Una familia adinerada y llena de prejuicios, un hijo gay y un amor... ¿Prohibido?
Yuki es un chico que ha crecido en una de las familias más ricas e importantes del país, todo es perfecto para él, no tiene que preocuparse por nada, basta un simple chasquido y todo lo que desee estará en sus manos.
Sin embargo, por azares del destino, su vida da un giro drástico, obligando a Yuki a cambiar su forma errónea y egoísta de pensar.
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15
Entre la oscuridad de tus ojos...
(Capítulo 15)
[Escritor]
El doctor acomodó a Yuki para poder quitarle las vendas.
Sus padres estaban muy angustiados, en especial su papá.
-Bien, empezaré a quitar las vendas
-Vale...
El doctor fué quitando las vendas lentamente para no lastimar a Yuki.
[Yuki]
Podía sentir el suave movimiento de las vendas cayendo por mejillas.
Pero... algo me preocupaba.
-Doctor...
-¿Sí?
No puede ser...
-¿Por qué no ha quitado las vendas de mis ojos por completo?
-¿Eh?
La oscuridad seguía presente...
-Déjame revisarte
[Escritor]
El doctor tomó una linterna y la pasó por los ojos de Yuki.
El doctor apagó su linterna y se volteó a ver a los padres de Yuki.
-Doctor...
-Yuki perdió la vista
Los señores Vandort se impactaron ante lo que el doctor les dijo.
-¡¿Qué?! Eso debe ser un error- Dijo Abraham
-Le realizaré unos análisis, ¿están de acuerdo?
Abraham salió de la habitación enojado y su esposa fue tras el.
Yuki se quedó viendo hacia un lugar fijo, la oscuridad inundaba sus ojos.
-Yuki, haré unos últimos análisis, ¿Bien?
Yuki simplemente asintió, estaba devastado, no podía creer lo que estaba pasando.
Estaba tan asustado que no se movía ni decía nada.
Pasaron los días y los análisis llegaron.
-¿Y bien?- Dijo Abraham desesperado
-¿Mi hijo recuperará la vista doctor?- Dijo Carolina preocupada
-Quedará ciego- Dijo Abraham con un tono de desagrado
-Los análisis muestran que Yuki puede recuperar la vista con una operación, hay que hacerla lo más pronto posible
-Claro, ¿cuál es el costo?
-¡Silencio mujer! El que decide soy yo- Gritó Abraham
-Abraham...
-¡No le pagaré una operación a un niño ciego!
-Señor... Es su hijo- Dijo el doctor
-¡¡Yo no tengo hijos!! Mi único hijo murió en un accidente
-¡¡ABRAHAM!!- Dijo Carolina con lágrimas en sus ojos
Yuki escuchó cada frase proveniente de la boca de su padre. La tristeza y la ira lo carcomió por dentro.
-Doctor...
-¿Sí?
-No quiero más visitas, los señores deben irse, quiero descansar
-Hijo...
-Quiero descansar, señora... Por favor váyanse
-Pero eres nuestro hijo... No te dejaremos
-No quiero volver a escucharlos ni quiero que estén cerca de mi- Dijo fríamente Yuki
Abraham salió enfurecido y Carolina salió devastada, sintiéndose inútil por no poder defender a su hijo.
Las semanas pasaron y los padres de Yuki no volvieron a visitarlo, Abraham prohibió a su esposa ver a Yuki. Mientras tanto, Yuki mejoraba poco a poco. Se enteró de que sus amigos habían salido del hospital, eso lo ponía muy feliz.
Yuki estuvo bajo rehabilitación un mes, y por fin podía salir del hospital.
-Muy bien Yuki, has estado aquí varios meses, es hora de que te vayas
-No tengo a donde ir...
-Ya encontrarás un lugar- Sonrió el doctor
-Tal vez
Yuki se levantó y trató de cambiarse, al no ver nada le costaba más vestirse.
[Yuki]
Me dieron un bastón desplegable para poder caminar de forma autónoma por las calles y unos lentes oscuros, para protegerme de la luz.
Salí del hospital y caminé sin rumbo por un tiempo, no sabía en dónde estaba.
Escuché varios sonidos de niños y rechinidos, al parecer estaba en un parque.
Traté de buscar a alguien que me ayudara a orientarme.
-Disculpe...
-¿Sí?
-¿Sabe qué lugar es este?
-Oh, está en el parque central de la ciudad- Dijo una voz femenina
-Vaya...
-Se ve muy cansado, ¿quiere que lo lleve a una banca?
-Sí por favor
Sentí una mano tomar la mía suavemente, al parecer fué la mujer. Ella me guió hasta un lugar cercano y me ayudó a sentarme.
-Listo, ¿necesita que llame a alguien? Parece estar perdido
-No tengo a quien llamar
-¿Qué? ¿No tiene algún familiar o un amigo?
-No... recién salí del hospital, no tengo a dónde ir, ni siquiera tengo dinero para sobrevivir
-Cielos...- La mujer se quedó callada por unos segundos- ¡Ya sé! ¡Trabaja para mí!
-Pero... soy ciego, ¿no importa?
-¡Claro que no! Puedes ser mi telefonista, necesito uno en mi empresa, ¿qué dices?
No tenía muchas opciones, ¿quién querría contratar a una persona ciega?
-Me encantaría trabajar para usted
-¡Perfecto! Empezamos mañana, por lo mientras te adalantaré tu salario para que puedas encontrar un lugar para vivir ¿De acuerdo?
-Muchas gracias
-Jeje
Trabajar para alguien... Eso será nuevo para mi...
es mi favorito 💓