LA JOYA DEL CAPÓ

BIANCA

Estoy terminando de hacer mi maleta dedicándome a solo guardar las cosas que son necesarias, hace rato he enviado algunos correos cancelado mis clases de piano al igual que al elenco para avisar mi salida de Florencia, ellos no tardaron en contestar:

"Esperamos que todo se resuelva, querida Bianca. Tu plaza seguirá a espera de tu regreso. Buen viaje"

Me sentía un poco tranquila. Parece que sí les gusto mucho mi participación del otro día. Ahora tengo asuntos más importantes, volver a Calabria, sabía que este momento iba a llegar, pero no pensé que sería junto al lado del mafioso con el que me case.

También avisé por mensaje a Alexandra y a Lorena sobre mi viaje a Calabria debido a una emergencia familiar y ambas me respondieron que ojalá nos veamos pronto.

Un escalofrío recorre por mi columna vertebral cuando otro trueno suena, pero esta vez con más fuerzas. El clima está terrible y eso me hace apurarme, no quiero que empeore y estar en el avión en medio de esta tormenta.

Bajo la maleta y salgo de la habitación, encontrando a Dante terminando unas llamadas con mi móvil.

—Ya estoy lista—hablo.

—Deja eso, Bianca. Vamos a quedarnos hasta que esta tormenta pase, ningún piloto quiere volar. Todos son unas gallinas—avienta mi celular y termina por destrozarlo. Genial, la escasez celulares en esta casa se acabó. Ya no hay ninguno—.Lo siento, lo voy a reponer.

—No importa. Supongo que me lo merezco por también haber echado a perder el tuyo.

Dejo la maleta y al dar solo un paso la luz se va.

Mierda ¿Esta situación puede empeorar?

—¿Tienes velas?

—No, pero sí una chimenea. Hay un poco de leña en la cocina ¿Puedes traerla?

Él asintió y fue para allá, mientras tanto aquí acomode todo y saque un pequeño encendedor que siempre traigo conmigo. Dante me ayuda con la leña, entiendo todo como me lo ha enseñado Alexa y tenemos un poco de luz en medio de la noche.

—Esto no sucede a menudo. Solo ha pasado una vez antes.

Tomo asiento en la alfombra. Se ha ido la electricidad y por ende no hay calefacción. Hace un terrible frío y junto al fuego puedo calentarme. Volteo y sujeto la mano de Dante, él mira mi posición y viene a mi lado.

—Lo siento—murmuro—.No debí quitarte el celular. Solo quería que pasaremos un rato juntos.

—Igual, no hubiese podido hacer nada. No debes de sentirte culpable, princesa.

Dante se remueve y se acerca más a mí, tanto que pueda recostar mi cabeza en su hombro.

—Tus cicatrices—dice—Has dejado que las vea, pero nunca me has dicho como ha pasado ¿Puedo saberlo?

Tal vez hablar de otros temas pueda ayudarlo. Desde que se terminó la llamada con Alfredo no ha reaccionado, solo se ha quedado neutro y sin decir mayor cosa. Cada persona reacciona diferente a una muerte.

—Papá solía golpearme con una vara de madera en la muñeca así él corregía mis malos movimientos en el piano—recuerdo. Esos días fueron dolorosos, los golpes durante las noches se hicieron herida debido a que siempre me las rascaba—.Los de la espalda fueron por castigos. A veces me escapaba para salir de paseo o papá lo hacía de la nada, yo...—hice una pausa.

Hay un nudo en mi garganta que me impide seguir, aunque quiera continuar. Este tiempo aquí he podido superar esos malos tratos y entender que papá no va a cambiar y nada de lo que haga lo va a hacer sentir orgulloso de mí.

—Lo he superado—volví a decirlo.

—Esa es la razón de tus ojos tristes—toca mi mejilla—. Gabriele va a arrepentirse de lo que te ha hecho—acaricia mi cabello—.Habrá un momento y un lugar donde los veras.

—No hagas nada.

—No podemos quedarnos sin hacer nada, Bianca y lo sabes. Es lo que pediste y te lo prometí desde el primer día de matrimonio. Voy a cumplirla—asentí.

Lo que me hizo son solo recuerdos de momentos que ya pasaron y no pueden lastimarme. Ahora solo quiero una destrucción de mi padre, verlo caer y quede sin ninguna función en lo que tanto le gusta y sé que Dante va a ayudarme. Es una pieza esencial en mi tablero de ajedrez.

Pero sé que todo esto tiene un precio, el respeto y poder lo traen. Los señores Rossi conocían las consecuencias de todo lo que trae este mundo, y aceptaron el precio. Después de varios años han sufrido las consecuencias. Me abrazo las piernas y me da terror de pensar que eso me pueda sucederme algún día.

Ya no quiero hablar de esto.

—¿Sabes? Alfredo dice que encontraron los cuerpos de mis padres juntos, unidos de la mano.

—Tus padres siempre siendo tan románticos incluso momentos antes de morir.

—Más mi padre que mi madre. Siempre han sido así.

Dante parece haber crecido en un buen ambiente. Con unos padres que siempre lo quisieron, con respeto y desde luego mucho poder.

Estuve a su lado otra vez por toda la noche, escuchando de sus secretos y él de los míos. Tal vez Dante sí tenga razón y tengo un par de ojos tristes. Pero me gusta tenerlo a mi lado, estar así, solo nosotros. Creo que sí estoy comenzando a quererlo.

DANTE

Después de la tormenta, Bianca y yo subimos al auto y empezamos a dirigirnos al aeropuerto. Esperaba de Bianca un arrepentimiento sobre irse conmigo, pero no fue así. Fue la primera en salir de casa y dejar todo asegurado y no volteo hacia atrás.

Estaciono el auto cerca al avión, desde aquí veo a Alfredo y a los guardias en espera de nuestra llegada.

—¿Alguien sabe que escape?—pregunta Bianca.

—Solo Alfredo. Los guardias que estuvieron ese día en el hospital, les comenté que hubo un traslado inesperado por una orden de mi madre y no dudaron en mi palabra.

—¿Por qué? Rompí nuestro trato.

—Porque a nadie más que a ti, Bianca. Por tu fuerza, por tu valentía y tu capacidad de aún mantenerte de pie después de todo—acaricié su cabello, me acerco a besarle la frente y huelo ese olor a fresas tan de ella—.Puedes decir lo que te dije y añadir que estuviste de viaje en Florencia por el piano y eso.

—Está bien, Dante. Gracias.

Me sonrío. Bajamos del auto y nos acercamos al avión. Alfredo saludó a mi esposa, manteniendo el mismo respeto que siempre y luego todos abordamos. Ya es momento de irnos.

La muerte de mis padres es un asunto que me tiene en el limbo. Alfredo me hizo llegar las fotos de como encontraron todo en casa. Después de una inspección resulto que a la silla de papá le estaban haciendo unos avances y por eso no estaba en casa, la última vez que se supo es que ambos estaban en el tercer piso y se les dificultó salir. Encontraron sus cuerpos unidos de la mano, vaya Oliver Rossi incluso en la muerte sigues siendo el mismo romántico con tu amada como lo fuiste en vida.

Cuando este jet pise Calabria todo empezara nuevamente y una lucha va a comenzar. La muerte de mi madre y mi padre no van a quedar impune y eso me encargaré.

—¿Está todo listo en casa, Alfredo?

—Sí, señor e igual todos los chips. Solo tengo una consulta ¿Cómo hará para que todos lo tengan?

—Ya se me ocurrió algo y mi dulce esposa me ayudará —sujeto la mano de Bianca y ella me ve tan confundida como Alfredo—¿Podrás usar de tus dones en el piano para la reunión que se hará en casa?

—Claro, será un gusto si puedo ayudarlos de esa forma.

—Gracias, principessa—beso su mano y regreso a Alfredo—Quiero que todos los chips estén en las copas y sean repartidas en el preciso momento que Bianca tocara. Aprovecharemos ese descuido de todos.

—Bien, capo. El traje que ordeno está en la habitación igual el de la señora.

—Gracias Alfredo—dice mi chica.

Él asiente y cierra la boca.

Aún no me cabe en la cabeza que todo esto ha sucedido. Alfredo me pasa las fotos y la casa de mis padres están hechas escombros. En cuestión de horas tengo que ver a todos los miembros de la Ndrangheta y a miembros importantes de otras mafias aquí en Italia. Pensar que algunos de esos imbéciles me han traicionado, ha ido contra las reglas, hace que quiera perder el control y tomar mi arma para acabar con todos.

Volteo para ver a Bianca y entiendo que ella es lo único que necesito ahora. Tiene ese algo que hace que toda mi ira, mi sed de venganza y sangre se apacigüen. Ella quita la mirada de la iPad y me la muestra enseñándome que es lo que lee.

—Mira, esta chica está trabajando en la NASA. Debe ser difícil por lo que he leído y más a su edad.

"Mabel Brown de 30 años trabaja en la NASA para el departamento de física teórica"

Bianca tiene razón, es difícil trabajar ahí siendo tan joven. Miro la foto y en esta se encuentra una mujer de cabello marrón, un poco baja y de su brazo viene un hombre alto, de cabello oscuro y barba, se nota la diferencia de edad, pero ambos sonríen y parecen felices.

Bianca pudo distraerme el resto del viaje hasta que estuvimos a unos 20 minutos de aterrizar. Entramos en la habitación del avión y nos cambiamos la ropa. Use un traje y Bianca un vestido con un abrigo. Aún continúa haciendo frío y más en Calabria.

Al aterrizar subimos al auto y empezamos a dirigirnos a la casa. Con el paso del tiempo sentí que la mano de Bianca me tocaba cada vez con más fuerza, veía por la ventana abierta hasta que entramos en la propiedad.

Ya hay varios autos y entre algunos invitados que van llegando encuentro a Gabriele, Estefan y Loretta. Bianca los ve y retrocede incómoda.

—No puede lastimarte—le digo al oído—Ya no.

Ella asintió, no muy segura. Bajamos del auto y enrede mi brazo con el suyo, acaricie sus dedos con cada paso hasta llegar a la entrada donde todos los invitados voltearon a vernos. Son las personas más crueles, egoístas y despiadadas de la mafia.

Bianca volteó a verme y volvió a asentir, dándome así la orden para continuar. Debemos tener la mirada en alto y no dejarnos por otros, sin fuerza y valor dejaremos de existir y seremos nada.

Después de todo lo que escuché anoche, no solo me propuse a encontrar a los traidores de la Ndrangheta, sino también acabar con Gabriele Corsi. Después de todo, aún le debo a mi esposa un regalo por nuestra boda.