UN PADRE PARA MISAEL (6)

Fred prácticamente la sacó a empujones del ascensor y subió directo a la oficina de Cerem

__ Por tu cara, me imagino que te encontraste con Taby, quita esa cara ya la puse en su lugar, no permitiré que ella perturbe mi paz

__ Eso espero, porque sé lo importante que ella fue en tu vida y lo mucho que sufriste cuando te dejó.

__ No te preocupes, en casa tengo todo lo que necesito y no lo arriesgare por nada.

__ Bueno, me dejas más tranquilo, aunque ella me aseguró que tú volverás con ella, estuvo a punto de retarme a una apuesta,

__ Está loca

__ Es espero, cambiando el tema, me voy en pocos días, estoy dejando a Payton a cargo, pero tengo que pedirte un gran favor, uno muy especial.

Cerem entrecierra los ojos, tratando de adivinar lo que piensa su hermano, de repente una idea horrible llegó a su mente

__ No, no y no, por favor, pide me todo menos eso.

__ No seas así, ¿qué te cuesta apoyarme?

__No, contrata a alguien

__ Por favor Cerem, es imposible, ellos no se relacionan con más nadie, solo tu y Adalet y yo, somos vistos por ellos como personas y no como comida.

__ No me recuerdes eso, cada vez que veo a mí pequeña jugar con esas bestias como si fueran peluches de felpa, el corazón se me paraliza y lo peor es que ella los adora

__ Si y ellos a ella, sabes que son incapaces de lastimarla, esa pequeña es una domadora de bestias, por favor Cerem solo debes alimentarlos en la mañana y dejarlos salir una hora, ellos regresan en ese tiempo y les acariciaba la cabeza uno a uno mientras entran y le vuelves a cerrar la reja.

__ Por Dios, llévate a tus bestias, yo cubro todos los gastos, todos los años me haces pasar por esto.

__ Jajaja, por favor hermano _ suplicó Fred poniendo cara de cachorrito

__ Maldita sea, odio cuando pones es cara, de verdad pareces un perro, de verdad que ese apodo del “niño pitbull”, te quedaba perfecto.

__ Si, ja jaja recuerdo que papá odiaba que me dijeran así _ dijo Fred dejando ver un rastro de melancolía y tristeza

__ Si y me castigaba cada vez que yo me burlaba de ti y te ofrecía perrarina en vez de cereal.

__ Si, tu siempre me jodias con eso

__¿Cuándo me contarás tu historia?

__ Conoces todo de mí.

__ No te hagas el idiota, solo sé que mi padre te adoptó cuando tenías catorce años, pero quiero conocer la historia del “niño pitbull”, porque creo que estos viajes anuales tienen mucho que ver con eso.

__ Algún día hermano, ¿entonces cuidadas a mis bebés?

__¿bebés?, búscate una mujer y comienza hacer bebés de verdad,

__ Jajaja, no lo creo me conformo con ser el tío consentido de tus nueve hijos.

__ Carajo, que no te escuche Fedra porque sale corriendo.

__¿Entonces?,

__ Maldita sea, sospecho que me arrepentiré, pero está bien, lo haré, pero solo por sesenta días, ni un día más.

__ Gracias eres el mejor _ dijo Fred abrazando a su hermano.

__ Rastrero _ dijo Cerem saliendo de su oficina hacia el ascensor,

Así paso una semana y el día de despedir a Fred había llegado, estaban en el aeropuerto para despedirlo.

La pequeña Adalet, estaba muy triste, Fred la levantó en brazos y giró con ella

__ No estés triste princesa, regresare pronto y te traeré muchos regalos.

__ Quiero un cachorro

__ No, no y no ni lo pienses _ dijo Cerem

Fedra lo abrazó, para que no siguiera interrumpiendo la despedida de la niña y su tío.

Fred bajó a la niña, le dio un beso en la frente, abrazó a Fedra y le dio un fuerte abrazo a su hermano

__ No te olvides de mis bebés

__¿de qué hablas?, tengo amnesia

temporal

__ Jajaja, idiota lo prometiste

__ Ok, ve tranquilo y regresa pronto.

__ Si, yo se que no puedes vivir sin mi

Fred comenzó a entrar a la puerta de abordaje y la familia le hizo seña de adiós con la mano.

Un sentimiento de nostalgia embargo el corazón de Fred, pero también una inmensa alegría al saber que por fin visitaría a la mujer de sus sueños, al amor de su vida, un gran suspiro salió de sus labios antes de entrar al avión.

La travesía de Fred duró casi dos días, él debía hacer escalas y cambiar de identidad y de apariencia en varios aeropuertos, para asegurarse de no ser seguido y llegar seguro a su destino, aquel donde guardaba su segundo tesoro más preciado.

Cuando por fin llegó a su hogar, si su hogar, aquel que él mantenía con su dinero, donde él era el responsable y proveedor de todo, aquel donde él decidía hasta el color de las cortinas y de las pinturas de las paredes.

Fred abrió la puerta y un gran ladrido se escuchó acompañado de varios jadeos, Fred sólo cerró los ojos y se plantó fuerte en el piso para soportar la embestida de esta bestia peluda.

__ Buena chica _ dijo Fred abrazando y acariciando la cabeza del animal.

Pero aun no se habia recuperado de uno, cuando sintió el galope del otro.

__ Centurión, viejo amigo, pero que fuerte estan, casi me derriban parecen un par de rinocerontes.

Centurión y Andrómeda

eran los padres de Centinela, ellos eran animales entrenados y experimentados, eran perros de guía y estaban al servicio de su dueña, aquella frágil mujer que era tan bien la dueña del corazón de Fred

__ Hola, Fred _ dijo Helena cruzándose de brazos, parada junto a Fred

__ Helena, estas hermosa _ dijo Fred acercándose a ella y abrazandola fundiendola con su cuerpo.

__ Te extrañé mucho, pero estoy feliz de oirte, ¿60 días, verdad?

__ Si, yo también te extrañé mucho _Fred la tomó por quijada y levantó su rostro, su corazón se arrugó ver esos hermosos ojos carentes de vida.

El corazón de Fred, latía desenfrenadamente, quería besarla, amarla, hacerla suya, pero a ellos los separaba un oscuro secreto de Fred, un secreto que la hará odiarlo hasta el último de sus días.

Pero Fred, ignoraba de que sus sentimientos eran correspondidos y que Helena lo amaba y lo deseaba tanto como él a ella, pero ella ocultaba sus sentimientos, porque no quería atarlo a una mujer ciega como ella.

Ambos se quedaron abrazados y Fred juntó su frente con la de ella, sus respiraciones se mezclaba, sus narices estaban a punto de rozarse, Fred estaba embriagado con su aroma a lirios, eran las flores favoritas de Helena y él había mandado a plantarlas por todo el jardín, habían de todos los colores, aunque Fred sabía que ella no podía disfrutar de su belleza sabía que ella disfrutaba de su delicioso aroma.

Un leve carraspeo, rompió su burbuja romántica y ellos de alejaron

__ Hola, nana Amelia ¿Cómo se encuentra?

__ Muy bien Fred, y tú estás más guapo este año, _ dijo la mujer de cincuenta años.

__ Gracias nana, por aquí también la belleza se ha hecho presente, sobre todo a Helena que está más hermosa que nunca

__ Gracias, adulador_ dijo Helena sonrojandose.

__ Muchacho tu habitación está lista,

__ ¿me esperabas?

__ En realidad, llegaste una semana antes, pero Andrómeda te delató.

Mientras tanto en Estambul…

Apenas, dos días de la partida de Fred habían transcurrido y Cerem comenzaba a sentir su ausencia Payton era muy eficaz y competente, pero solo tenía un problema, No era Fred.

Cerem tenía que supervisar cada cosa que hacia y eso estaba reduciendo su tiempo libre.

Aunque en esta oportunidad, contaba con el apoyo de su mujer, ella estaba también recargada, entre su reposo, estar al pendiente de su negocio y compartir tiempo con la niña que estaba notablemente triste por la ausencia de su tío y también trataba de dedicarle tiempo a su marido, aunque Cerem estaba empezando a llegar tarde a casa, a estar más tiempo en su teléfono e incluso a llevar trabajo para su casa, Fedra trataba de apoyarlo más.