normal, ya que a veces le tocaban guardias de noche. Al llegar a su cama, Elena se sintió como si flotara en una nube. Hacer que su amor por Diego renaciera la tenía como una adolescente. Anhelaba volver a estar entre sus brazos, pero también sabía que no podía entregarse sin más; no estaba segura de los sentimientos de él por ella y no quería salir lastimada. Esa noche, algunos recuerdos regresaron en un sueño vívido. En este sueño, se encontraba frente al espejo, luciendo su hermoso vestido de novia. Se veía tan feliz y llena de vida que una emoción enorme la abrazó. Sin embargo, sintió que la puerta de su habitación se abría y, al voltear para ver quién era, despertó abruptamente.
Estaba atormentada por no poder recordar el rostro de la mujer que había entrado en su habitación el día de su boda. Aunque no recordaba su cara, estaba segura de que era una mujer. Frustrada, se levantó y fue a la cocina. Casi amanecía cuando escuchó a Inés entrar al apartamento.
“Amiga, buenos días”, saludó Elena aún aturdida.
“Hola, amiga. Vengo muerta; esta noche fue un desastre total”, respondió Inés con la voz quebrada y un profundo pesar en el corazón.
“Cuéntame qué te tiene así”, dijo Elena mientras se acercaba al sillón donde estaba su única amiga.
“En la celebración de una boda hubo un accidente. Todos los heridos fueron trasladados al hospital y lo más lamentable es que los novios murieron. Imagínate: el día que debió ser el más feliz de sus vidas terminó siendo un infierno. En vez de celebrar una luna de miel, van a celebrar un funeral; las familias de esos jóvenes deben estar destrozadas”, explicó Inés entre lágrimas.
“Sé lo que se siente perderlo todo en el día más esperado; es horrible sentir cómo se escapa tu vida entre tus manos. Es un dolor punzante saber que no volverás a ver a tus seres queridos... Pero después de eso llega una calma tan hermosa que olvidas todo lo demás”, dijo Elena, sumida en sus pensamientos sin darse cuenta de que le estaba revelando a su mejor amiga una parte oscura de su vida.
Inés la miraba con preocupación, pensando que tal vez su amiga había perdido la razón. Cuando Elena finalmente reaccionó, ya había soltado toda su verdad. “¿Acaso estás ebria?”, preguntó Inés completamente confundida.
“Creo que ya es hora de que sepas la verdad; eres mi mejor amiga y no quiero seguir engañándote”, confesó Elena, atormentada por tantos secretos.
“Inés estaba preocupada por ella: “No quiero que termines en un sanatorio mental’”, respondió con voz temblorosa.
“Déjame explicarte. Si después de escucharme no me crees, entonces me iré del apartamento y aquí no habrá pasado nada”.
Elena comenzó a contarle sobre su infancia como Elena Del Castillo. Sabía que si le hablaba sobre esa parte de su vida, Inés le creería. Habló del día en que defendió a una pequeña niña hija de una empleada contra unos niños crueles que la molestaban por ser pobre. Mencionó palabra por palabra lo que les había dicho a esos rufianes y las palabras agradecidas de la pequeña. Para ese entonces, Inés tenía alrededor de diez años y Elena casi cumplía los veinte. Inés estaba en shock ante aquella revelación; nadie sabía de eso, ni siquiera su madre se había enterado. ¿Cómo era posible que Elena supiera tanto? Siguió escuchando lo que su amiga le contaba y cuando llegó al día de su muerte, no pudo contener las lágrimas; estas caían como cascadas sin control. Era desgarrador saber que sus sueños e ilusiones habían sido robados por alguien malvado.
“¿Cómo es que ahora tu alma está en este cuerpo?”, la voz y las manos de Inés temblaban sin control.
“Una segunda oportunidad, eso fue lo que me dijeron”, aclaro Elena mirando a un punto fijo.
“¿Recuerdas a la persona que te quito la vida?”, pregunto Inés con curiosidad.
“No tengo ni la más remota idea de quién es, anoche soñé y en mi sueños vi a una mujer entrando a la habitación, pero no estoy segura de que sea ella”, respondió Elena encogiéndose de hombros.
“Espera un momento, si eres Elena Del Castillo, entonces, trabajas con el hombre que amas y con él que te ibas a casar”, Inés estaba anonadada y sus gestos lo reflejaban.
“Asi es, no lo supe hasta no hace mucho, ya que cuando me devolvieron de la muerte perdí mis recuerdos de ambas vidas”, explico Elena confundida.
“Esto se cuenta y no se cree, sabía que eras extraña, pero esto ha superado todo lo que pensaba de ti”, Inés era muy sincera y decía lo que pensaba.
“Sabes que esto es un secreto y que nadie puede saberlo”.
“Nunca te traicionaria, eres mi amiga y estoy ansiosa por saber cómo termina tu novela, digo tu vida”.
Las dos continuaron hablando por una hora más hasta que Inés no aguanto el sueño, Elena se quedó sola en la sala, pensando en las palabras de Diego, el estaba ebrio y seguramente no se acordaría de lo que dijo la noche anterior.
Lavando lo que había ensuciado para preparar el desayuno, Elena se encontraba sumida en sus pensamientos, hasta que escucho su teléfono sonar, limpio sus manos y fue a contestar la llamada, se sorprendió al ver el número, era Diego llamandola. Sin pensar mucho contesto.
📱“Buenos días, señor”, Elena no sabía cómo decirle, después de la noche anterior.
📱“Estoy afuera de tu edificio, ven que te estoy esperando”.
La llamada fue colgada, Elena está en shock, Diego la había ido a buscar a su apartamento, pero sonaba muy distante, nada que ver en como le había hablado la noche anterior. Solto su cabello, se acomodó la ropa y fue a ver qué quería su jefe.