Todo Por Contrato

A pasado una semana desde que no eh visto a mi esposo, siempre eh preguntado por el pero me ah dicho que está, ocupado con su trabajo, me encontré leyendo en la biblioteca uno de mis libros preferidos "Romeo y Julieta" Amo esa historia aunque el final tenga. Que ser tan triste

Un suspiro de aburrimiento salió de mi, estaba aburrida de estar todo este tiempo en casa

—Talvez y salga, no creo que le moleste que salga de casa—Sonrei, para levantarme de sillón y dejar el libro que leía en el estante, salgo de la biblioteca para ir a mi habitación

Me di una ducha, para ponerme un pantalón con una blusa blanca  con pequeños escotes en los hombros, peine mi cabello hice mi rutina diaria en mi cara para poder hacerme un maquillaje sencillo

Agarre una de mis carteras para salir de la habitación, bajo las escaleras para salir de la casa. Vi que uno de los guardias se me acercó y dijo:

—Señorita, adónde va el señor di....—No terminaría de hablar porque lo había interrumpido.

—El no tiene porqué saber que eh salido, saldré un rato por favor prometo volver a casa asta que el  atardecer —Lo mire en mi rostro decía "Por favor"

El suspiro y asintió, sonreí alegre lo cuál el dijo un "Que uno de los guardias la acompañe" asiento

Había ido a una cafetería, pedí un capuchino mire el alrededor, Sonreí por la tranquilidad de estar fuera de casa después de  una semana en esa casa. Tome de mi capuchino cuando oí una voz conocida

—Amelia, es un gran gusto verte—Sonrie Luis

"Dios mi paz se a vuelto pesadilla" porque tenía que destruir mi momento, por mi cabeza pasaba porque demonios tenía que encontrarme a mi ex novio  aquí

—Oh, Luis como estás y el gusto es mío— Fingo sonríe, para notar la presencia de una chica

—Estoy bien y tu, mira ella es mi novia Clarisa— La chica chica sonríe, "o claro como no voy a saber su nombre ella es clarisa Anderson, la chica por la cual me cambiaste"

Pensé mientras sonreí

—Tu debes ser Amelia de verdad eres hermosa, eh escuchado mucho de ti—Dijo clarisa

—Esa misma y por favor no soy tan hermosa como dicen—Los mire mientras tome mi café capuchino

—Podemos tomar asiento si no te importa?—Me miro

—Oh está bien no importa—Los Vi sentarse al  frente de mi, luego de unas horas empezaríamos a habla no me había dado cuenta al. Salir de la cafetería que ya era de noche

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"Demonio"

Subi al auto, para un rato llegar a casa al bajar del auto, Vi el auto de mi esposo estacionado sonreí feliz de saber que estaba en casa

Entre a la casa mire a una de las sirvientas, y le sonreí iba a subir las escaleras cuando María la sirvienta que estaba limpiando las escaleras me detuviera

—Señorita no puede subir—Sonrie con nerviosismo. Alce una ceja

—Por que no puedo subir a mi habitación?

Vi el nervio en sus ojos subí las escaleras mientras ella intentaba detenerme, al llegar al segundo piso de la casa escuchar uno gemidos, que provenían de la habitación que compartía con mi esposo, abrí un poco la puerta para ver a mi esposo tener sexo con otra mujer

En ese momento sentía mi ojos humedecerse, sentía como las lágrimas bajaban a mis mejillas

"Oh, debí suponerlo"

Vi como me miro, pero eso no lo detuvo a seguir teniendo sexo con la mujer, cerré la puerta para limpiar mis lágrimas y bajar las escaleras

—Maria estaré en la biblioteca —Sonrei falsamente, para ir a la biblioteca me senté en el sillón y sin darme cuenta estaba llorando —Claro estaba trabajando, solo sacaba eso de escusa para tener sexo con chicas—sollozo en silencio—No entiendo porque lloro apenas lo conozco, creo que Anhelo demasiado el cariño de alguien que no veo que solo me usan

Me hice bolita en el lugar me había  encariñado tanto con mi esposo, por sus dulces palabras y en la forma en que me tocaba

—El solo quería tener sexo, nada más—Dije mientras las lágrimas bajan a mis mejillas —Al parecer solo soy un juguete más en su colección