Para encontrar libertad a su calvario, Akela deberá luchar incluso con el vínculo de pareja que la une a un compañero que no la ama.
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Capitulo 15
Kyle dejo caer su cuerpo sobre su asiento, llevo sus manos detrás de su cabeza y se quedó pensando en todo lo que su Beta le había dicho, hasta que Jay nuevamente lo saco de sus pensamientos.
- Tú no sientes nada?.
- A qué te refieres?.
- Bueno, se espera que Akela no sienta nada aún. Apenas tiene trece años y aún no tuvo su primer transformación, no ha conectado con su lado salvaje, pero tú..
- Yo qué?.
- Bueno Kyle, tú tienes veinticuatro años, sin contar que eres un Alpha puro de sangre, no deberías sentir su aroma? No debería tu lobo reconocerla como su mate? No sientes realmente nada?.
- Sabes qué? Si, siento algo. Quieres saber qué es?.- Jay lo miro con ojos expectantes al oír aquello.
- Qué?.
- Asco, eso siento.- Al oír aquello Jay bufó y le hizo una seña con la mano como queriendo que termine con esa actitud caprichosa.- Me repugna, la idea de tenerla cerca, de que seamos siquiera algo, me genera aversión, odio. La odio.
- Kyle.
- Quieres que te mienta?.
- Debes saber que el oráculo lo predijo, es eso, una predicción. No es la primera vez que las hace y jamás se equivoca Mile, si ésto es cierto.. es mejor que vayas viendo de cambiar esa actitud. Puede significar algo muy bueno para toda la manada.
- La manada está perfecta no necesita nada.
- Ésta unión podría significar algo bueno para toda la especie.
- Soy el Alpha de ésta manada, y mi deber es pensar y cuidar de ellos, no de toda la especie. Niebla Invernal es la mejor manada que ha existido, tiene grandeza, todos llevan un gran nivel de vida, a ningún miembro le hace falta nada, que más pueden querer? Qué más puede resultar de esa unión? Nada que no tengamos.- Kyle dijo ésto con absoluta soberbia y Jay solo pudo suspirar algo hartado de la actitud de su Alpha y amigo. El silencio se apodero del lugar hasta que Kyle hablo.
- Dijiste que te iba trece años? No que tenía doce?.
- Cumplió años hoy.
- Cómo sabes eso?.
- Fui a ver cómo estaba y me encontré con que estaba haciendo un pastel para ella.
- Qué?.
- Si.
- Quién iba a celebrar con ella?.- Kyle se veía algo sorprendido, no sabía que ella tuviera amistades o que se relacionara con alguien.
- Nadie, al parecer es una costumbre de ella celebrarlo.. aunque sea sola.- Jay dijo ésto y Kyle estallo en una carcajada.
- Que patética. Ves? Esa aldeana no puede ser mi mate.- Kyle reía tanto que incluso lágrimas salían de sus ojos, Jay lo miraba algo molesto y negando con la cabeza aquella actitud chiquilina.
- Creo que de todas formas deberías ir a verla, así más no sea un momento. Si ella es tu Luna, no podrás negarla.- Al oír aquello la risa de Kyle seso, él puso sus ojos en blanco.
- Quizás vaya mañana.
- Puedes llevarle algo como presente por su cumpleaños.
- No presiones Jay.- Jay no pudo evitar una sonrisa al oír aquello, luego de tanta insistencia al final parecía que se había salida con la suya. Kyle siguió con su trabajo y Jay hizo lo mismo cada uno en su laptop y por lo que quedó del día no se habló más de Akela.
Al otro día por la mañana, Kyle se levantó temprano y salió a correr, tenía una rutina estricta de entrenamiento. Se preocupaba mucho por su físico y su aspecto, ya que era la imagen que daba de su manada. Luego de eso fue a los entrenamientos que se les daba a los lobos jóvenes. Estás clases las daban el Beta Jay y el Delta Ezra. Tenían una gran cantidad de guerreros y eran los mejores de la especie, sobresalían en todo porque le dedicaban mucho tiempo a entrenar. Luego de ésto, Kyle se baño, se alistó y luego de un abundante desayuno, emprendió viaje hacia la pequeña casa del bosque, hacía la casa de Akela. Él se dirigió sin decir nada a Jay, ya que no quería ver la cara de entusiasmo y de triunfo que pondría su Beta, así que decidió que solo iría sin decirle nada. El trayecto lo hice en menos de dos horas, ya que iba en un auto deportivo último modelo y la velocidad no era uno de sus problemas. Era aún temprano en la mañana, Akela se encontraba en la cocina lavando su taza luego de haber desayunado, cuando sintió el ruido de un auto acercarse. Ella dejo lo que estaba haciendo y miró por la pequeña ventana de la cocina. No reconoció el auto, no era el auto del Beta Jay Jarvis, aquella la extraño y encendió alertas en ella. Un escalofrío le recorrió la espina dorsal, no sabía a qué se debía hasta que lo vió salir del auto, no era otro que el Alpha Kyle Kinnaman. Akela sintió que el cuerpo se le tenso, de forma tal que parecía haberse helado, estaba estática en el mismo lugar sin poder moverse, el miedo la avasallo. Sintió terror al verlo bajar de aquel imponente auto, ella no sabía que hacer, las manos le temblaban, como la última vez que lo había visto. Su cara era de horror, parecía que en cualquier momento iba a romper en llanto, observó como éste miraba sus zapatos e intentaba despejar la tierra de sus suelas. Él miró con desagrado hacía sus lados, donde solo había huerta, verduras y algunas frutas. Él iba con unos jeans negros, ajustados a sus piernas que dejaban ver su musculatura, un saco negro de vestir que marcaba sus fuertes brazos y se podía ver una camisa negra debajo. Akela tuvo miedo, el Alpha se veía tan grande, fuerte e imponente que si quisiera terminar con su vida allí mismo, en ese momento, ella nada podía hacer para evitarlo.
pero bueno todo genial felicitaciones