Historias Cruzadas

Antes de salir del lugar, vio a la chica que la atendió primero y se acercó a ella.

Señor gerente, Quiero que le devuelva el trabajo a esta mujer, solo cometió un error y sé que no va a volver a hacerlo- dijo Irina.

Cariño- intentó intervenir Iván.

Cariño nada, ya hablé Iván, ¿Puede ser señor gerente?- siguió Irina.

Si señora, como usted desee- dijo el gerente sorprendido.

Pagaron el vestido y las sandalias a juego y salieron del lugar, Iván no entendía por qué le había devuelto el trabajo a alguien que la trato muy mal, pero la dejo. Parecía que Irina leía la mente de Iván, cuando le dijo.

Sé que no entiendes, pero a las personas soberbias como ella, hay que darle una lección, yo no humilló a las personas, yo les demuestro que están ahí porque así lo quise- respondió ella con elegancia.

¡Por Dios nena! Te admiro cada vez más - respondió Iván.

¿Tomamos un helado?- dijo ella cambiando rotundamente de tema.

Lo que mi mujer quiera- Respondió Iván.

Todo lo sucedido había sido visto por Zaira, ella había mandado a la empleada y vio como Iván defendió a su hermana.

¡No puede ser! No se puede haber enamorado realmente de esa cucaracha- decía Zaira.

Pasaron toda la tarde paseando por el centro comercial, comprando lo necesario para Irina y divirtiéndose, luego se marcharon.

Zamira y Zaira llegaron casi al mismo tiempo a la casa de los Volkov y un millón de personas se movían de un lado para otro decorando y arreglando todo para la noche.

¿Qué es todo esto?- dijo Zamira

Parece que hay una nueva fiesta hoy- dijo Zaira.

¿A quién habrá comprometido ahora papá? - consultó la mayor

Espero que a ti ja ja ja ja ja- rio Zaira mientras se marchaba.

Zamira enfurecida salió a buscar a su padre.

Papá, ¿A qué se debe la fiesta de hoy?- pregunto fingiendo interés Zamira.

Hoy vamos a celebrar el matrimonio de tu hermana y les tengo una sorpresa a ti y a zaira- dijo Vladimir.

¿Una sorpresa?- dijo con una sonrisa

Ya lo verás mi niña, ve a arreglarte- dijo su padre animándola a subir.

Después de un tiempo los invitados comenzaron a llegar, Zamira estaba realmente hermosa al igual que Zaira. Pero las miradas se las llevo Irina cuando entro de la mano de su esposo.

Ese vestido se pegaba completamente a su cuerpo como una segunda piel, y resaltaba sus atributos.

Pasaron una velada hermosa, en la que Iván no se separó ni un momento de su mujer hasta que Vladimir realizó un anuncio importante.

Tomando una copa y golpeándola apenas para llamar la atención de todos comenzó a hablar.

Queridos invitados, hoy nos reunimos para celebrar la unión de mi hija Irina con un maravilloso hombre como es Iván Maxwell, pero también quiero anunciar que mis hijas Zaira y Zamira han sido comprometidas. Zaira con mi gran amigo Franco Vertuti y Zamira con la familia de Mustafá.- dijo Vladimir y los aplausos no se hicieron esperar.

La cara de Zamira era un poema, el árabe era hermoso, pero todos sabían que era frío y dominante, mientras que Zaira estaba feliz por no ser ella la comprometida con los árabes.