Yo, Lyra Vance, la autora que una vez dio vida a este mundo de pesadilla, ahora soy su prisionera. Ironías del destino, ¿no? Siempre me había fascinado la idea de trascender los límites de la realidad a través de la escritura, de crear mundos donde la oscuridad y el horror se entrelazaban en una danza macabra. Pero nunca imaginé que mis propias creaciones se volverían contra mí, que me arrastrarían a las profundidades de mi propia imaginación retorcida.
Fui Lyra, la escritora que tejía historias de terror con palabras afiladas como cuchillas. Pero ahora, soy Zephyr, la última víctima de mi propia pluma, condenada a un destino cruel y despiadado. Mis ojos, antes llenos de vida y curiosidad, ahora reflejan el terror que me rodea, la certeza de un final inminente, si no cambio el rumbo de la historia que yo misma escribí
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Capitulo 14
La tranquilidad del viaje al imperio Aethol se rompió en un instante. Un enjambre de abejas nos atacó con la ferocidad de una tormenta. No son simples insectos; son guardianes implacables de su territorio, cuyo aguijón, cual saeta envenenada, promete un sufrimiento atroz antes de la muerte. La agonía es tal que la súplica por el descanso eterno brota de lo más profundo del ser. No hubo elección: debimos abrirnos paso a través de la muralla de aguijones, y salir ilesos. La batalla fue feroz, pero nuestra habilidad como cambiaformas nos brindó una ventaja, aunque no nos libró de recibir múltiples picaduras. Afortunadamente, nuestra resistencia a su veneno es alta, pero una cantidad excesiva podría ser fatal incluso para nosotros.
El inesperado encuentro con las abejas truncó mis planes de llegar temprano al imperio Aethol. Lo que debía ser un viaje de dos días, y llegar por la tarde se extendió hasta la mañana del día siguiente, obligándome a pasar medio día más de lo habitual en camino. La impaciencia me carcomía por dentro. Pero el destino tenía otros planes. Tras un breve descanso de dos horas en la mansión que alquile en la ciudad, finalmente pude emprender el camino hacia el territorio donde ella vive.
La distancia hasta el territorio ducal se me hizo insoportable. La imagen de mi prometida, tan cambiada tras su encierro, me obsesiona de una manera que me intriga. Ya no es la misma, algo en ella se ha retorcido, pero la semilla de la posesión ya ha echado raíces en mi corazón. Necesitó saber si esa transformación es genuina, si la mujer que ahora habita su cuerpo es tan intrigante como murmuran. Si así es, le recordaré que es mía, sin importar quién fuera antes. Mi prometida, mi posesión. De mis garras no escapará aunque lo intente.
Llegué al ducado y confirmé mi identidad. Un guardia me guio a través de los majestuosos salones hasta el recibidor, donde una joven me esperaba. Se presentó como la dama de compañía de mi prometida y me informó que ella me está esperando en el jardín. Pero la llegada de una visita inesperada lo cambió todo. Una visita indeseada había llegado al ducado, una persona de mayor rango que mi prometida, a quien debía atender por protocolo. La noticia me llenó de frustración y rabia. ¿Quién es el que se atreve a querer interponerse entre mi prometida y yo?.
__¿Y bien, señorita Leonor?__. Pregunté con impaciencia.__¿Quién es el inoportuno que ha osado robarme el tiempo que me pertenece por derecho con mi prometida?__. La dama de compañía retrocedió ante mi voz, su mirada delatando el temor que la invadió. No necesité alzar la voz para que comprendiera la profundidad de mi enojo. Mi prometida es mía, un hecho incuestionable desde que nuestro compromiso fue anunciado. Y nadie, por más alto que sea su rango, se interpondrá en nuestro camino.
__Desde hace un año, el príncipe heredero ha visitado el ducado en repetidas ocasiones, siempre con la esperanza de ver a mi señorita. Ella, delicada de salud y comprometida en matrimonio con usted, ha evitado esos encuentros a toda costa, temerosa de habladurías. La princesa menor del ducado, se ha hecho cargo de las visitas del príncipe. Pero hoy, la señorita Raven se encuentra en la ciudad, y mi señorita, que aguardaba en el jardín por usted, se ha visto sorprendida por la presencia del príncipe, y obligada a recibirlo. Ahora, él la insta a hablar, y ella se ve atrapada en una situación que temía, sin saber cómo rechazarlo y evitar problemas con la realeza por ser el príncipe heredero__.
La dama de compañía tartamudeó las palabras, presa de una mezcla de miedo y nerviosismo ante mi presencia. Sin embargo, mi agudo oído no dejó escapar ni una sola, y cada una de ellas atizó mi furia. Ese principito entrometido se atreve a codiciar lo ajeno. ¡Qué error! Los problemas se extirpan de raíz, y este príncipe aprenderá por las malas que Zephyr Moreau es mi prometida, inalcanzable para él. Si es necesario, la secuestraré y adelantaré la boda.
__Llévame ante mi prometida. Si ese príncipe no entiende razones, tendré que obligarlo a marcharse__. La dama de compañía no opuso resistencia a mi orden; más bien, su rostro reflejó un evidente alivio. Esa reacción intensificó mi sospecha de que el príncipe solo busca perturbar la paz entre mi prometida y yo, una injerencia que podría desatar una peligrosa escalada de tensiones entre nuestros imperios, y poner en peligro el tratado de paz.
Mi sospecha se confirmó al llegar al jardín. Allí estaban mi prometida y el príncipe entrometido. Él, tras ser rechazado con elegancia, insistía en su cortejo y se acercaba a Zephyr para tomar su mano. La furia me cegó. Me acerqué rápidamente y lo toqué sutilmente en el hombro. Su postura se tensó al instante; mi fuerza sobrehumana le había causado dolor con el más leve contacto.
__Príncipe Brennan, la voluntad de mi prometida es inquebrantable y nuestro compromiso es sólido. Su insistencia en cortejarla me obliga a cuestionar sus intenciones, y me preocupa que sus acciones puedan poner en peligro la paz que tanto nos ha costado mantener__. Incluso después de que lo solté, el príncipe permanece rígido, consciente de mi mirada y mi voz, que destilan mi furia por su osadía. ¡Maldita sea! Esta interrupción me roba un tiempo valioso con mi prometida y me aleja de conocer la misteriosa razón del cambio de mi prometida. Debo alejar a ese entrometido de una vez por todas.
__Mi prometido ha sido claro, alteza. Nuestro compromiso es irrompible y está por encima de cualquier romance. La estabilidad de nuestros imperios es nuestra mayor preocupación. Usted es joven y carismático príncipe, así que tiene una fila de opciones para escoger. Estoy segura de que encontrará a la persona ideal para compartir su vida__. Al escuchar la voz de mi prometida, sentí una paz inundarme. Es como si un río de tranquilidad fluyera por mis venas, extinguiendo el fuego de la ira que el príncipe había provocado al intentar alejarla de mí. Su voz, dulce pero a la vez cargada de una maliciosa burla, tiene el poder de domar a las bestias que habitan en mi interior.
maldita sea
hijos de la tostada
que paso aquí 😔