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Solo Ella

Solo Ella

Status: Terminada
Genre:Viaje En El Tiempo / Completas / Amor a primera vista / Apoyo mutuo / Pareja destinada / Amor eterno / Reencarnación / Mundo de fantasía
Popularitas:5.3k
Nilai: 5
nombre de autor: El Narrador Escarlata

Arlo pasó la vida feliz al lado de su esposa, la única mujer con la que estuvo y la única mujer a la que amó. Pero siempre tuvo el deseo secreto de estar con otras mujeres. Tras una complicación respiratoria, muere y reencarna a sus 17 años de edad, una año antes de ponerse de novio con Ema, su esposa. En esta segunda vuelta planea, antes de emparejarse, estar con tantas mujeres como pueda. Pero una simple modificación en la historia provoca que su unión no se concrete.
Arlo deberá mover cielo y tierra antes de que sea demasiado tarde y se vea obligado a pasar el resto de su (segunda) vida sin su alma gemela.

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En la mira de la serpiente

Desde la ventana del segundo piso se podía ver todo el patio. Si uno se sentaba cómodamente, podría espiar sin ningún tipo de impunidad las miles de situaciones que ocurrían en el espacio de recreo. En ese momento estaba vacío. Excepto por unos animados Arlo y David, que todavía no parecían preocupados por entrar a sus aulas, a pesar de que fueran los únicos que seguían fuera.

Con particular interés los observaba desde las alturas una hermosa muchacha. Su piel era morena, y su pelo negro y lacio. Tenía rasgos prominentes y muy característicos. Su nariz, boca y ojos eran enormes. Estos últimos eran profundos, y con un iris tan oscuro que era prácticamente imposible distinguirlo de la pupila, algo que le resultaba bastante útil. Normalmente, se puede saber mucho de una persona al mirarla a los ojos. Por más que fuerce la voz, o controle las expresiones de su cara, jamás podrá ocultar la voluntad de las ventanas a su alma. Cuando esté cautivada con lo que ve, sus pupilas se dilataran, y cuando algo le produzca rechazo, se contraerán. Con esta chica, era imposible saber a ciencia cierta que efecto le causaba lo que observaba.

_ Kim.

Al notar que la llamaban, dejó de ver por la ventana y se dió vuelta. Lo hizo con cuidado, pues un chico le cepillaba su largo cabello y no quería tironearlo. No era el único muchacho que le estaba dando una atención. Estaba rodeada de varios estudiantes. Uno de ellos tenía la cabeza apoyada en sus muslos, y otro la tomaba suavemente de la mano para hacerle masajes. Los otros simplemente la observaban con el mismo empeño que ella a los chicos del patio.

_ ¿Qué pasa?_ Dijo la consentida. Quien le había hablado era, como la mayoría de los que estaban en el aula, otro muchacho. Pero este no la mirarba de forma boba ni le ofrecía algún servicio similar a hacerle masajes o peinarla. Estaba reclinado en una silla y tenía el típico aspecto de galán de secundaria. Su pelo corto y despeinado, sus aretes, anillos, y la campera arremangada le daban una superioridad estética respecto al resto.

_ No nada, que te veo muy concentrada. Si seguís mirando por la ventana vas a quebrar el vidrio.

_ Ay cállese mi amor, ¿que una no puede apreciar la belleza del paisaje?

Resultaba adictivo escucharla hablar. Tenía un acento caribeño y una voz embriagadora. Era originaria de un país de centroamérica, pero nadie sabía de cual, pues por alguna razón Kim se había esforzado por mantenerlo en secreto, y debido a que ya llevaba varios años fuera de su tierra de origen, su acento ya no era tan identificable. Al igual que lo oscuro de sus ojos, lo misterioso de sus raíces la volvían muy atractiva.

_ ¿A si? Es curioso, un cielo tan lindo y unos árboles tan verdes y vos decidís mirar para abajo._ Dijo el muchacho mientras se levantaba de la silla e iba hacia la ventana para comprender que era eso que despertaba el interés de su compañera. Al asomarse, vio a los chicos riendo._ Veo que estás estudiando..._

_ Y si papi, al bife hay que echarle un ojo antes de mandarle diente. ¿Si no cómo sabe uno que la carne está jugosa?

_ Entiendo perfectamente. ¿Y cual de esos dos bifes querés comerte? ¿O vas a jugar a dos puntas? Mira que se nota que son amigos. Vas a tener que cargar en tu conciencia el haber roto una amistad.

_ Eso no me detuvo antes. Pero aunque sí que podría, solo busco a uno. Ese de allá, el de remera azul. Bien machote, como me gustan a mí. _

Al escucharla hablar tan positivamente sobre Arlo, algunos de los chicos que rodeaban a Kim pusieron mala cara. Los que la estaban masajeando y peinando, continuaron haciéndolo, pero con menos ganas. La mimada del grupo se percató de esto y actuó con astucia. _ No se pongan celosos mis amores. Si ustedes saben que son mis favoritos. _

Los influenciables idiotas soltaron risitas de aprobación ante las adulaciones que les había hecho la que parecía ser su reina. El que estaba conversando con Kim, aparentemente inmune a sus encantos, o por lo menos portador de la dignidad suficiente como para no andar babeando por ella, observó la lamentable situación y tuvo que contener una risa. Para no pensar en la estupidez de sus compañeros, volvió a mirar hacia el patio, y al observar con más detenimiento se dio cuenta de algo.

_ ¿Ese no es el que se peleó ayer?

Como si fuera algo que sumara puntos, Kim respondió orgullosa. _ ¿No le digo que es un machote? Me dijeron que le hizo frente a uno mucho más grande que él, e igual ganó._

_Hay que ver qué tan cierto es. No me parece la gran cosa sinceramente, yo podría ganarle en un mano a mano. _ Se podía notar un tono competitivo en sus oraciones. El inevitable efecto de la testosterona había tomado el control, y sin darse cuenta buscaba medirse físicamente con el nuevo interés romántico de Kim.

_Ay mor no se me ponga celoso uste' también. _ Bajó del banco sobre el que estaba sentada, y los tres muchachos que tenía encima se corrieron. Se acercó a su rudo compañero, y con sus manos le rodeó el cuello, quedando las bocas de ambos a pocos centímetros. _Que en unos pocos días lo vamos a tener con nosotros en las rondas del recreo, pegadito a mi. No le compita, que van a estar en el mismo equipo.

_ Primero que nada, a mí no me pongas en la misma bolsa que todos estos pajeros. Yo no soy una de tus conquistas. Y segundo, ¿por qué estás tan segura de que vas a poder levantártelo? _ Intentaba parecer duro, pero sus pupilas estaban extremadamente dilatadas, su piel estaba ligeramente más rojiza, y movía sus dedos constantemente.

_ ¿Enserio pregunta? ¿Desde cuando alguien se pudo resistir a mis encantos? _ bajando la vista, invitó a su compañero a echarle un vistazo al cuerpo del cual era poseedora. _ Además parece que este chico esta en quinto, me imagino que muere de ganas por estar con una de sexto. Más grande, con más experiencia. ¿No le parece?_ 

Mientras hablaba se iba acercando más y más a la boca de su amigo, hasta que los labios estuvieron a punto de tocarse. El chico hizo un esfuerzo por responder, pero las palabras no salían y los ojos estaban clavados en la boca de Kim, pedían a gritos darle un beso, pero él se resistía. Entonces, fue salvado.

Se escuchó el ruido de algo cayendo al piso. Kim se dio vuelta, y vio que los mismos que antes la miraban cuando estaba inmóvil frente a la ventana, ahora observaban la charla que mantenía. Uno de ellos había dejado caer su lápiz, pero ni se había inmutado. Kim miró nuevamente a su amigo, retiró las manos de su cuello y se alejó un poco.

_ Parece que voy a tener que levantarlo yo._ Dicho eso, se dio vuelta y se agachó muy lentamente para tomar el lápiz. Su jean de tiro bajo dejó ver el final de una hermosa espalda, y cuando la remera que tenía puesta se levantó un poco, se pudo ver sobre su piel morena un tatuaje de dos serpientes entrecruzadas. En un acto reflejo, el muchacho de peinado revuelto se sacó su campera remangada y se llevó las manos al pelo, arruinando por completo el estilo del mismo. Todo esto sin poder apartar la vista del tatuaje, y de la parte trasera del escultural cuerpo de su compañera.

Finalmente Kim se levantó, y en vez de entregar el lápiz caído a su dueño, se lo quedó y lo puso en su oreja. No hubo protesta alguna por parte del chico al que le había quitado el útil.

_ Los hombres son muy simples. Pero también muy tontos. Cuando ven algo bueno, en vez de ir a buscarlo se paralizan. Por eso yo cuando veo algo que me gusta lo tomo y lo vuelvo mío. _ Dijo mientras jugueteaba con el lápiz.

Volvió a mirar por la ventana, a un patio que ya estaba completamente vacío. _ Soy como las serpientes que tanto miras. Una vez que elijo mi objetivo, nada impide que le clave mis colmillos.

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Carla Quintana
por favor autor puedes hacer un capítulo donde salga su esposa Ema después de su muerte, me imagino que le afectó demasiado 🥲
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
bueno creo que arlo en su primera vida si fue un hombre ahora da mucho que desear y no se merece para nada a ema... Creo que si ema ubiera sido la que reencarna las cosas ubieran sido distintas ella haria que arlo solo estuviera con ella y que arlo no estuviera con nadie mas que con ella creo que los hombres piensan distintos de las mujeres cuando aman..
TAMARA CRISTINA SAAVEDRA HUENUMAN
muy buena la novela aunque ojala arlo le cueste muchoooo ganarse a ema... Porque todo lo que uno hace en la vida tiene consecuencias y nuestro protagonista la cago es mas ojala se quede solo total ya supo lo que era el amor verdadero y por andar de suelto lo perdio....
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